La ministra de Sanidad, Mónica García, ha sido la encargada de inaugurar el V Simposio del Observatorio de la Sanidad, organizado por EL ESPAÑOL e Invertia. En su intervención, ha destacado las fortalezas del sistema sanitario, definiéndolo como "un espejo en el que mirarse". Además, ha hecho un repaso por los numerosos retos a los que se enfrenta por los diferentes cambios demográficos, sociales y tecnológicos.
"Nuestro Sistema Nacional de Salud es un verdadero orgullo, con una cobertura prácticamente universal. Y representa magníficamente los valores de justicia, equidad y solidaridad que definen a nuestra sociedad", ha señalado la ministra en el vídeo que ha enviado, dado que no ha podido asistir por problemas de agenda.
"Es un sistema robusto que ha permitido alcanzar niveles de vida y bienestar que son referentes en el mundo. Tenemos una de las esperanzas de vida más largas de la Unión Europea, lo que hace de nuestros indicadores una muestra tangible de nuestro modelo", ha continuado.
Sin embargo, la ministra de Sanidad ha reconocido que hay diferentes desafíos en el futuro del sistema sanitario. "La sociedad está cambiando". Tal y como ha recordado, se calcula que para 2040, España alcance a Japón como país más longevo del mundo. "Esto nos obliga a no ser complacientes, a abordar estos cambios con la responsabilidad de quien sabe que medio mundo valora nuestro sistema sanitario como un espejo en el que mirarse".
En este sentido, García ha insistido en la necesidad de tener ambición por seguir mejorando el sistema sanitario. "Los retos son tan variados como mayúsculos. Hay que seguir garantizando la atención primaria como eje vertebrador de nuestro sistema sanitario, mejorar la evaluación en el manejo de nuevos medicamentos y tecnologías, poniendo las necesidades de los pacientes en el centro".
Y aún hay más. La ministra ha hablado también de la necesidad de seguir ensanchando las prestaciones y abordar los determinantes sociales de la sociedad, como la obesidad o el tabaquismo. "Hay que fortalecer los valores del sistema, su carácter público y universal y eso es imposible sin la retención de talento", ha añadido.
A todo esto se suma la necesidad de "una estrategia farmacéutica renovada que promueva un liderazgo público centrado en las necesidades de los pacientes y la sostenibilidad del sistema", ha concluido.