En España hay compañías de software en España que capitalizan más que algunos valores del Ibex 35, aunque no coticen en la bolsa y sí formen parte de mercados privados. Así lo ha señalado Iñaki Arrola, cofundador & managing partner de Kfund, durante Wake Up, Spain! Ello se debe a la ambición y a la creación de modelos internacionales.

Los inversores extranjeros dicen que España podría ser “una piedra preciosa escondida en Europa”, ha subrayado durante su intervención en el IV Foro Económico Español, organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y Disruptores en colaboración con EMT de Madrid, EY, Microsoft, Oesía y Oracle.

Algunos asimilan lo que está ocurriendo en la actualidad en nuestro país “a lo que era Francia hace unos años, otros a Brasil. Lo que sí digo es que cada vez tenemos más ambición”, ha insisto el cofundador de Kfund.

Muchos de estos emprendedores tecnológicos que forman parte del ecosistema español “no hacen esto por el dinero. Te encuentras con mucha gente que quiere cambiar un modo de aproximarse a algún tipo de negocio, tecnología o profesión. Eso es lo que más nos estamos encontrando. Gente que dice: ‘voy a cambiar este mercado, voy a ser el Ibex 35 futuro’”.

España “ha tardado en merecer” esa posición. “Los que montamos empresas de Internet hace muchos años, montábamos cosas con menos dimensión. Decían que teníamos menos medios. Pero creo que era un tema de evolución. En España ha habido mucha página web de clasificados, mucho marketplace, mucha página local”, ha indicado.

Del universo de empresas en las que invierte Kfund, Arrola ha seleccionado dos ejemplos. Uno de ellos es Factorial, un software de recursos humanos “para ayudar a las empresas”. “tiene mucho sentido que esté sonando” porque “es una realidad que España tiene muchísimas pymes y pequeños autónomos”.

Arrola ha restado importancia al hecho de que Factorial sea un unicornio, como se conocen a las compañías con un componente tecnológico que cuenta con una valoración de más de 1.000 millones. Es “bastante agnóstico con todos esos nombres”. Le parece “una métrica de pobres. Mientras no las vendamos, no hacemos nada”.

El otro ejemplo de inversión que ha puesto ha sido Urbanitae, una compañía en la invirtieron cuando todavía era una plataforma de crowdfunding inmobiliario. “La realidad es que hoy es un método de financiación alternativo para la promoción inmobiliaria”, ha subrayado. Han tenido “la suerte de que la regulación ha ido a su favor”. “está siendo una realidad en muchos países”.

En este sentido, Arrola se ha mostrado partidario de “decir las cosas buenas de los reguladores cuando las hay. Así, ha reconocido al Gobierno la puesta en marcha de la Ley de Startups, cuya entrada en vigor ha tenido lugar en un momento en el que “se están montando muchas cosas”.

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“Están coincidiendo varias cosas en este mundillo. Estamos viendo compañías que llevan muchos años, gente que ha trabajado en empresas, la Ley de Startups... La normativa dice hay una parte de la remuneración que le puedes dar a tus empleados en acciones para que crean en el proyecto. Esto está teniendo un efecto dinamizados que está haciendo que traigamos capital extranjero”, ha apuntado.

En su opinión, y no le duele en prenda decirlo, “probablemente el mundo de capital riesgo en España y en Europa no existiría” sin figuras como el Fondo Europeo de Inversiones (FEI), Fond-ICO o Cofides, “que en distintos momentos han podido financiar algunos de los fondos”.

De hecho, el FEI y el ICO actuaron como inversor ancla en los fondos de Kfund. “Sin ese dinero inicial, no sé si estaríamos aquí”, ha afirmado.