Dejar a un lado los complejos, avanzar de la mano, tener clara la calidad de los productos castellano-manchegos y ofrecerlos como si no hubiera un mañana. Estas son algunas de las cuestiones que han puesto de manifiesto durante el II Foro Económico Español 'Castilla-La Mancha, el turismo que viene', celebrado en Puy du Fou de Toledo, Adolfo Muñoz, presidente de Eurotoques Castilla-La Mancha; José María San Román, presidente de la Academia de Gastronomía; Rafael Torres, presidente de la Cooperativa Virgen de las Viñas; Juan Alonso Cuesta, presidente de la Ruta del Vino de Méntrida, y Luciano García-Carrión, vicepresidente de García-Carrión.
En una mesa redonda titulada 'Turismo enogastronómico y el eje de Raíz Culinaria', los cinco han coincidido en que tanto la gastronomía como los vinos de la región son excepcionales, pero hay que saber aprovecharlos, darles una mayor visibilidad y aprender a venderlos mejor.
Durante su intervención, que ha sido la primera de todas, José María San Román ha indicado que "somos el mayor viñedo del mundo y eso hace que vengan muchos turistas". Sin embargo, ha lamentado que en los restaurantes de nuestra comunidad se siga ofreciendo por norma general un Ribera o un Rioja y se deje de lado a los vinos de la tierra. "Tenemos que saber vendernos y quitarnos el complejo de que no somos los mejores. ¿Si estamos vendiendo en todo el mundo por qué no somos capaces de hacerlo aquí?", ha señalado.
El presidente de la Academia de Gastronomía de Castilla-La Mancha cree que es "un buen momento para sentarnos todos juntos y pedir a la hostelería que imprima nuestra identidad en la mesa". "Tenemos que conseguir que en cualquier restaurante al que vayamos haya vino de la región y estamos trabajando con la Junta para que esté presente en las cinco capitales", ha resaltado.
En este asunto también ha coincidido el presidente de Eurotoques Castilla-La Mancha, Adolfo Muñoz, que ha indicado que debemos empujar nuestra tierra todos juntos y enseñar en las escuelas de hostelería qué vinos y qué cocina debemos hacer. "Tenemos grandes marcas, pero nos lo tenemos que creer", ha dicho. Para ello, ha solicitado a los políticos de la región que pongan "más enfasis" en los productos de proximidad y ha pedido a todos caminar de la mano para conseguir que lleguen lejos.
Por su parte, el presidente de la Cooperativa Virgen de las Viñas, Rafael Torres, considera que "estamos estigmatizados por lo que ocurría hace 60 años, cuando la mayor parte de nuestros vinos iban destinados a la destilación", pero ha asegurado que "con el paso de los años esto ha cambiado y ahora estamos elaborando unos vinos que pueden competir en calidad y precio con cualquier otro del mundo". Así, para situarlos mejor en el mercado, cree que "debemos jacer un merjor marketing", aunque sostiene que "la hostelería también tiene que ayudar". "Nosotros estamos avanzando mucho en la promoción, estamos fomentando el enoturismo y contribuyendo a la sostenibilidad", ha dicho.
En representación de la Ruta del Vino de Méntrida, Juan Alonso Cuesta ha destacado las zonas para el cultivo de la vid en Castilla-La Mancha, que son "fantásticas", y ha pedido que "enseñen desde las escuelas la elaboración del vino" para que desde pequeños sepamos lo que conlleva. Cuesta ha resaltado la calidad de los vinos, pero ha criticado que sea tan difícil encontrarlos y ha pedido también a los hosteleros que contribuyan en su promoción. "Tenemos muchos mimbres, pero hay que encajarlos bien para que sean conocidos", ha dicho. Además, ha resaltado las rutas del vino que se están fomentando y ha pedido colaboración a la administración para poder "llegar a los sitios".
Por último, el vicepresidente de García-Carrión, Luciano García-Carrión, ha dicho que "para triunfar hay que vender, sorprender, hacer marca e innovar". "Lo que tenemos en Castilla-La Mancha es muy potente y deberíamos salir todos al mundo a vender nuestro entorno", ha señalado. Según ha indicado, "nuestra región es caballo ganador en turismo, vinos y gastronomía, pero tenemos que ir alineados todos y hacer un ruido que dé miedo". "No somos conscientes de lo que tenemos. Las visitas se vuelven locas cuando vienen aquí y no nos puede hacer sombra nadie. Nos tenemos que poner de acuerdo y ofrecer nuestros productos como si no hubiera un mañana", ha concluido.