La escuela no es lo que era hace tan solo unas décadas, ni siquiera hace apenas cinco años. El entorno y los alumnos se han transformado y eso “obliga a un cambio”, según Elvira Báez, directora educativa de Novaschool Añoreta. “No podemos usar metodologías pasadas, hay una nueva realidad”, ha manifestado esta experta en una conversación en la que, junto a Miguel Briones, delegado de Educación de la Junta de Andalucía en Málaga, y María de la Paz Flores, concejala de Educación, Juventud y Fomento del Empleo del Ayuntamiento de la capital, ha desgranado las claves de la innovación educativa desde la escuela en el marco del II Foro de Educación, Innovación y Tecnología.

Los tres han coincidido en que la transformación que la tecnología ha impuesto en una realidad efímera, en constante cambio, obliga a entender el sistema educativo como “un organismo vivo”, en palabras de Briones; a poner en el centro a los docentes y a ampliar los horizontes a una educación que se desarrolla a lo largo de toda la vida.

“La digitalización, la innovación, no va de repartir ordenados, es un cambio de mentalidad y hay que creérselo de verdad. Necesitamos que se lleve a cabo a partir de un ejercicio individual de cada docente y de un trabajo cooperativo. Hay que trabajar en red”, ha resumido sobre el primer asunto el delegado del ejecutivo andaluz en la provincia.

7. Mesa redonda. Las claves de la innovación educativa desde la escuela

Sobre la importancia de los profesores, Flores ha cuestionado que muchos de estos profesionales a día de hoy estén enfocados en solucionar los trámites burocráticos que se les impone en vez de en enseñar. “Los docentes tienen que estar motivados”, ha defendido, subrayando también que “mientras el profesor no sea la profesión más valorada en la sociedad, vamos mal, porque es quien forma al futuro ciudadano”.

Para Báez, la profesión docente muestra cómo la innovación ha transformado todo el sistema. “Antes, su autoridad venía dada por las instituciones y la familia y ahora está en una continua conquista porque el estudiante no es el mismo, necesita un aprendizaje más conectado, que tiene que interesarle y servirle en el día a día”. Eso, a la vez que un reto, se presenta como una oportunidad para desplegar nuevas metodologías que a veces “nos sacan de la zona de confort” y generan miedos. “Hace 12 años, en Novaschool decidimos quitar los libros de texto. Fue un momento disruptivo, muchas familias no lo entendían, pero hoy forma parte de nuestro modelo y del de otros centros. Tenemos que adaptarnos, captar la atención del estudiante”, ejemplifica.

Los tres ponentes han defendido la importancia de poner el foco en la escuela, que es el comienzo de un viaje formativo que, tal y como han defendido, se extiende hasta el final de la vida. Bajo esta premisa, ha defendido Briones, la Junta de Andalucía despliega una política que entiende que el “aprendizaje durante toda la vida es la mejor expresión del activo que representa la educación como balanza de cambio, como ascensor social”.

La escuela será lo que quiera la sociedad, no es un organismo independiente, es un microcosmo que refleja lo bueno o malo que hacemos”, defendiendo al mismo tiempo el papel de la iniciativa privada, que “no es para la élite, sino que ofrece un servicio público”. “La pública no puede patrimonializar la educación”, ha asegurado.

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