La tecnología cada vez más se está metiendo de lleno en el mundo empresarial, especialmente en las grandes empresas. Sin embargo, en un país donde más del 90% del tejido empresarial está conformado por pymes la situación es más compleja. Tanto que desde Accenture reclaman que las grandes empresas tecnológicas sean un apoyo para las pequeñas.
“La responsabilidad de las grandes empresas tecnológicas es colaborar y asociarse con la pymes y ayudar a que se capaciten”, ha asegurado Mercedes Oblanca, senior managing director de Accenture y responsable de Industria, Consumo, Transporte y Retail durante su intervención en el Foro Económico Valenciano 'La economía de las oportunidades' que se celebra durante los días 28 y 29 de noviembre.
Asimismo, señala que es necesario que les ayuden a proveer de servicios para que puedan abrir su comercio a las estrategias tecnológicas. De hecho, ha revelado que la pandemia a las pymes “les ha provocado un giro en los digital” y que “más de un tercio de las empresas han girado al ecommerce”.
Y lo mismo ocurre en el mercado laboral, donde reconoce que es compleja la situación. “La brecha digital está generando la necesidad de cambiar la forma en la que se gestiona el talento”, ha señalado.
Por ello ha insistido en “no dejar a nadie atrás y hacer que la brecha digital cada vez sea más pequeña para todos”.
La directiva ha asegurado que la forma de trabajar ha cambiado “radicalmente” por la pandemia. “Accenture somos 700.000 personas, 20.000 en España y hemos sido capaces de no interrumpir las operaciones de la pandemia”, ha añadido.
La importancia del 5G
Asimismo, ha destacado que el 5G “va a ser una revolución en las tecnologías de conectividad mucho más que cualquier tecnología”. De esta misma tecnología ha afirmado que “abre un mundo de posibilidades y de reimaginar los negocios”.
Pero no es la única tecnología importante. Mercedes Oblanca ha enumerado otras tres tendencias que marcarán el futuro. La primera tendencia es que la economía desacopla la inversión en tecnología. La segunda es la inversión y gasto en datos y la tercera implica que no se conciben estrategias empresariales que no tengan estrategias tecnológicas en el centro.