Aunque seguramente lo esté haciendo a un ritmo menor al deseado, la economía circular cada vez ocupa un lugar más importante en el día a día tanto de las personas como de los ciudadanos. Un cambio de paradigma que trae importantes retos de la mano pero que, además, abre la puerta un gran campo de oportunidades.
Para tratar la actualidad de esta temática la segunda jornada del Foro Económico Valenciano, organizado por -EL ESPAÑOL, Invertia y D+I- ha contado con la participación de Roger Llanes, secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural de la Generalitat Valenciana; Javier Quiles, director de Relaciones Externas de Consum, y Carmina Ballester, alcaldesa de Onda.
Roger Llanes ha sido el encargado en romper el hielo describiendo la envergadura del cambio que tenemos ante nosotros. "Se suele decir que la línea recta es la vía más corta para unir dos puntos. La economía circular intentar conectarlos para que el final de un proceso se una con el principio. Permite que, tras el uso de un producto, éste vuelva a la cadena".
Una ciudadanía preparada
"La ciudadanía está muy preparada para asumir estas cuestiones. La economía actual parte de usar y tirar. La economía circular se parece mucho más a lo que uno intenta en su día a día. No hay más que ver lo complicado que parecía la recogida de residuos y lo natural que es ahora ha explicado secretario autonómico de Agricultura y Desarrollo Rural de la Generalitat Valenciana.
En este sentido, Llenes ha querido poner el acento en la gran oportunidad que abre este nuevo modelo. "En la industria del automóvil hace tiempo que se ha pasado del desguace a la reutilización. La economía circular nos va a dar muchas más oportunidades que el modelo tradicional. Pero, sobre todo, va a ser mucho más sostenible y eficiente".
Una serie de cambios cuyo encaje en las dinámicas del día a día es complejo. "Casi nunca es el momento adecuado para tomar decisiones complejas. Con frecuencia nos fijamos en el aspecto impositivo pero no al de incentivos al consumo. Por ejemplo, los PERTE van a apoyar iniciativas que necesitan este refuerzo como puede ser el vehículo eléctrico".
Vector clave para la sociedad
Por su parte, Javier Quiles ha querido resaltar la importancia de la economía circular como "vector clave de la sostenibilidad. Utilizar los recursos actuales sin afectar a las generaciones futuras. La semana pasada nación el ciudadano 8.000 millones. Si seguimos en esta dirección pronto necesitaremos tres planetas para alimentarnos".
"El 42% de los residuos se genera en los hogares y el 30 en las industrias. Es clave de que todos tomemos conciencia de la necesidad de tratar los residuos como la minería del futuro para fabricar los productos del futuro. Si no hacemos ya la transición no podremos hacerlo en el futuro", ha desgranado el director de Relaciones Externas de Consum.
En su opinión, el momento que vivimos es el más adecuado, "Tenemos una oportunidad histórica. Lo que nos dice el pacto verde es que tenemos una oportunidad de creación de 700.000 impuestos. Conforme las leyes van creciendo e imponiendo modelos el modelo de la responsabilidad de las empresas es más pequeña".
"El ecodiseño significa que también lanzas miles de toneladas menos de CO2 a la atmósfera. Estamos trabajando a toda máquina para adaptarnos a unas nuevas leyes que son difíciles de aplicar en el contexto actual", ha concluido Quiles.
La importancia del ejemplo
En este mismo sentido Carmina Ballester ha puesto el acento sobre la responsabilidad compartida de impulsar este nuevo modelo. "A los ayuntamientos nos corresponde la tarea de dar ejemplo. Nos tenemos que creer los ODS. Estamos a mitad de camino, pero queda muchísimo por hacer. Es el tiempo de pasar a la acción. Nosotros estamos tratando de hacerlos palpables para la ciudadanía".
Unas tareas que ya forma parte del día a día de muchos municipios. "Estamos incorporando la tecnología a las tareas que corresponden a un ayuntamiento. Hemos comenzado con el riego de nuestros parques. De esta manera, tomamos decisiones con más información y de forma más inteligente".
"Los ODS o son de todos o no son de nadie. Realizamos mucha tarea con los colegios donde tratamos de introducir en sus planes de estudio actividades alineadas con los objetivos de desarrollo sostenible. Si los jóvenes lo incorporan tendremos un futuro mejor" ha explicado Ballester.
Para todo ello, la política impositiva desempeñará un papel clave. "Hay que enfocar la fiscalidad en su conjunto. Tenemos muchas iniciativas en ese sentido. Por el ejemplo la bonificación de la utilización de energías renovables. Utilizamos los beneficios fiscales como una palanca para atraer inversiones".