La inteligencia artificial está en boca de todos. Tanto en el sector empresarial como en el educativo, la capacidad de análisis debe determinar el correcto funcionamiento de esta tecnología en el día a día de cualquier proceso productivo. Esta idea ha protagonizado una de las mesas redondas del III Foro de Educación, Innovación y Tecnología que organizan EL ESPAÑOL, Invertia y EL ESPAÑOL De Málaga en el Centre Pompidou en Málaga.
En este debate han participado Alberto Sols, director de la Escuela de Arquitectura, Ingeniería y Diseño de la Universidad Europea, David Martín Moncunill, director del Grado de Ingeniería Robótica e Inteligencia Artificial de la UCJC, Joaquín Cuenca Abela, CEO y cofundador de Freepik, y Paula Such, directora de RRHH de Aertec.
En un encuentro moderado por Arturo Criado, subdirector de El Español- Invertia, el debate ha versado sobre las diferentes ramas de la inteligencia artificial y su aplicación en empresas y universidades.
El director de la Escuela de Arquitectura, Ingeniería y Diseño de la Universidad Europea ha apostado por formar a las nuevas generaciones a través de “escuchar mucho” a las empresas, para conocer mejor qué competencias deben tener los futuros egresados. “Hoy en día tienes que ser capaz de usar todas esas herramientas”, ha apuntado.
Asimismo, ha asegurado que el uso adecuado de la IA ya forma parte de la universidad. “Hay que enseñar a usarlas y cambiar la forma en la que se evalúa el nivel de aprendizaje, formar a las nuevas generaciones y para eso tenemos que escuchar mucho a las empresas, que competencias deben tener los futuros egresados, hoy en día tienes que ser capaz de usar todas esas herramientas”.
Martín Moncunill ha apuntado que la UCJC va a incorporar inteligencia artificial el próximo año, pese a la reticencia de algunos profesores por implantarla por su uso mal comprendido como copia. “Permite un trato más directo con el alumno, y tenemos que tener flexibilidad mental, hace dos años no se hablaba de la inteligencia artificial, y no sabemos de qué se hablará dentro de dos años”. “Lo que se trata es de que la inteligencia artificial pueda entendernos mejor y más personalizada. Nos va a ayudar a que la gente tenga pensamiento crítico”, ha añadido.
El CEO y cofundador de Freepik ha recalcado que existe una amplia disparidad entre las empresas que usan la inteligencia artificial y las que no. Entre sus muchos usos, ha destacado la “inmediatez” que proporciona en lo que antes eran flujos independientes.
“Es una tecnología que va muy rápido, y aún no sabemos lo que tenemos que desarrollar como personas para apoyarnos en ella. No sabemos si va a llegar tan lejos como nosotros o no, un debate que ya ha ocurrido en otros momentos históricos como con la llegada del ordenador”, ha señalado.
La IA “se puede equivocar”. “Y yo también”, ha apostillado Cuenca, que ha recalcado la utilidad de esta tecnología en numerosos campos. “Nos tenemos que apoyar en la IA con una amplia capacidad de análisis”.
Such, por su parte, ha recalcado que los directivos de las grandes empresas “quieren que se utilice las herramientas de inteligencia artificial”, ya que ayuda a que las personas “aporten más valor, sean más rápidas y más competitivas y eso nos ayuda muchísimo en el día a día”.
“Esas competencias son muy demandadas, acompañadas de un razonamiento crítico”, ha subrayado la directora de RRHH de Aertec, que ha asegurado que el conocimiento sólido y la comprensión “deben convivir juntas para tener éxito en el futuro bajo el lenguaje de la inteligencia artificial”.