"Excelencia", "agilidad", "actitud". Palabras clave para entender el éxito de las escuelas de negocio españolas en el panorama internacional. Así lo han puesto de manifiesto este jueves los participantes de la mesa Integrando la innovación en las escuelas de negocio, dentro del congreso nacional de EL ESPAÑOL sobre educación, que tiene lugar en Málaga.
El debate ha puesto de manifiesto la apuesta de estas entidades por la innovación, aunque subrayando que esta tendencia va mucho más allá del aspecto tecnológico. "Los alumnos tienen que ser capaces de investigar sobre las cosas y tener pensamiento crítico; es la base; podemos ofrecerles un montón de contenidos posteriores, pero hay que empezar a enseñarles a pensar", ha afirmado Ignacio de la Vega, director de ESIC-Málaga.
Una línea compartida por Marisa Durán, directora de Desarrollo de Negocio de EOI Andalucía, quien incide en que el "centro de la digitalización está en las personas". "Hay que favorecer el autoconocimiento del propio alumno para que trabaje sus habilidades y la digitalización vendrá de camino", ha insistido.
Por su parte, Mano Soler, director general de Les Roches Marbella, especializada en turismo y hospitality, ha ensalzado el trabajo que hace su escuela de negocios por incluir en su ADN la innovación. Y lo hace remarcando que el uso añadido de tecnología, por ejemplo, ha de ir en favor de potenciar una mayor atención del cliente.
La agilidad como pieza clave
Para De la Vega, una de las claves que eleva el peso de las escuelas de negocio, frente a otras instituciones, es que "escucha al mercado, le pregunta qué necesita para poder ofrecérselo". "No puede ser tener un sistema de enseñanza al margen de la realidad, al margen de lo que demanda cualquier organización", valora.
El director general de Les Roches Marbella suma la importancia, en su caso, de tratar de liderar la tendencia en el sector, pero siempre a través de conversaciones "intensas con la industria a la que servimos". "Innovación no es solo tecnología; hay que entender también la innovación en los contenidos y en cómo lo damos".
Durán agrega a esta tesis la necesidad de que la innovación suponga un aporte de valor, de "escuchar al mercado". "Hay que estar escuchando continuamente al mercado porque los alumnos van a estar trabajando pasado mañana y les van a reclamar esas cosas", precisa el director de ESIC-Málaga, quien insiste en el valor añadido que supone "el concepto de aprendizaje continuo".
A la virtud que supone la agilidad en el funcionamiento y en responder al tejido empresarial, los expertos suman el concepto de reciclaje. "Hay que preparar a personas y líderes con capacidad de pensar más rápido, de no estancarse", señala Soler.
"No se trata de que conozcan todo lo que se mueve, sino de que cuando salgan sean capaces de adaptarse a lo que vaya viniendo; en la escuela debemos ser capaces de darle eso al alumno", enfatiza Ignacio de la Vega.
La directora de Desarrollo de Negocio de EOI Andalucía defiende no sólo la importancia de formar talento y ofrecer herramientas a los alumnos, sino también de "transmitir la capacidad de pensar, de reflexionar, de cuestionarlo todo".
La importancia de la "actitud"
Una de las particularidades de las escuelas de negocio privadas es el nexo que las une al mercado laboral. Motivo que hace más interesante si cabe conocer lo que buscan las empresas en estas instituciones de formación y si coincide con lo que buscan los estudiantes.
Y la respuesta es llamativa. "Cuando las empresas nos mandan alumnos lo que nos piden es que los capacitemos, pero no tanto en cuestiones técnicas como en todo lo que tiene que ver con las habilidades y capacidades para liderar y gestionar equipos", enfatiza la directora de Desarrollo de Negocio de EOI Andalucía.
El director general de Les Roches Marbella añade: "Además de las aptitudes profesionales, las empresas quieren ver actitud; lo que buscan los alumnos en las empresas es un proyecto de vida", destaca.
Una reflexión compartida por el director de ESIC-Málaga, que confirma la búsqueda de "empleabilidad" por parte de los estudiantes. "Si tienen que convencer a su padre de que les pague un máster es porque busca eso, no un desarrollo personal o profesional futuro", precisa.
"La empresa busca actitud y cuesta la misma vida engarzar los dos conceptos, porque los alumnos muchas veces no llegan a entender eso", añade. Y lanza un mensaje contundente a los estudiantes: "El estudiante que no ha asumido tiene que asumirlo desde el minuto cero porque si no sufrirá".