España empieza a dar sus primeros pasos en el despliegue del 5G, aunque para ver todo su potencial tardaremos todavía mucho tiempo. Todo dependerá de la demanda de servicios que haya por parte de los usuarios, y para ello es necesario también que -poco a poco- las grandes operadores de telecomunicaciones vayan preparándose.
¿Están las empresas preparadas para llevarlo a cabo? La respuesta es sí. Así lo asegura Daniel Noguera, director de Telxius Torres, quien considera que es importante que “todo el ecosistema esté concienciado para tirar del mismo carro” y que los accesos a los requerimientos administrativos sean ágiles para llevarlo todo a cabo.
Eso sí, Noguera advierte al sector en el Observatorio 5G organizado por Invertia y EL ESPAÑOL de que todo ese despliegue será necesario hacerlo a través de “operadores neutros para conseguir que sea eficiente”. ¿El motivo? El que “España cuenta con la mejor infraestructura de telecomunicaciones a costa de que los beneficios de las empresas haya sufrido más de la cuenta porque no se ha hecho de forma eficiente”, en palabras de Eduardo Duato, CTO de Lyntia.
A su juicio, en estos momentos existen “solapes” en las redes de telecomunicaciones fruto de un proceso de rápida expansión que “si hubiera que volver a diseñarlo ahora se haría de una manera totalmente diferente”.
De hecho, a su juicio, “el 5G todavía no demuestra un business case sostenible. Los operadores de telecomunicaciones difícilmente van a ser capaces de capturar una parte del valor que trae el 5G y tendrán que abrir la mano a los operadores neutros”.
Dentro de esos despliegues están las llamadas small cells, que permitirán llevar el 5G a las frecuencias más altas. ¿Cómo serán los nuevos despliegues? Pequeñas antenas ubicadas en marquesinas, semáforos, edificios, etc. que permitirán ocupar las frecuencias más altas.
Un proceso que va a suponer “un salto en las comunicaciones” por lo que es vital no perder la forma de encontrar la línea de trabajo para obtener el mismo éxito que hemos visto en los últimos años para tener las redes que tenemos en este momento”.
Los procesos
Unas redes que servirán para poner en marcha todo el potencial de 5G, que va a servir para digitalizar por completo la economía española. “Un proceso imparable”, en palabras de Carlos Carazo, director de tecnología y operaciones técnicas de IoT y Data de Telefónica Tech.
Según sus cuentas, en los próximos años tendremos 20 ó 30 dispositivos conectados por persona porque “cualquier objeto puede ser medido”, añade. Esto va a permitir, además, abrir un mundo de posibilidades para el sector empresarial gracias a que “el trabajador conectado” va a ser una auténtica realidad.
No se trata sólo de dotar a un empleado de un ordenador con conexión. Al contrario, se trata de que un operario va a poder ver mejorar su seguridad laboral gracias a a wereable, o se va a mejorar la productividad a nivel logístico.
Así lo explica en el Observatorio 5G organizado por EL ESPAÑOL e Invertia Juan Beneytez, Venture Development Manager de Ferrovial, quien insiste en que gracias al Internet of Things (IoT) “se va a mejorar la experiencia de los usuarios, mejorar la seguridad a todos los niveles y también las operaciones empresariales”.
El responsable de Ferrovial explicaba que su compañía ya trabaja con pilotos de 5G en aeropuertos para, por ejemplo, poder teledirigir los vehículos que empujan a los aviones hasta la pista de rodaje. También en proyectos que permitan monitorizar en tiempo real una maleta y que el usuario pueda conocer en todo momento donde está.
“Un período que será apasionante, sobre todo entre 2022 y 2025 cuando tendremos ya desplegado el 5G puro”, sentencia Carazo.