Europa debe aprovechar los fondos europeos y la situación de pandemia para reconstruirse y lanzarse a la digitalización de la economía. Una oportunidad para recobrar protagonismo en el panorama global y, de paso, posicionarse en la escala geopolítica frente a Estados Unidos y China.
Un paso que se podría dar gracias al empuje de los fondos europeos de 750.000 millones que se distribuirán en los próximos años. Buena parte de ellos irán destinados al impulso del 5G. De hecho, es “una de las áreas emblemáticas del mecanismo de recuperación y resiliencia” de la Unión Europea.
Así lo ha destacado Miguel Montarelo Navajo, police officer unit future de la Comisión Europea, en el Observatorio 5G organizado por EL ESPAÑOL e Invertia. A su juicio, “estamos ante una oportunidad sin precedentes para impulsar los ecosistemas 5G” y es el momento para que “el sector privado aporte todos los proyectos posibles” a los Ministerios.
El objetivo debe ser “un esfuerzo conjunto para recuperarse de la crisis pero sin volver a la situación precovid”, sentencia.
Montarelo ha recordado que la Unión Europea trabaja en tres ámbitos: el código europeo de comunicaciones electrónicas, la ciberseguridad y el control de los campos electromagnéticos. En cuanto al primer tema, el representante de la Comisión insistía en que “modernizará la regulación y reducirá los costes del despliegue”.
En el tema de ciberseguridad, ha insistido en que hay que trabajar codo con codo con los Estados, y que está pendiente ver la evolución del tool box europeo sobre ciberseguridad.
El tercer punto, el control del campo electromagnético se refiere a la sostenibilidad del 5G. Un aspecto que fue abordado por representantes del ámbito científico quienes coincidían en que es fundamental adoptar criterios sostenibles a la hora de hacer los despliegues.
Adrián Nogales, director de relaciones institucionales del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicaciones, destaca que el “esquema de sostenibilidad en esta ingeniería ya ha demostrado su respeto al medioambiente”.
Ha recordado que las antenas cada vez tienen “menor impacto estético, son respetuosas con el medioambiente y se integran cada vez menor en el entorno urbano”, porque a fin de cuentas los elementos radiantes tienen que estar en las zonas altas de las ciudades.
¿Existe riesgo para la salud? En absoluto, dicen los expertos. Ni el 5G generará cáncer ni es la causa de que el coronavirus esté disparado. Coinciden en que hay multitud de bulos corriendo por la red que son complicados de parar, y que el sector tiene que hacer un gran esfuerzo por combatirlos.
Francisco Vargas, director científico del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencia y Salud, ha explicado que en estos momentos lo importante es “disminuir la percepción del riesgo basada en aportaciones no científicas”.
Ha insistido en que “conocemos los riesgos y los efectos de la radiofrecuencia. El 5G se presenta como algo diferente, pero no es así”. De hecho, ha continuado, “los estudios realizados han demostrado que los límites están muy por debajo de los límites que se consideran seguros”.
De hecho, ha concluido, el 5G hará que la exposición media sea todavía más pequeña que la habitual”. Algo en lo que coincidía también el representante del Colegio de Ingenieros, quien ha recordado que los elementos radiantes son analizados anualmente para comprobar que cumplen con los estándares de la legislación.