En Telefónica avanzan deprisa con el GSMA Open Gateway, un pionero proyecto que busca crear un marco común para toda la industria de las telecomunicaciones mundial que dé acceso universal a las redes a los desarrolladores de interfaces programables de aplicaciones (APIs). Presentado en el Mobile World Congress (MWC) el pasado febrero, ya están inmersos en el lanzamiento "100 por 100 comercial".
Así lo ha expuesto Chema Alonso, chief Digital Officer de Telefónica, durante su intervención en la primera jornada del IV Observatorio 5G organizado por EL ESPAÑOL-Invertia, que lleva por título ‘La tecnología en la encrucijada entre el 5G y la inteligencia artificial’.
"Estamos testando todas las APIs con las empresas con las que estamos trabajando. Lógicamente la complejidad de una red de telecomunicaciones es enorme… estamos teniendo en cuenta todas las posibles situaciones", ha explicado.
La intención de la compañía es que los desarrolladores se encuentren ya esta opción en los markets este año, ha agregado, si bien ha subrayado que su desarrollo es una tarea a largo plazo: "Es un programa transformacional no solo para este año sino mucho tiempo".
Será una misión revolucionaria. Al crear un marco universal, GSMA Open Gateway ayudará a los desarrolladores y los proveedores en la nube a mejorar y desplegar servicios de forma más rápida al establecerse puntos únicos de acceso a las redes de las 'telecos'.
Esto se logra a través de API abiertas y estandarizadas que exponen las capacidades de red de los operadores móviles de forma interoperable, intuitiva y programable.
"Es un proyecto transformador para toda la industria", ha indicado Alonso. Telefónica quiere cambiar el paradigma para que "cualquier desarrollador con una sola línea de código sea capaz de consumir lo que tenemos en la industria de las telecomunicaciones".
Es decir, "estandarizar la manera de consumir" estas capacidades. Un cambio que traerá "eficiencia" a la industria. "El obligarnos a proporcionar todas nuestras capacidades obliga a una transformación interna, una simplificación de los procesos brutal. Es un reto acabar de hacer esa transformación pero por otro lado va a traer muchas eficiencias", ha considerado.
Como consecuencia comportará una segunda transformación, cambiar la forma en la que se piensan las infraestructuras. Como ejemplo ha citado los cambios en los centros de cómputos, que tendrán que estar "lo más cercanos posible al punto final".
"Tenemos claro que ningún servicios digital que vemos a futuro va a consumir menos datos, menos potencia de cómputo y menos necesidad de conectividad, la infraestructura Edge va a responder a eso", ha explicado.
También tendrán que adaptarse las redes móviles pensadas para drones, y las redes de comunicaciones para el coche autónomo y la conducción remota. "Ya estamos trabajando en estas infraestructuras, pensando en esto. Es un cambio de paradigma y un nuevo modelo de negocio", ha asegurado Alonso.