La inteligencia artificial es una de las tecnologías protagonistas de este Foro 5G 'La tecnología en la encrucijada entre el 5G y la inteligencia artificial', organizado por EL ESPAÑOL, Invertia y D+I.
Durante la segunda jornada del foro, precisamente el aterrizaje de la IA en las empresas ha sido uno de los pilares en una mesa redonda protagonizada por Jorge Juan Alfonso, Food Operations Manager de la empresa Stolt Sea Farm; Sergio Vázquez Torrón, presidente de Ineco; y Carlos Martínez Miguel, director global de Soluciones y Servicios IoT, Big Data e IA de Telefónica Tech.
Los casos de uso concretos en acuicultura, movilidad o sanidad se han entremezclado con los retos que supone el crecimiento del uso empresarial de la IA. Uno de esos retos es la regulación sobre su uso ético. Es el principal caballo de batalla.
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Así, el representante de Ineco, Sergio Vázquez, ha recalcado que "en las normativas siempre hay un poco de ensayo y error". En su opinión, "lo hemos visto con la IA generativa, en la que nos hemos dado cuenta de que quizá nos hemos pasado".
En su opinión, "la regulación no es sencilla; sabemos, por ejemplo, que en el ámbito de la ingeniería genética hay una normativa clara, pero en este ámbito -el de la IA- es prácticamente libre". Además, "es importante dar voz en esta regulación a todas las potencias" a la hora de desarrollar normativas y reglamentos.
Coincide con este argumento Carlos Martínez (Telefónica Tech). "La regulación es necesaria pero incierta y difícil de llevar a cabo. Tiene que desarrollarse junto con todos los agentes. Necesitamos que se sumen a Europa el resto de potencias", añade.
En la parte positiva, Martínez destaca que "algo que se está haciendo bien es atacar el problema por casos de uso, no en general. Los pasos se están dando en la dirección adecuada".
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Eso sí, los peligros acechan. "Se ha demostrado que lo más peligroso es la IA que utiliza datos personales". En este sentido, desde Telefónica Tech explican que "tenemos nuestro propio reglamento interno y trabajamos siguiendo un patrón de ética por diseño".
El propio representante de la compañía telefónica distingue cuatro principios éticos que deben estar siempre salvaguardados: que los algoritmos no generen discriminación, con datos que no estén sesgados; que sean transparentes, es decir, que se entienda por qué han tomado una determinada decisión; que sean sostenibles -en referencia a su optimización para que no consuman tanta energía en los centros de datos-; y que sean compatibles con el futuro del empleo.
Desde la empresa Stolt Sea Farm, Jorge Juan Alfonso, recalca que "para una empresa es importante que dediques el tiempo para analizar muy bien tus procesos, que el partner tecnológico entienda tus procesos y luego tiene una parte de formación de las personas, para facilitar su uso".
Esta empresa, dedicada a la acuicultura, a la producción de rodaballo y lenguado de calidad, ha explicado el caso de uso desarrollado junto con Telefónica por el cual es capaz de predecir gracias a la IA la demanda que va a tener a futuro.
Se han citado otros ejemplos de casos de uso interesantes. Ineco, por ejemplo, ha hablado del reto de mejorar los mantenimientos y predecir movimientos poblacionales en el sector del transporte y la movilidad; desde Telefónica Tech se ha dado importancia a la irrupción de esta tecnología en la sanidad -con predicciones de afluencia en urgencias a una semana vista-; también el mundo del deporte se ha lanzado a los brazos de la IA para realizar mejores entrenamientos en función de los rivales, evitar lesiones o apostar por un determinado deportista sobre el que se predicen grandes resultados en el futuro.
Todo ello, sin olvidar uno de los retos más importantes, la gestión de los datos. Carlos Martínez (Telefónica Tech) advierte que un reto común en todos los sectores es "poder tener de verdad acceso a datos de calidad, porque los datos suelen estar muy repartidos, no siempre accesibles y no siempre en los formatos adecuados".
El talento
"El trabajo de los ingenieros de datos es fundamental. El gobierno de los datos, también. Hay mucho trabajo entre bambalinas que es en sí mismo un reto importante. Otro reto es el cambio cultural y la atracción de talento", ha añadido.
Desde Ineco, Sergio Vázquez admite que "la materia prima es el dato, tiene un valor en sí mismo que hay que saber evaluarlo y ordenarlo y establecer su propiedad", todo ello desde el punto de vista de las empresas.
Para él, "como empresa no es tanto el desarrollo de programación sino tener un planteamiento estratégico: qué datos tengo, qué valor tienen, cómo se pueden obtener, cómo colaborar con otras empresas... Porque sin datos de buena calidad no funciona nada". Ahora bien, el reto es "cómo compartimos esos datos".
El talento es la última pata de la ecuación. Para la empresa Stolt Sea Farm, "la IA es el motor y una herramienta usada por las personas. Tiene que ser fácil su manejo, que comprendan las decisiones que se toman para que puedan interpretar mejor. En la empresa estamos en la fase del proyecto formativo y la consideramos clave", indica Jorge Juan Alfonso.
En opinión de Sergio Vázquez (Ineco), "la IA parece una competición máquina-humano, pero no lo podemos ver así. Cada vez va a ser más valorado el talento multidisciplinar y humanístico".