Durante los primeros meses de la pandemia de la Covid-19 la gestión de la crisis sanitaria se llevó lo mejor que se pudo. Nunca antes se había enfrentado nadie a algo así y las informaciones cambiaban constantemente. Por eso, ante una posible nueva crisis epidemiológica, la diputada del Partido Popular, Ana Pastor, ha propuesto la creación de una especialidad en comunicación de riesgo. Lo ha hecho durante la 'II Simposio Observatorio de la Sanidad: Las Lecciones de la Covid-19', organizado por EL ESPAÑOL e Invertia.

En la inauguración de la segunda jornada, la vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados ha puesto en valor el trabajo de la salud pública desde un enfoque "holístico": creando una especialidad de comunicación de riesgos integrada desde la perspectiva de la Salud Pública.

Así, Pastor considera que se podría comunicar con "transparencia" y "a todos los ciudadanos" los riesgos sanitarios del momento sin una visión parcial, poco objetiva e influida por las presiones políticas. En este aspecto, la que fuera ministra de Sanidad con Mariano Rajoy también ha apostado por incrementar los profesionales que estén alrededor de la salud pública teniendo en cuenta a ingenieros y veterinarios.

Además, ha anunciado ante los ponentes de la segunda jornada que el Partido Popular va a presentar en el Congreso de los Diputados la puesta en marcha de una Agencia Española de Salud Pública un organismo que representará la "cogobernanza" y que deberá de estar aprobada por ley.

Respecto a la propuesta del Gobierno de Pedro Sánchez, la diferencia de la iniciativa de Pastor es que no sería un centro adscrito a otra dirección, sino que sería una agencia de entidad propia, como la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios, con una organización reglada y que no podría desaparecer tras el cambio de mandos del Ministerio de Sanidad.

Pastor ha asegurado que puso en valor el trabajo de estas agencias en su época como ministra de Sanidad. "En otros países son órganos nacionales que se preocupan de analizar con un sistema de información los datos que hay disponibles para, así, evaluar la calidad asistencial. Una agencia que toma decisiones con las CCAA sentadas en una mesa", ha explicado.

Falta de profesionales

Continuando con un análisis de lo que necesita el sistema sanitario para mejorar y reconociendo que tenemos un servicio de salud "muy bueno", Pastor ha puesto su énfasis en los profesionales sanitarios y sus demandas. De esta forma ha apostado por valorar al profesional por su experiencia laboral y su trabajo del día a día y no sólo por su antigüedad, como pasa con las carreras de funcionarios.

Una falta de médicos y enfermeros desde su inicio (no se forman suficientes en las universidades) es el germen, según Pastor, del problema que acontece a España donde la media de sanitarios por habitante es de las más bajas del viejo continente. "Debemos de incrementar su techo competencial, remunerar toda la actividad que hace un profesional y trabajar para que nuestros profesionales quieran ser parte de la medicina rural", ha enumerado.

Respecto al último punto, Pastor ha apostado por incentivar a los médicos y enfermeros que ejerzan en el medio rural cuando tenga que acceder a los concursos de traslados. "Que tengamos una carrera profesional ligada al desempeño y no a la antigüedad", ha finalizado.

Además, la diputada del PP se ha hecho eco de una noticia publicada por EL ESPAÑOL hace una semana en la que el Ministerio de Sanidad anunciaba que empezaría a evaluar a los profesionales sanitarios, concretamente a las unidades docentes. "No necesitan una evaluación, sino apoyos y medios. Quien necesita una evaluación es el Gobierno", ha apuntado.

Industria farmacéutica

Además de poner en valor el trabajo de la sanidad exterior como la forma de controlar la entrada de nuevas pandemias, Pastor ha realzado el trabajo de la industria farmacéutica como una "aliada estratégica" de las Administraciones a la hora de innovar en los servicios en salud.

Por ello, ha apostado por crear una agencia de evaluación de la efectividad de los fármacos, semejante a la NICE británica. Con ella, pretende que la aprobación de los fármacos tenga un reflejo "real" en su integración a la cartera de servicios y que no exista tanta lista de espera.

"Ahora mismo, cientos de fármacos están esperando a incorporarse en la cartera de servicios y a fijar su precio, pero hay patologías que no pueden esperar", ha lamentado.

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