La tercera jornada del II Simposio del Observatorio de la Sanidad -organizado por EL ESPAÑOL e Invertia- se ha cerrado con una doble promesa: que el PERTE de 'Salud de Vanguardia' llegará pronto y que habrá fondos públicos para la iniciativa de recuperar la producción de medicamentos esenciales.
Un proyecto propuesto por la patronal de la industria farmacéutica, Farmaindustria, el pasado mes de enero y que el Gobierno apoyará con el objetivo de que España tenga "una reserva estratégica de estos recursos en situaciones de crisis sanitarias". Así lo ha asegurado en su intervención la ministra de Industria, Turismo y Comercio, Reyes Maroto.
Todavía está por ver a cuánto ascenderá la inyección de capital público que recibirá esta iniciativa impulsada por la industria farmacéutica. Por el momento, lo que sí se conoce es la cantidad de inversión privada: más de 1.700 millones de euros.
Aunque las buenas noticias hayan llegado para la industria farmacéutica, lo cierto es que también habrá inversiones para renovar el parque tecnológico de los hospitales españoles -casi 800 millones de euros-. Sin embargo, para los primeros espadas del sector no es suficiente.
"Necesitamos más dinero". Así de contundente ha sido María Vila, directora general de Medtronic Ibérica. Y es que la transformación del sistema sanitario no pasa solo por renovar la tecnología sanitaria.
Necesita de "una estrategia a medio y largo plazo". Y eso significa diseñar "un plan de compra pública específico para sanidad" como puede ser "hacer compra por ciclo de vida", en opinión de David García Calleja, director general de Bayer Radiology España.
Y algo más: la apuesta por la digitalización, algo que el sector ha advertido que "no hemos visto en los fondos europeos", ha añadido Dionisio Martínez, director general de Dräger en España y Portugal.
Transformación digital
Transformación. Digitalización. Estas son las palabras que más han sonado en la tercera jornada del Observatorio de la Sanidad. Juntas y por separado.
De ahí la participación de Carme Artigas, secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, para analizar la transformación digital. Un proceso para el que serán claves los fondos europeos y que será el motor de la recuperación. "La salud digital es un gran vertical que podrá tirar de la economía de este país", ha dicho.
Aún queda mucho por hacer en materia de digitalización, pero -volviendo a las palabras de la secretaria de Estado de Digitalización- ha habido un avance notable. Y lo ha impulsado la irrupción de la pandemia de la Covid-19.
Un ejemplo es la telemedicina. Antes de la crisis sanitaria, esta palabra no estaba en el vocabulario de casi ningún paciente. Y tampoco en el de los profesionales. Durante los meses más duros de la pandemia, se convirtió en una necesidad. Y ahora es una herramienta más.
Mientras dejan de utilizarse los microscopios en los hospitales, aparecen dispositivos que miden las constantes vitales o la saturación de oxígeno. Desde teléfonos móviles hasta relojes. Y esto solo es el principio de lo que llegará a ser la telemedicina.
No cabe duda de que la Covid-19 ha obligado a cambiar la forma de relación entre los pacientes y el sistema de salud. Una transformación que debe aprovecharse e ir más allá. Para alcanzar el siguiente nivel.
Por ejemplo, convertir el historial clínico en un elemento inteligente que ayude en la toma de decisiones, tal y como ha puesto de manifiesto Antonio Martos, director Global de Sanidad de Minsait, una compañía de Indra.
Precisamente sobre la historia clínica interoperable han hablado Pedro Rico, director general de Vithas; Marta Villanueva, directora general de IDIS, y Natalia Roldán, presidenta de la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia. El camino hacia esta interoperabilidad tiene barreras y son regulatorias. Por ello, los agentes sociosanitarios han reclamado al Gobierno que genere una regulación que armonice una futura historia clínica digital única.
Todos estos avances van acompañados de la generación de datos. Su uso permitirá hallar el tratamiento clínico más adecuado para el paciente. Algo que los expertos afirman que "ya está aquí", pero que precisará de una regulación. De hecho, no descartan que agencias reguladoras como la FDA hagan con los algoritmos sanitarios lo mismo que con medicamentos o vacunas e inicien procesos reguladores que evalúen su eficacia y eficiencia.
Sin embargo, en todo este proceso de transformación digital del sistema sanitario existen inequidades entre la parte pública y la privada. César Téllez, director de Desarrollo de Negocio de Sham, ha indicado que "el sector privado ha sido más activo en la digitalización" y "está un paso por delante".