"Si queremos que el sistema de salud sea sostenible tenemos que procurar enfermar menos". Así de tajante se ha mostrado Jesús Fernández Sanz, consejero de Sanidad del Gobierno de Castilla-La Mancha, durante una intervención con la que ha abierto este jueves la cuarta y última jornada del IV Simposio del Observatorio de la Sanidad, organizado por EL ESPAÑOL e Invertia.
El máximo responsable de la sanidad castellano-manchega ha argumentado que el modelo sanitario está inmerso actualmente en un "cambio de paradigma tremendo", focalizado en la prevención, que "va a ser complicado aplicar" pese a que "está servido".
"Hemos construido un sistema muy relacionado con la enfermedad, basado en su diagnóstico, tratamiento y solución. Podemos estar orgullosos y contentos de que haya funcionado, pero nos ha hecho no prestar la misma atención a lo que debería ser la salud, que es un término mucho más amplio que curar", ha lamentado.
Fernández Sanz, en la misma línea, ha señalado que la sostenibilidad del sistema "va a ser muy difícil que se mantenga" si la financiación y los recursos humanos se siguen destinando mayoritariamente "a solución de la enfermedad".
"Como sociedad tenemos que cambiar nuestros hábitos de vida, de ejercicio, de comportamiento, de sueño... Si no queremos que la cronicidad y las enfermedades lastren nuestros últimos años, tenemos que llegar a ellos con menos complicaciones", ha asegurado el consejero castellano-manchego, que ha recordado que, pese a que solo el 22 % de los ciudadanos de Castilla-La Mancha padecen al menos una enfermedad crónica, ese mismo colectivo supone un 83 % de las consultas en Atención Primaria.
Además, Fernández Sanz ha llamado a la "redistribución" y "reorganización" de los profesionales sanitarios dentro del sistema. Asegurando que no está "muy de acuerdo" con la supuesta escasez de médicos, se ha preguntado "por qué no abunda más el trabajo social, la enfermería o la psicología", lo que reforzaría la prevención de la enfermedad y supondría una prestación sanitaria "mucho más adecuada para este modelo del que estoy hablando".
Retención del talento
Igualmente, el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha ha defendido que, "si queremos educación para la salud", los profesionales sanitarios "tienen que conocer el entorno en el que trabajan, estar allí". Por eso ha señalado en que "nos interesa mucho su estabilidad", pero también ofrecerles otras cuestiones muy importantes como ocio o vivienda, cruciales para la retención del talento. "El robo de profesionales entre comunidades también necesita una reflexión", ha finalizado sobre este asunto.
Por otro lado, Fernández Sanz ha reconocido que el patrón de demanda del paciente y su familia al sistema sanitario "sigue estabilizada en la enfermedad" y "dificulta mucho el cambio", ya que "la persona está pendiente de lo que le digan sobre su dolencia, no sobre su forma de vivir".
"Estamos en un camino de diagnóstico acertado y de solución diagnóstica complicado, ha añadido a ese respecto el consejero castellano-manchego, que ha marcado con los grandes desafíos para la prevención la atención "a la soledad, a las adicciones -no a sustancias- y, sobre todo, al cambio climático", sobre el que ha afirmado que va a generar importantes afectaciones a la salud de la ciudadanía.
Financiación adecuada
Por último, Fernández Sanz se ha mostrado pesimista a la hora de abordar en España un pacto por la sanidad, debido a que "primero habría que solucionar el problema de la financiación".
"No podremos cambiar el modelo mientras que la financiación no sea adecuada y siga repartiéndose per cápita. En Castilla-La Mancha la demografía nos hace un roto muy grande y esto habrá que tenerlo en cuenta para el futuro", ha señalado en referencia a que la comunidad autónoma a la que representa es muy dispersa, rural y envejecida, lo que encarece la prestación sanitaria.