La economía mantiene una ruta de aumentos en 2023. Pese a que se va a desacelerar a lo largo de este año, va a seguir en cifras positivas. ¿Cuáles son los ingredientes de que España no tenga que temer una recesión o un crecimiento cero, como va a suceder en muchos países europeos? Entre otras cuestiones, que el consumo de las familias, la demanda interna, "mantiene una tendencia positiva", ha explicado Víctor Ausín, director general de Análisis Macro Económico de Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
Este consumo fue alto en 2022, pero según ha indicado Ausín en el III Observatorio de las Finanzas organizado por EL ESPAÑOL e Invertia, "estamos viendo que esta tendencia se mantiene en primer trimestre del año".
¿Por qué? Entre otras cuestiones por el ahorro embalsado de las familias que se acumuló durante la irrupción de la Covid. Según Ausín, lo empezaron a utilizar en el segundo semestre de 2022 y todavía les queda mucho por gastar. "La demanda interna va a resistir y el ahorro embalsado está compensando los costes inflacionistas", ha concretado.
Con todo, no solo con demanda interna se nutre la economía. El sector exterior es otro elemento que está dando alegrías al PIB español, que se está alimentando de otros sectores más resilientes y más resistentes a la crisis y el diferencial de precios que ofrece nuestro país.
Finalmente, la tercera pata que está sustentando el crecimiento del PIB es el empleo, que, cabe recordar, está en niveles históricos por cotizantes a la Seguridad Social. "Todavía no hemos tocado nuestro techo. Seguramente nuestro desempleo estructural se haya reducido y todavía haya espacio para crear más puestos de trabajo".
De hecho, prevé que para 2025 el desempleo estructural haya caído a 2,6 millones de personas (en 2018 estaba en 3,1 millones). Por otro lado, ha celebrado que la tasa de temporalidad esté en el 15,6%, "muy cerca de la media europea" del 14%. También celebras la puesta en marcha de medidas que facilitan la flexibilidad interna de las empresas, como los ERTE.
Respecto a la inflación ha afirmado que su departamento pronostica que "a finales de año se acaben juntando las dos tasas", el IPC normal y el subyacente, gracias a la reducción de los precios energéticos.
Por otro lado, ha afirmado que las medidas tomadas en el IVA de los alimentos se notan. Según los datos de Ausín, los productos con rebajas fiscales registraron un descenso intermensual de precio del 1,4%, mientras que el resto de los alimentos subieron un 1,8%. "La traslación del efecto de las medidas es prácticamente total".