La última mesa de la segunda jornada del II Observatorio de ODS celebrado en el CaixaForum de Madrid, versó sobre el futuro del trabajo en España y las implicaciones que tendrán las nuevas tecnologías, así como la adaptación que tendrán que hacer las empresas ante las consecuencias del cambio climático.
En la última década, el mundo se ha enfrentado a una transición imparable en materia de empleo y nuevas profesiones. "Hemos asistido a una transición referente a la sostenibilidad y la tecnología, que han impacto directamente sobre las empresas. Existe una demanda de puestos que no estamos siendo capaces de cubrir", apunta Carmen Alsina, directora de Comunicación, Relaciones Institucionales y Sostenibilidad de la CEOE.
En este sentido, la creación de nuevos puestos de trabajo trae consigo la proyección de nuevas formaciones que capaciten a las personas para poder desempeñarlos. "En este momento, el 65% de los niños que están en primaria van a trabajar en empleos que no existen. El cambio se está produciendo a gran velocidad, lo que demuestra que los empleos del futuro son un reto", señala Julia Rodríguez, directora de Desarrollo de la Fundación Human Age Institute.
Desde la mesa se apunta a la gran importancia de la formación para poder cubrir la alta demanda de nuevos perfiles profesionales, así como la necesidad de potenciar esas habilidades blandas para los futuros empleados. "Es necesario impulsar la capacidad de comunicación, del trabajo en equipo o la resiliencia entre las personas jóvenes y mayores para prepararlas para un nuevo modelo de trabajo", continúa Rodríguez.
Asimismo, se destacó la importancia de la adaptación de los actuales y futuros empleos de cara a las nuevas condiciones ambientales provocadas por el calentamiento global. "Se debe hacer con sentido común, profesionalidad y ciencia. Hay que hacer evaluaciones de riesgos concretas, tenemos que ir a cada uno de los puestos de trabajo, pero también hablar con las personas, con el objetivo de construir entornos de trabajo sostenibles y seguros", cuenta Rut Ballesteros, vicepresidenta del Colegio de Ambientólogos de la Comunidad de Madrid.
Uno de los sectores más importante y que genera un alto número de puestos de trabajo es el del turismo. "Este sector cubre una pirámide de empleo muy amplia y con formaciones diversas. El turismo está acostumbrado al cambio. Sin embargo, su nivel de adaptación es muy desigual. No es lo mismo hablar de pequeñas y medias empresas respecto a las de mayor tamaño en cuando a su adaptación a los cambios. Es un sector totalmente basado en las personas", apunta María Velasco González, coordinadora de Estrategia de Turismo Sostenible España 2030 de la Secretaría de Estado de Turismo.
Así, señala Velasco, es fundamental que desde este sector de la economía "se trabaje por desplegar capacidades relativas a la adaptación, pero también a la mitigación de los impactos" que tienen la tecnología y el cambio climático en el mercado laboral del presente y del futuro, al tratarse de un generador de riqueza cuya influencia aborda los grandes problemas de la humanidad: la pobreza y la desigualdad.
Entre las conclusiones de las expertas se encuentran la necesidad de dejar a nadie atrás, así como de apostar por una formación multidisciplinar que permita hacer frente a las nuevas necesidades del mercado laboral. Todo esto siempre poniendo "el acento en la 's'", es decir, en lo social. Urge la necesidad de vincular el compromiso con la acción y los planes, así como a la medición de resultados. Y, por último, coinciden, "la tecnología debe ser un medio, no un fin en sí mismo. La transición al futuro del trabajo debe ser orgánica y con posibilidades para todos los grupos de interés".