En un mundo donde magnates como Jeff Bezos (Amazon), Elon Musk (Tesla) o Bill Gates (Microsoft) acaparan titulares por sus inmensas fortunas, si se regresa atrás en el tiempo, hasta el siglo XIV concretamente, se podrá descubrir la historia del hombre cuya riqueza superó a todas las demás. Mansa Musa I, el legendario gobernante del Imperio de Mali, amasó una fortuna que dejaría boquiabiertos, incluso, a los multimillonarios de hoy en día. Pero ¿cómo consiguió tal riqueza?
En el siglo XIV, el Imperio de Mali se alzaba como una potencia formidable, sostenida por sus prósperas explotaciones minerales, especialmente el oro, muy codiciado en ese periodo. A medida que la demanda de este valioso mineral se disparaba, Musa Keita I, que luego pasó a ser Mansa Musa I –"mansa" significa "rey"–, se convirtió en el hombre más rico de su época, incluso eclipsando a las familias más adineradas de la historia como los Rothschild o a John D. Rockefeller. La fortuna del soberano del siglo XIV ascendía a los más de 400.000 millones de dólares actuales según los cálculos.
De acuerdo con BBC Pidgin, el servicio de noticias de la BBC en África Occidental, "el reino de Musa era tan grande que nadie podía ver dónde terminaba". El complejo, y extenso, imperio gobernado por el rey de Tombuctú, abarcaba los territorios que hoy conocemos como Mauritania, Senegal, Gambia, Guinea, Burkina Faso, Mali, Níger, Chad y Nigeria. Su opulencia era inigualable.
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Diversas crónicas afirman que, durante su peregrinaje a La Meca, en el que recorrió 6.500 kilómetros, la gente "se quedaba con la boca abierta" debido la demostración de lujo por parte del monarca: iba acompañado de unas 60.000 personas, de las cuales 12.000 eran criados. Además de sirvientes, acompañaban al monarca en su travesía 500 heraldos con bastones de oro y alrededor de 100 camellos que cargaban 136 kilos de oro.
Además, las historias sobre el poder financiero del rey no acaban ahí. Su generosidad, según las narraciones de la época, se equiparaba a su riqueza, tanto que a su paso por El Cairo hizo tantas donaciones a los pobres que causó una inflación masiva en la actual capital de Egipto.
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Sus aventuras y las habladurías sobre su riqueza se hicieron populares en todo el mundo hasta tal punto que llegó a oídos europeos. Tras confirmar que la riqueza del monarca era cierta, el reino de Mali fue incluido en el mapa más importante de la época: el Atlas catalán o Mapamundi de los Cresques (recogía los lugares conocidos por los europeos en varios mapas manuscritos del siglo XIV).
Sin duda, la historia de Mansa Musa I ha perdurado a través de los siglos, dejando un legado de riqueza y generosidad sin igual. Su fortuna sin precedentes y sus asombrosas hazañas siguen siendo una inspiración para aquellos que buscan conseguir grandes objetivos a nivel financiero, aunque difícilmente alguien logrará una fortuna similar.