El 20 de noviembre de 1882 nació Montserrat Casals y Baqué, aunque es más conocida por su pseudónimo, Elena Jordi. Jordi nació en Cercs, un municipio de la provincia de Barcelona, en Cataluña. Actualmente cuenta con 1169 habitantes.
Casals y Baqué era una mujer polifacética. Durante su vida, ejerció en diferentes profesiones, aunque todas estaban relacionadas con el mundo del espectáculo. Se convirtió en actriz destacando en las compañías Xirgu y Santpere. Su éxito fue tal que pronto creó su propia compañía de vodevil en el Teatro Español de Barcelona. Tal era su interés en el mundo del espectáculo que en 1918 decide dar el salto al mundo del cine mudo, convirtiéndose en la primera directora. Sin embargo, su recorrido profesional no ha trascendido a lo largo de la historia y, hoy, es una completa desconocida.
Montserrat Casals y Baqué era la segunda de las tres hijas que tuvieron Buenaventura Casals, hombre emprendedor, y María Baqué, mujer activamente social. A sus 19 años, la joven Montserrat se casó con el veterinario Josep Capellera. Tras varios años juntos, y dos hijas, Montserrat se separa de su pareja y en 1905 se muda a Barcelona junto a su madre, sus hijas y su hermana pequeña tras la muerte de su padre.
Instalada ya en la ciudad condal, la familia se hace cargo de un estanco. La familia otorgó al estanco gran dinamismo y un punto de reunión donde personajes conocidos del mundo cultural, artístico y periodístico barcelonés se reunían.
La vida de Montserrat cambiaría cuando conoció a Alexandre Soler Maryé. Soler era hijo del escenógrafo Francesc Soler i Rovirosa. Fue él quién introdujo a la joven en el ambiente teatral. Amigo y compañero, traductor y escenógrafo, director artístico y consejero económico, compartió junto a Montserrat éxitos y fracasos.
En 1908, ya convertida en Elena Jordi, debutó como actriz en pequeños papeles sin texto. Durante su vida artística, actuó con Margarita Xirgu, y conoció al escritor Santiago Rusiñol. Perteneció y ejerció como actriz en las compañías de Enric Borrás y de Josep Santpere.
Rápidamente, emergió como la actriz favorita del Paralelo, la arteria de la ciudad condal y la revista. Seis años después de su estreno, decidió formar su propia compañía teatral: la Compañía Catalana de Vodevil Elena Jordi.
Siendo empresaria pulió este tipo de espectáculos siguiendo los pasos de París, ciudad a la que viajó en diferentes ocasiones. La crítica había alabado antes su belleza y elegancia para actuar. Ahora como empresaria, los medios elogiaron su capacidad interpretativa de las obras.
Jordi obtuvo grandes éxitos con sus representaciones de Salomé, de Oscar Wilde; La Lepra, de Rusiñol; o La mujer desnuda, de Henry Bataille. 8 años que le valieron para aprender y enriquecerse para dar un salto más: el cine.
A partir de 1916, Elena Jordi empezó a colaborar con Studio Films y a recibir papeles en el cine, junto a su hermana Tina, que se acababa de introducir en el mundo del espectáculo. Dos años le valieron para aumentar su ambición. En 1918, Jordi se emprende en el mundo de la producción y dirección con su primer cortometraje: Thäis. El corto estaba basado en la ópera de Jules Massenet. Esta decisión la convirtió en la primera mujer española en dirigir una película.
Josep Cunill y Casal, autor de la biografía Elena Jordi: una reina berguedana a la cort del Paral-lel, durante una entrevista a Barcelona Film Commission, habló sobre la única cinta de Jordi: "Encontré un artículo de junio de 1917 donde Francisco Madrid, periodista y escritor conocido, entrevista a Elena Jordi y ella cuenta que ya tiene una película acabada y da información [...]. El director artístico era el hijo del gran escenógrafo del Liceo Francesc Soler Rovirosa, Alexandre Soler Marye". Además, Cunill y Casal añadió que, para la película, Jordi escogió actores que no pertenecían a su compañía. Uno de los miembros de la única película de Jordi fue Rafael Bardem, abuelo del famoso y reconocido actor español Javier Bardem.
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Hoy no es posible juzgar la obra de Jordi debido a que no se conserva ninguna copia. Solo podemos hacernos eco del cortometraje gracias a las reseñas de prensa, los datos que se han archivado del Ministerio de Cultura o las investigaciones realizadas por María Concepción Martínez Tejedor recogidas en su obra Directoras. Pioneras del cine español. De los años veinte a los años sesenta.
El mismo año de la publicación de su corto, la actriz y empresaria quiso construir un teatro en la Vía Layetana, el cual recibiría su nombre. No obstante, lo que un inicio se había proyectado como un teatro, se convirtió en el Pathé Palace, y a partir de 1940, en el Palacio del Cine.
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Sin embargo, algo cambió en la vida de Jordi. Su última actuación se registró en el año 1929 y, poco a poco, se fue alejando del mundo del espectáculo. 1945 fue el año en que la polifacética mujer murió, desconocida para la sociedad de la época.