Un equipo de arqueólogos chinos ha descubierto una excepcional tumba de unos 2.000 años de antigüedad que escondía un enigmático conjunto de tablillas rectangulares de madera que han sido interpretadas como un calendario astronómico. El hallazgo se ha registrado en el suroeste del país asiático, en el distrito de Wulong, en la municipalidad de Chongqing, según ha anunciado el Instituto de Investigación Arqueológica y de Reliquias Culturales de la región.
Según ha explicado Huang Wei, director del proyecto arqueológico, a principios de año salió a luz una colección de tumbas que datan desde la dinastía Han (202 a.C.-220 d.C.) hasta el periodo de las Seis Dinastías (222-589). La sepultura que pertenece a la dinastía Han Occidental (hasta el cambio de era) es la más importante y la que más objetos conservaba en su interior: hasta 600 piezas que incluyen artículos de laca, de madera, de bambú, de cerámica y de bronce.
Cada una de las 23 tablillas de madera documentadas miden aproximadamente 2,5 centímetros de ancho y 10 cm de largo están relacionadas, según los investigadores, con los diez troncos celestiales, un sistema creado por los antiguos chinos para registrar la secuencia cronológica de los acontecimientos históricos. Una serie de perforaciones circulares en los bordes sugiere que las piezas estaban unidas, pero no está claro cómo habría funcionado esta especie de calendario astronómico. Es la primera vez que se encuentra algo semejante en una antigua tumba del país asiático, aunque se sabe que escribir caracteres en trozos de madera o bambú fue habitual antes de la invención del papel.
"Lo emocionante de este descubrimiento no es sólo la gran cantidad de artefactos desenterrados, sino también la presencia de una lista de elementos funerarios que contienen un calendario preciso, que se ha verificado como del año 193 a. C., lo que proporciona claridad sobre el período de entierro de la tumba", ha explicado Huang Wei, según informa la agencia china Xinhua. "La tumba muestra la posición prominente de su propietario". El también arqueólogo Wang Meng ha asegurado que este enterramiento esconde la cámara de madera mejor conservada de todas las que se han encontrado en el suroeste de China.
Según los arqueólogos, este es un importante descubrimiento arqueológico sobre las dinastías Qin y Han en la cuenca del río Wujiang, y ofrece evidencia física e importantes materiales de investigación básica para futuros estudios de las costumbres funerarias y el análisis comparativo de artefactos famosos de principios de la dinastía Han Occidental.