Un vecino de la barriada cordobesa de El Higuerón escondía en su casa todo un museo arqueológico con piezas datadas entre la Prehistoria y el periodo romano. El Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil ha abierto diligencias sobre el sospechoso por un presunto delito contra el Patrimonio Histórico y otro de apropiación indebida en el marco de la operación "Natrivi".

La colección incautada este miércoles por el instituto armado se compone de más de 350 piezas arqueológicas, líticas, metálicas y cerámicas datadas entre la prehistoria y la época romana. Entre los restos recuperados se encuentran elementos líticos, que son los mayoritarios en la colección, como núcleos o grandes hojas/raspadoras, bifaces lanceolados, lascas y hojas de corte, además de grandes puntas, que aparentemente pertenecían al Paleolítico.

La operación se puso en marcha gracias a la colaboración ciudadana, señala en su nota el instituto armado. Tras el visionado de las piezas especialistas tanto de la Delegación Territorial de Turismo, Cultura y Deporte como del Museo Arqueológico de Córdoba determinaron la autenticidad de las mismas. Posteriormente, los agentes obtuvieron del juez una autorización de entrada y registro en el domicilio donde se encontraban las piezas y a donde también acudieron los expertos de la Junta de Andalucía.

Detalle de la vitrina EFE/ Guardia Civil

Expolio

Una gran parte de los restos líticos se exhibían en una vitrina mientras que otra parte de la inmensa colección descansaba en varias cajas situadas en el garaje de la vivienda, "todas ellas de incalculable valor arqueológico". Además, durante el registro se pudieron localizar varios documentos manuscritos donde se reseñaban numerosos yacimientos arqueológicos situados en la provincia de Ciudad Real. 

Entre el material, que ha quedado depositado a disposición judicial en el Museo Arqueológico de Córdoba, se encontraban presentes numerosas puntas de flechas, microlitos y hojas de corte y molinos de mano, que podían pertenecer al Calcolítico, mientras que las hachas y cinceles pulimentados que fueron incautados se encuadrarían en el Neolítico y Edad de Cobre.

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Pero no terminan ahí. En la vivienda han aparecido también varios elementos cerámicos tales como una olla y un vaso cerámico con reconstrucciones actuales y algunos cuencos datados en la época romana. 

Este tesoro, según señala la Guardia Civil, procede de numerosos yacimientos arqueológicos que han sido asaltados y total o parcialmente destruidos como consecuencia de intervenciones ilegales. 

Especialmente grave es, según el instituto armado, lo referente a los objetos metálicos, que suelen proceder en este tipo de colecciones de rebuscas ilegales realizadas con detectores de metales, por lo que la extracción de estos objetos supone una destrucción de mayor o menor calado del yacimiento, que ve menguado o, incluso, eliminado su potencial como documento histórico, impidiendo con ello la obtención de los datos científicos para la reconstrucción de nuestro pasado.