La pisada fósil de un 'Homo erectus'.

La pisada fósil de un 'Homo erectus'. Kevin Hatala

Historia

Increíble hallazgo: dos especies humanas pisaron el mismo suelo con horas de diferencia hace 1,5 millones de años

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El lago Turkana, en el valle del Gran Rift de Kenia, era hace 1,5 millones de años una sabana calurosa y repleta de vida salvaje. En una de sus orillas se presenció una escena que hasta hace poco habría sido considerada insólita, imposible: dos individuos de dos especies diferentes de homininos, un Homo erectus y un Paranthropus boisei, el pariente evolutivo más cercano del género Homo, pisaron el mismo suelo con apenas unas horas de diferencia. Es decir, coexistieron en la misma zona geográfica y en el mismo tiempo de forma aparentemente pacífica y persiguiendo recursos similares.

Al menos ese es el lienzo que un equipo de investigadores ha reconstruido gracias al hallazgo de una serie de huellas humanas en Kobi Foora, un yacimiento rico en fósiles de al menos cuatro especies, herramientas de piedra y restos de animales descuartizados. Según explican en un artículo publicado este jueves en la revista Science, se trata del primer ejemplo conocido de dos conjuntos de pisadas de homininos distintas estampadas al mismo tiempo en la orilla de un antiguo lago.

El equipo de científicos liderado por Kevin Hatala, profesor asociado de biología en la Universidad de Chatham (Estados Unidos), afirma que estos hallazgos ayudan a dilucidar la compleja historia evolutiva de la locomoción de los homininos y ofrecen "pruebas concluyentes" de que al menos dos especies pudieron haber interactuado en diferentes hábitats de África hace más de un millón de años, y lo hicieron con escasos niveles de competencia.

Model 3D de la superficie del lago Turkana con las huellas humanas.

Model 3D de la superficie del lago Turkana con las huellas humanas. Kevin Hatala

Las evidencias de esta coexistencia entre especies solo se había podido deducir hasta ahora en base al descubrimiento de fósiles dispersos superpuestos. Los análisis de las huellas han revelado que quedaron marcadas, con muy poco tiempo de diferencia —incluso es posible que llegaran a cruzarse, apunta Craig Feibel, coautor del estudio y profesor de Antropología en la Universidad de Rutgers (EEUU)—, en la misma capa de sedimentos donde se han identificado. Según los investigadores pertenecen a un Homo erectus y a un Paranthropus boisei, los dos grupos humanos más comunes en esa época del Pleistoceno. 

El estudio de las huellas sirve además para revelar nuevos detalles sobre la evolución de la anatomía y la locomoción humanas. "Brindan instantáneas vívidas que dan vida a los fósiles de nuestros antepasados", valora Kevin Hatala. "Con este tipo de datos podemos ver cómo los individuos vivos de hace millones de años se movían por sus entornos e interactuaban entre sí o incluso con otros animales. Esto es algo que realmente no podemos inferir analizando huesos o herramientas de piedra".

Homínidos y homininos

Los homininos son una subfamilia de primates de la categoría más amplia conocida como homínidos. En este grupo se incluyen los humanos así como los integrantes de su línea evolutiva directa, gorilas, bonobos y chimpancés. Es decir, la rama de organismos extintos y vivos que surgió hace unos 7-6 millones de años tras separarse de los grandes simios.

Pruebas inamovibles

Las huellas salieron a la luz en 2021 durante unas excavaciones dirigidas por Louise Leaky, miembro de la tercera generación de la famosa familia de paleontólogos, y en las que participaron locales keniatas. Fue precisamente uno de ellos, Richard Loki, quien encontró las pisadas en una zona en la que ya habían aparecido fósiles humanos. A continuación fueron analizadas con las últimas tecnologías de imagen 3D para descifrar todos sus detalles: a quién pertenecen, qué tipo de locomoción realizaba ese individuo...

Se trata de lo que los investigadores llaman "trazas fósiles", que ofrecen evidencias sobre un comportamiento y quedan fijadas en el tiempo, son inamovibles. Los huesos y dientes, por su parte, son vestigios de vidas pasadas, pero se pueden alterar y desplazar fácilmente por culpa del agua o de un depredador. "Esto prueba más allá de toda duda de que no solo uno, sino dos homininos diferentes caminaron sobre la misma superficie con pocas horas de diferencia", reitera Craig Feibel. "La idea de que vivieron de forma contemporánea no es nueva, pero es la primera vez que se demuestra. Es algo inmenso".

Según los registros fósiles, el Homo erectus, un antepasado directo de los humanos, sobrevivió un millón de años más. Sin embargo, el Paranthropus boisei se extinguió en los siguientes cientos de miles de años por un motivo que los paleontólogos todavía no han sido capaces de descifrar. Ambas especies tenían posturas erguidas, eran bipedales y muy ágiles. Aún se sabe poco sobre cómo interactuaban tanto cultural como reproductivamente, pero los nuevos hallazgos pueden ayudar a arrojar luz sobre este enigma.