Hallazgos fabulosos en unas termas sagradas de Italia: serpientes de bronce, huevos intactos y miles de monedas
- Las excavaciones en el yacimiento de San Casciano, un santuario en época etrusca y romana, siguen brindando increíbles materiales arqueológicos.
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La última campaña de excavación en las antiguas termas etruscas y romanas de San Casciano, un yacimiento ubicado en la provincia de Siena, en el centro de Italia, se ha saldado nuevamente con una serie de extraordinarios descubrimientos. Los arqueólogos han recuperado cajas de monedas de época republicana e imperial, dos coronas brillantes, joyas y numerosas serpientes de bronce (agatodemones), una de ellas de un metro de largo, que según las creencias del mundo antiguo encarnaban al espíritu bueno del manantial, encargado de interceder con la divinidad a la que se dirigían las plegarias. Unos hallazgos que inciden en la función terapéutica y religiosa del santuario, que se inauguró hacia el siglo III a.C. y permaneció activo hasta el V d.C.
San Casciano se ha convertido en uno de los yacimientos de época romana que más está deslumbrando a los arqueólogos, tanto por la calidad de los descubrimientos como por la cantidad. En 2022 emergió un espectacular conjunto de 24 estatuas de bronce etruscas y romanas datadas entre los siglos II a.C. y I d.C. El año pasado, los arqueólogos recuperaron en una zona interpretada como un gran templo con el pórtico adornado otra estatua de mármol de casi dos metros y en un perfecto estado de conservación que representa al dios Apolo joven con un lagarto.
Las excavaciones y estudios realizados a lo largo de estos últimos meses han arrojado nuevos y fascinantes descubrimientos bajo el agua termal y el barro. Los investigadores han centrado su trabajo en las profundidades de la piscina más antigua, erigida hacia el siglo III a.C. y reconstruida durante los reinados de los emperadores Tiberio y Claudio, en el siglo I d.C. Entre las piezas que han salido a la luz sobresalen una estatua de bronce de un niño con una esfera en la mano, monedas de época republicana e imperial, dos coronas de oro —una completa y otra fragmentada— y más ofrendas votivas con las que los romanos solicitaban el favor de los dioses.
"Es una sorpresa infinita", ha asegurado Jacopo Tabolli, codirector de los trabajos arqueológicos y profesor de la Universidad para Extranjeros de Siena, este martes durante la presentación de los avances. El descubrimiento de las culebras de bronce, han asegurado los investigadores, es la confirmación de que también se acudía a la fuente "para tener una relación directa con la divinidad", para interrogar a la serpiente o a los manantiales sobre las incógnitas del futuro. "Es como si las pequeñas serpientes y el agatodaemon, con las aguas que fluyen continuamente, llevaran un mensaje a la divinidad de los manantiales y a los dioses de la salud", ha detallado Emanuele Mariotti, otro de los codirectores.
El monumental complejo consagrado al baño y al culto de los dioses estaba formado por estanques, terrazas inclinadas, fuentes y altares. Los visitantes arrojaban a las piscinas sus ofrendas, desde monedas de oro, plata y bronce —se han recuperado más de diez mil— y lámparas de terracota hasta figuritas humanas como bebés envueltos en mantas y niños con amuletos al cuello, para pedir por una mejor salud. En esta última intervención, uno de los hallazgos más sorprendentes han sido decenas de huevos de gallina, algunos todavía intactos, que se arrojaban al agua como símbolo de renovación y renacimiento.
Entre las estatuas (cuatro), extremidades y cabezas de bronce recuperadas, los arqueólogos han destacado un torso masculino cortado por la mitad desde la cabeza hasta los genitales de una extraordinaria calidad que fue arrojado a la fuente por un tal Cayo Roscio, que vivió en el siglo I a.C. "Se ofrecía [a los dioses] la parte curada", ha dicho Tabolli, desvelando una emotiva estampa de hace más de dos milenios. Todas las piezas recuperadas se encuentran ya en el laboratorio para que los restauradores documenten todos sus detalles y secretos.
"Estos restos nos trasladan un mensaje antiguo pero actual, la conexión entre la salud y la necesidad de cuidarse y la fe, entre el método científico y las prácticas rituales, todo ello vinculado al agua", ha subrayado el responsable de conservación del Ministerio de Cultura, Luigi La Rocca. Entre el mármol de estas termas sagradas han aparecido excepcionales inscripciones en lengua etrusca, como peticiones de hombres y mujeres con nombres de ciudades de esa civilización, como Cleusi, así como juramentos en latín.
En la presentación de estos nuevos descubrimientos, en la que han participado el ministro de Cultura, Alessandro Giuli, el presidente de la región de la Toscana, Eugenio Giani, y otras autoridades como el director general de museos italianos, Massimo Osanna, se ha avanzado la intención de abrir hacia finales de 2026 un Parque Arqueológico, un museo y un centro de investigación para que el público conozca todas las maravillas que escondía este asombroso yacimiento.