Ni el de Mérida ni el de Córdoba: este es uno de los templos romanos mejor conservados de Hispania
- El templo romano de Évora, en Portugal, se construyó en el siglo I a.C. y ha tenido una azarosa historia.
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Los templos eran un lugar de culto a los dioses en la Antigua Roma. Unos edificios normalmente columnados que se asentaban sobre un podium o pedestal y donde se veneraban a las muchísimas divinidades que integraban el panteón romano. De diversas dimensiones e importancia, prácticamente todas las ciudades del Imperio disponían de al menos de una de estas estructuras.
Fue el caso, por ejemplo, de la antigua provincia de Hispania, donde los antiguos romanos levantaron majestuosos templos, como los de las localidades de Mérida (Augusta Emerita) o Córdoba (Corduba), cuyos vestigios han sobrevivido hasta la actualidad en bastante buen estado de conservación.
Sin embargo, en el moderno territorio de Portugal, que en la Antigüedad integraba el territorio hispano, también se conserva uno de los templos romanos más espectaculares que se pueden ver en toda la Península Ibérica. Hablamos del templo romano de Évora.
Templo romano de Évora
Évora es la capital de la región del Alentejo, ubicada en la zona centro-meridional de Portugal. De entre todos los monumentos históricos que conserva y si queremos fijarnos en aquellos de época romana, tenemos que hablar de que en sucentro histórico se encuentra un extraordinario templo.
El templo romano de Évora es uno de los mejor conservados de la Península Ibérica. También es conocido como templo de Diana, en referencia a la diosa romana de la luna, la caza y la naturaleza salvaje. Sin embargo, no se conoce el motivo por el que se ha asociado el templo a esta diosa, pues no hay ninguna prueba arqueológica que confirme esta conexión.
En lo que respecta a las fechas de origen del templo, fue construido en el siglo I a.C., en el foro de Évora (entonces llamada Liberalitas Iulia), y modificado posteriormente en los siglos II y III. Tiempo después, el edificio fue destruido tras la invasión de la ciudad en el siglo V por los godos.
En consecuencia, en la actualidad solo quedan partes del foro en una plaza abierta presidida por la catedral y el palacio de Don Manuel. De la parte que se conserva del templo llaman la atención las 14 columnas, que se mantienen en un buen estado de conservación.
A lo largo de los siglos, el templo ha ido sufriendo una serie de cambios. En el caso de la Edad Media, cabe destacar que los restos del edificio fueron utilizados para la construcción del castillo de Évora. Posteriormente, desde el siglo XIV hasta 1836, fue convertido en torre y se cree que fue utilizado como carnicería.
Resulta llamativo saber que la estructura original de este templo era probablemente similar al de la Maison Carrée en Nîmes, en Francia.
En la actualidad, el templo de Diana está abierto al público y se puede visitar como parte de un recorrido por el centro histórico de Évora. Es uno de los puntos de interés más populares de la ciudad y ofrece a los visitantes la oportunidad de explorar la historia romana de la región. Es una de las principales atracciones turísticas de Évora y un punto de referencia importante en el patrimonio romano de Portugal.
Cabe destacar que los templos tuvieron una gran importancia en el Imperio romano. Eran edificaciones sagradas dedicadas a la veneración de sus deidades. Se trataba de lugares de culto donde se llevaban a cabo ceremonias religiosas, sacrificios y otras prácticas rituales. Solían tener un diseño arquitectónico característico, con columnas, un frontón triangular en la parte frontal y una cella o santuario donde se guardaba la estatua del dios o diosa a la que estaba dedicado el templo.
Los templos eran una parte integral de la vida religiosa y cultural romana, y se encontraban en todo el Imperio, desde la Urbs hasta las provincias más distantes. Además de su función religiosa, los templos también podían tener importancia política y social, ya que a menudo se asociaban con la autoridad y el poder de la ciudad o del Estado.