Son muchos los lugares de España que albergan una gran historia, a pesar de no ser conocidos por la mayoría: castillos, palacios, ciudades, pueblos... Auténticos tesoros en los que han estado algunos de los personajes más celébres de nuestra historia.
Es el caso de un desconocido pueblo de Navarra que, sin embargo, fue muy popular por ser el lugar en el que pasó un verano un rey de España. Se trata de Corella, un municipio situado en una zona conocida por su agricultura, vino y patrimonio histórico.
En este sentido, este lugar destaca por haber sido la residencia temporal del rey Felipe V, así como de su esposa, la reina María Luisa de Saboya, y el resto de la familia real. Además, este pueblo es particularmente conocido por su patrimonio barroco.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que Corella es un municipio y una ciudad de la Comunidad Foral de Navarra, que se encuentra concretamente situado en la Ribera de Navarra, a unos 92 kilómetros de Pamplona, la capital de esta comunidad autónoma.
En cuanto a la historia de este lugar, cabe destacar que se cree que sus orígenes se remontan a la época romana. Sin embargo, fue durante la Edad Media cuando la localidad tuvo un papel más importante en la región. En cualquier caso, el desarrollo de este pueblo continuó en las centurias posteriores, especialmente durante el Siglo de Oro.
Durante la Edad Media, Corella fue reconquistada por los cristianos al mismo tiempo que Tudela y otros lugares de la Ribera Navarra, concretamente durante la segunda década del siglo XII y gracias a las campañas de Alfonso I el Batallador de Navarra y Aragón.
Además, hay que tener en cuenta que Corella tuvo gran importancia a lo largo de los siglos, debido a su carácter fronterizo. De hecho, durante los siglos XIII, XIV y XV los sucesivos monarcas navarros le otorgaron privilegios debido a esta posición estratégica.
También cabe destacar que, durante los siglos XVII y XVIII, la ciudad experimentó un importante desarrollo arquitectónico, lo que dio lugar a numerosas iglesias, conventos y palacios de estilo barroco. Esto hizo que Corella se volviera particularmente conocida por su riqueza en arquitectura barroca.
Y otro de los grandes hito de Corella tiene que ver con que el 14 de junio de 1711 el rey Felipe V, acompañado de toda la familia real, decidió trasladar toda la Corte a Corella durante cuatro meses. En consecuencia, pasaron todo el verano del mencionado año en esta localidad.
Se cree que el motivo por el que los reyes pasaron este tiempo en Corella tiene que ver con la fama curativa de los ajos de Corella, así como por el microclima de esta región, teniendo en cuenta que la reina estaba enferma de tuberculosis.
Entre los principales lugares de interés de Corella se encuentra el Palacio de los Sesma o la Casa de las Cadenas, un edifico de tres plantas que se concluyó en 1711 y que llama la atención por las cadenas que están situadas sobre la puerta principal y que fueron mandadas poner por el rey Felipe V. Fue allí donde residió la familia real durante ese verano.
De Corella también destaca el casco antiguo de la localidad, que es un gran testimonio del arte barroco, así como otra joyas arquitectónica, que es la Iglesia del Rosario, un impresionante templo barroco construido en el siglo XVIII. Su interior es notable por la riqueza de sus decoraciones y su impresionante retablo.
Y de Corella tampoco te puedes perder su Museo de Arte Sacro, que posee arte sacro del Renacimiento y del Barroco, así como una parte de la obra del pintor corellano Antonio González Ruiz.