Una vez te has hecho con todo el material escolar necesario para tus hijos, y éstos ya han vuelto a las clases, suele ser el momento clave para preparar los libros para que duren todo el curso, y la mejor opción es forrándolos.
Esta tarea suele ser bastante típica sobre todo en los cursos de primaria, cuando los libros son algo más gruesos y grandes, y los niños los llevan y traen todos los días, los meten y sacan del cajón y la mochila, los mueven cuando están haciendo los deberes y estudiando…
Sin duda el trato y manejo diario que le da un niño puede hacer que se manchen o se dañen, y el forro puede evitar muchos de esos problemas aunque solo se trate de un plástico trasparente que cubre las tapas del libro.
Existen diferentes métodos y maneras de hacerlo y por ello te dejamos todo lo que necesitas para forrar los libros de tus hijos de la forma que te sea más útil y cómoda, ya que es una práctica que suele requerir bastante paciencia para que quede un buen resultado.
Pack de 5 forros con solapa
Si optas por este pack tendrás una de las formas más sencillas de forrar los libros, ya que vienen en una medida de 29 por 53 centímetros, ajustables y que suelen ser aptos para los tamaños estándar. Su solapa se pone por la cara interna de las tapas, la fija con su banda adhesiva y listo. Aunque es una de la opciones más rápidas y sencillas, cabe decir que los cantos superior e inferior de las tapas quedan sin protección.
Más abajo puedes encontrar otro pack similar de fundas con solapa ajustable si esta técnica es tu preferida.
Rollo de forro sin adhesivo
Este rollo de polipropileno transparente mate y sin adhesivo ofrece una manera que requiere algo más de habilidad para recubrir los libros de tu hijo. Tendrás que medir las dimensiones que necesitas y recortarlo a la medida justa, para después hacer otros cuantos cortes que hagan casar las esquinas y los bordes de forma correcta, metiendo el sobrante en la cara interna de las tapas y pegándolas con celo. Este rollo es de 40 cm de ancho y vienen 10 metros de producto.
Este método protege más y permite ajustar el forro y que se adapte perfectamente al libro.
Rollo de forro autoadhesivo
En este caso encontramos una versión algo más compleja de la manera de forrar anterior. También tendrás que medir y cortar pero esta vez con la precaución de colocar en su sitio el trozo de plástico a la primera, ya que una vez quites la capa protectora, se pegará al libro automáticamente y será diícil de modificar la posición en que quede. La cuadrícula podrá ayudarte a medir mejor dónde colocarlo.
Tijeras y cinta adhesiva con cortador
Por si te hacen falta unas buenas tijeras y un celo que no te haga estar a cada momento donde empieza el corte, y poder hacer trozos con una solo mano, te dejamos estos básicos que no pueden faltar en un buen kit para forrar todos los libros que necesites., y que te será útil para muchas cosas más.
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