La logística ha salido reforzada del coronavirus. El confinamiento ha servido de recordatorio sobre la importancia que juega este sector en el abastecimiento de la sociedad en todas sus dimensiones, pero al mismo tiempo ha puesto de manifiesto sus limitaciones y va a acelerar su adaptación a los procesos de la Industria 4.0.
Ya antes de la pandemia, Toyota Material Handling había decidido impulsar esa transformación con la compra de la empresa estadounidense Bastian Solutions y la posterior integración de su división europea en Toyota Logistic Solutions.
Como adelantó este periódico, ese movimiento ha convertido a España en su 'hub' de ingenieros para automatizar y aplicar las herramientas de la Inteligencia Artificial a 30 centros que tiene repartidos por todo Europa.
Los tres responsables de esta integración cuentan ahora en una entrevista con Invertia los detalles de esa operación y los motivos que hicieron al grupo apostar por España para montar un centro de excelencia.
"La historia de Logistic Solutions comenzó en los años 80 cuando se pusieron en marcha las primeras máquinas automáticas. En los últimos 20 o 30 años, el mercado de carretillas ha madurado y ahora nos encontramos en un punto en el que Toyota, como empresa, tiene que cambiar de oferta para seguir siendo relevante para los clientes. No podemos ser solo una commodity. Tenemos que vender soluciones y no solo un producto", explica el director para España de Toyota Logistic Solutions, Sander Aerts.
Fue en esa búsqueda por aportar valor añadido, en la que Bastian se cruzó en el camino del gigante japonés. "El mercado de las carretillas está cambiando y una de las aportaciones de Toyota es la transformación de la oferta, cómo dar servicio a los clientes que buscan automatización, nuevos canales de venta, acercarse a las ciudades, clientes que buscan autonomía o menos dependencias operativas...", añade el director para Europa de Toyota Logistics Solutions Systems Integration, Guillermo Albaladejo, que procede de la empresa americana.
Su objetivo es ofrecer alternativas dentro de la automatización más allá de los vehículos no tripulados. "Hablamos de negocio de sistemas integrados, de robótica, de transportadoras, de realidad aumentada, de vehículos no tripulados con capas de software que planean, coordinan y ejecutan una explotación completamente automatizada...", concluye.
El coronavirus ha acelerado la llegada de la llamada industria 4.0, algo de lo que se venía hablando mucho, pero que algunos desconocen todavía. En el caso de la logística, "la industria 4.0 es ir más allá de la automatización que ya existía en el 3.0. Ahora, la inteligencia se aporta a cada elemento que se transporta y que compone el sistema", algo que permite reducir costes a las empresas que invierten en ello, cuenta el country manager de Toyota Logistic Solutions Systems Integration, Alban de Lasus.
En ese sentido, Bastian era una empresa con un modelo de negocio enfocado a "analizar datos logísticos y transformarlos en datos de ingeniería". Un "proceso que permite sacar casos de estudio, trabajar con el cliente y analizar la mejor opción para él sin dejar de darle soporte durante la vida útil que contrata", señala Albaladejo.
Los tres directivos, que coordinan desde España la automatización de los procesos en cinco mercados (España, Italia, Suecia, Holanda y Bélgica) con el objetivo de que lleguen a ser 30 países, reconocen que la pandemia del coronavirus ha acelerado ese proceso.
"La crisis del coronavirus es una oportunidad para nosotros", reconoce Albaladejo. "Las cadenas de suministro se van a acortar, muchas empresas ahora quieren comprar productos más próximos a su nodo de producción, no quieren depender tanto del exterior", explica Albaladejo.
Las cadenas de suministro se van a acortar, muchas empresas ahora quieren comprar productos más próximos a su nodo, no quieren depender tanto del exterior
Ese proceso, añade el ingeniero español, va a modificar los costes de producción, dado que de un lado, las compañías tendrán que pagar alquileres más caros y contratar más trabajadores, mientras que por otro, podrán abaratar costes gracias a la tecnología.
El acelerón a esa transformación no va a venir solo del sector privado, ya que hay Gobiernos que quieren impulsar este tipo de proyectos para ayudar a que sus industrias sean más competitivas.
"Muchos clientes europeos nos llaman porque en países como Italia o Alemania hay ventajas fiscales para implementar proyectos con la industria 4.0. Aunque sea un mercado joven, quieren incentivar así que las fábricas se metan en ellos", reconoce Albaladejo.
La elección de España
Se trata de incentivos con los que no cuenta España, pese a que ha sido el país elegido para coordinar el diseño de todas esas automatizaciones que permitirán a los almacenes logísticos aprovechar las ventajas de las herramientas de la era de la Inteligencia Artificial.
Cuando Bastian decidió instalarse en Madrid para abrir negocio en Europa, la compañía evaluó varias regiones en un proceso en el que quedaron finalistas Reino Unido, Benelux y España.
"Una de las cosas que nos gustó de España fue el perfil de los ingenieros españoles: profesionales preparados, trabajadores, creativos... Son características que nos recuerdan a los ingenieros americanos y esa afinidad cultural ayudó a tomar la decisión", destaca Albaladejo.
El responsable para Europa de esta división considera que los ingenieros españoles pueden ser "muy emprendedores" en el ambiente correcto de gestión. Mientras, Sander Aerts subraya que son profesionales "más comprometidos con su trabajo que los de otros países".
"Vengo de Bélgica y también he trabajado en Suecia. En esos países, a las 16:00 horas es difícil encontrar trabajando. En España, la gente dedica mucho tiempo al trabajo", reconoce Aerts, que asiste en remoto desde Barcelona a esta entrevista realizada en las oficinas de Madrid.
¿Influyeron también los costes laborales en la decisión de instalarse en España? "No lo miramos de esa manera. Debemos pagar sueldos comparados porque queremos competir con el norte de Europa y aportar valora añadido. Con nosotros, trabajan personas de otros países de Europa, de Estados Unidos. Traemos a la mejor gente de la industria y la retenemos", afirma Albaladejo, que zanja el debate afirmando: "No es un tema de costes, es un tema de actitud".
Con nosotros, trabajan personas de otros países de Europa, de Estados Unidos... Traemos la mejor gente de la industria y la retenemos
Más allá de contar con el capital humano adecuado para las necesidades de la compañía, España no ofreció ventajas, frente a otros rivales europeos que sí trataron de llevarse este proyecto.
"Cuando Bastian llegó a Europa, otros países se enteraron del interés y nos llamaron de Aslacia, Portugal, Noruega… Recibimos llamadas de varias regiones europeas para ofrecernos algún tipo de incentivo. En ese sentido, parece que España no está pescando negocios internacionales. Hay un problema sistemático sobre cómo captamos empresas internacionales", reconoce Albaladejo.
Empresas familiares
Con la maquinaria ya en marcha, los directivos explican que su plan de negocio pasa por abrir camino en el mundo de la mediana empresa europea, sin renunciar a las grandes cuentas.
En ese sentido, su objetivo es lograr automatizar proyectos medianos -lo que traducido cifras supone cerrar contratos de entre 500.000 euros y ocho millones de euros- sin renunciar a otras grandes cuentas que pueden representar acuerdos de entre 20 y 50 millones de euros.
Entre sus clientes, figuran empresas de todo tipo de sectores, incluido el farmacéutico. Así que su operativa también ha sido un termómetro para conocer el impacto económico en distintos ámbitos de la economía y regiones.
En el caso español, "ha habido industrias que han parado proyectos, mientras otras han seguido invirtiendo. Hemos perdido por un lado, pero hemos ganado por el otro. No creo que se haya compensado lo perdido por el parón de los últimos tres meses, pero veremos en los próximos meses", asegura De Lasus. Según sus datos, en otros países de Europa la magnitud el parón no ha sido similar.
Sin embargo, sus previsiones de crecimiento son ambiciosas. Prevén batir en entre cinco y ocho puntos el crecimiento del PIB en ejercicios normales y superar esas franjas en años malos para la economía, en los que la demanda de automatización aumenta aún más.