Iberdrola se convertía en junio en la primera multinacional del Ibex 35 en lograr el certificado AENOR de protección frente a la Covid-19. Un reconocimiento que avalaba los protocolos de protección de la salud y seguridad puestos en marcha en la energética para proteger a sus empleados y clientes. Ahora, la compañía española ha podido ampliar este reconocimiento a nivel mundial, al extenderlo el pasado 15 de julio a todas sus filiales: Iberdrola España, ScottishPower, AVANGRID, Neoenergia, Iberdrola México e Iberdrola Energía Internacional.
Con este certificado, AENOR respalda las buenas prácticas de las empresas en la gestión de riesgos derivados de la emergencia sanitaria. Para ello, se evalúan factores como la organización de los empleados, la salud laboral, la limpieza e higiene de las instalaciones y las medidas de protección, así como los ciclos de formación y la comunicación de la crisis que hayan llevado a cabo las empresas. En último lugar, se revisa la continuidad en el tiempo de todas estas operaciones.
En el caso de Iberdrola, además de la salud de sus trabajadores, prima el mantenimiento de calidad del suministro de energía, por lo que AENOR ha validado, además, todas las actividades de producción, transporte, distribución y comercialización de la energía. En este aspecto cabe destacar el esfuerzo de la compañía por mantener toda la cadena de suministros operativa durante la emergencia sanitaria, adelantando la adjudicación de pedidos a más de 10.000 proveedores por valor de 7.000 millones de euros en el primer semestre del año.
Más de 150 iniciativas para luchar contra el coronavirus
El protocolo frente a la Covid-19 certificado por AENOR supone también un reconocimiento a las más de 150 medidas impulsadas por Iberdrola a nivel global para apoyar a sus empleados, clientes, proveedores y accionistas durante la pandemia y seguir prestando un servicio esencial a los más de 100 millones de personas a los que suministra energía en todo el mundo.
Este plan de acción global se activó en marzo, siendo una de las primeras medidas la implantación del teletrabajo para los empleados de sus centros corporativos. El grupo cuenta con una plantilla de más de 35.000 personas en 23 países, de los que el 95% pudieron realizar sus funciones en remoto con normalidad gracias a la previa inversión en digitalización de la energética.
De cara al futuro, uno de los objetivos de Iberdrola para hacer frente a la crisis económica derivada de la emergencia sanitaria es la aceleración de las inversiones y la creación de empleo de calidad. Según ha anunciado su presidente, Ignacio Galán, Iberdrola prevé invertir hasta 10.000 millones de euros en 2020 y contratar hasta 5.000 nuevos profesionales a lo largo de los próximos meses.
Desescalada interna en marcha
El grupo está ya inmerso en su proceso de desescalada para retomar su actividad normal y que sus empleados vuelvan a las oficinas progresivamente. De hecho, los trabajadores de la empresa en Europa continental ya han regresado a sus puestos de trabajo y en el resto de países se avanza conforme a las circunstancias y legislación en cada uno de ellos.
En un plano más social, estos últimos tres meses Iberdrola también ha llevado a cabo distintas iniciativas solidarias destinadas a la lucha contra el coronavirus. La compañía ha donado artículos sanitarios de primera necesidad por un valor de más de 30 millones de euros, y también se ha reforzado la red para asegurar un suministro ininterrumpido de electricidad en los centros hospitalarios.
También en el resto de países donde la compañía está presente se han replicado este tipo de acciones. En México, por ejemplo, Iberdrola ha adquirido material sanitario para el sector público por valor de 60 millones de pesos (algo más de 1 millón de euros). En Estados Unidos, la filial Avangrid ha destinado medio millón de dólares en fondos para la recuperación del coronavirus y en el Reino Unido, se han facilitado medios de transporte al personal sanitario, entre otras iniciativas.