Como quien juzga un libro por su portada, a la hora de elegir un producto de cosmética nos fijamos en la marca, a menudo en el diseño y, en general, en su apariencia exterior. Pero en lo que no solemos reparar -porque casi nunca se ve- es en la larga y compleja cadena de producción que atraviesan estos productos hasta que llegan a su estante en las tiendas.
La compañía de supermercados Mercadona trata de poner en valor esta parte ‘invisible’ del proceso de creación de sus productos de perfumería y cosmética, y para ello ha lanzado la campaña Lo que importa no se ve. A través de ella, invertirán más de un millón de euros en su sección de perfumería, en la que se pueden encontrar más de 100 fragancias y productos de todo tipo, desde maquillaje a tratamientos de cosmética.
La clave del éxito de sus productos y por tanto, de toda la cadena de producción previa, ha sido, recalcan desde la compañía, haber escuchado al cliente desde el principio. Los clientes de Mercadona son una parte esencial en la definición de los productos que posteriormente se elaboran y ponen a la venta en los supermercados de la cadena, pero, ¿cómo participan en el proceso?
¿Cómo es la cadena de producción?
El primer paso de este largo proceso es la fase de captación. Los propios especialistas de Mercadona en cosmética y otras áreas trabajan a pie de tienda y en los centros de coinnovación hablando con los clientes para conocer sus preferencias y necesidades. Una vez recogida toda esta información, se traslada al departamento de compras para que los proveedores de la compañía puedan dar comienzo a la elaboración de los productos.
Ya en la fase de creación, los proveedores de Mercadona (RNB, Flor de mayo, Premi, Firmenich, Global Fragance, Symrise, Wecolors, Givaudan y You Cosmetics) ponen los mejores recursos y materias primas en manos del talento de sus especialistas para cumplir todos los requerimientos de calidad que se pondrán a prueba más tarde.
Cuando estos productos alcanzan sus primeras fases, Mercadona hace una selección de las mejores propuestas para presentarlas de nuevo ante sus clientes y conocer su opinión. Entonces, solo aquellos productos que cumplan estrictamente con sus requisitos se pondrán a la venta en las estanterías de su sección de perfumería.
Tres simples pasos que, sin embargo, suponen meses de trabajo e inversión para ofrecer un producto acorde con la demanda de sus clientes. El trabajo que hay detrás de, por ejemplo, un elegante bote de perfume es lo que la compañía trata en esta ocasión de poner en valor a través de la campaña Lo que importa no se ve, que llega justo a tiempo para la temporada de Navidad.
En esta época es habitual regalar productos de perfumería o cosmética, pero este año, además, desde Mercadona saben que lo importante será tener en cuenta la esencia de los productos. Esto es algo que va más allá de su exterior y que solo se puede conseguir cuando se cuenta con los mejores ingredientes, los mejores especialistas y cuando, en última instancia, se logra llegar al último y más importante eslabón de la cadena, el cliente.
'Mercadona lanza una campaña para poner en valor el proceso de creación de sus productos de perfumería' es un contenido elaborado por Marcas Ñ, la sección de Branded Content de EL ESPAÑOL, en colaboración con Mercadona.