ESG. Tres siglas que cada vez suenan más en las conversaciones sobre recuperación, nuevo modelo económico y tendencias de inversión. Responden, en inglés, a medio ambiente, sociedad y gobernanza y se han situado en el centro de toda estrategia que avance hacia un crecimiento sostenible y a largo plazo. Iberdrola, que lleva la sostenibilidad en su ADN, sustenta sobre estos tres ejes su modelo de negocio, que le ha llevado a convertirse en líder renovable mundial y en una de las primeras utilities del mundo sin dejar de responder a los intereses de todos sus grupos de interés, incluidos naturalmente sus accionistas y la sociedad en general.
Coherente con este compromiso, el grupo liderado por Ignacio Galán ha reformulado su Sistema de gobernanza y sostenibilidad −nueva denominación de su sistema normativo− en base a estos principios ESG y ha articulado sus contenidos en torno a estos tres ejes principales que la comunidad inversora internacional utiliza para medir el impacto y la sostenibilidad de sus inversiones.
Iberdrola pasa así a estructurar su gobernanza en cinco libros: Estatutos Sociales, el Propósito, el libro relacionado con el medioambiente, el de compromiso social, y, el último, el de gobierno corporativo, que incluye, además de las políticas de gobierno corporativo, las políticas de riesgos y las normas de gobierno, las relacionadas con la prevención de abuso de mercado. Así, la compañía se sitúa una vez más como líder en materia de gobernanza, como ya le han reconocido en varias ocasiones los prestigiosos World Finance Corporate Governance Awards.
Con las últimas tendencias en diversidad e inclusión
La apuesta por la igualdad de oportunidades y la diversidad es otro de los caballos de batalla de Iberdrola. Por este motivo, junto con la reformulación de su ordenamiento interno, el Consejo de Administración del grupo ha aprobado una Política de diversidad e inclusión con la que incorpora a su ordenamiento las últimas tendencias en esta materia.
Prueba de este compromiso con el fomento de la diversidad, la igualdad, la inclusión y el sentido de pertenencia es el primer Informe de Diversidad e Inclusión de Iberdrola. En él, el grupo recopila las iniciativas desarrolladas por la compañía en estas materias, consideradas una prioridad estratégica para el crecimiento sostenible de la compañía, con sus equipos, sus clientes, sus proveedores y las comunidades donde opera. En el informe, Ignacio Galán, presidente de Iberdrola, explica cómo "el gran factor diferenciador para el éxito de las empresas en el siglo XXI es el talento. Contar con un equipo diverso y con una cultura que fomente la inclusión es imprescindible para cualquier grupo que aspire a afrontar los retos de una realidad cambiante".
Asimismo, Iberdrola ha incluido un apartado específico en materia de desconexión digital y respeto a la vida privada en su Política marco de recursos humanos. De esta forma, el grupo promueve la efectiva separación de los ámbitos profesional y personal, con especial atención a la desconexión de los dispositivos digitales, sin que se favorezca o discrimine a los profesionales y atendiendo a la diversidad de sus distintos colectivos profesionales.
Las metas de un líder global para 2025
El reciente plan 2020-2025 presentado por Iberdrola, que contempla inversiones de 75.000 millones de euros en seis años que contribuirán de manera decisiva a impulsar la recuperación económica y del empleo, se fija también ambiciosas metas ESG.
Con unas emisiones de CO2/kWh que son ya dos tercios inferiores a la media europea, la estrategia de inversión en energía limpia y redes llevará a Iberdrola a ser una compañía neutra en carbono en Europa en 2030 y a reducir sus emisiones de CO2 a nivel global un 86%, hasta los 50g/kWh, al final de la década -serían de 70g/kWh a finales de 2025-. Junto con sus objetivos de emisiones, Iberdrola incidirá también en la reducción de su consumo de agua y hará de la tecnología y la innovación aliados clave: sus inversiones en I+D+i alcanzarán los 400 millones de euros en 2025, desde los 280 millones de 2019. Los avances de la compañía serán compartidos y reforzados por su cadena de valor.
En materia social, Iberdrola prevé contribuir al mantenimiento de 500.000 empleos en todo el mundo a través de sus proveedores al final de 2025; apostar por la diversidad, con un 30% de mujeres directivas en ese mismo año, y reducir la brecha salarial por debajo del 2%, en una empresa en la que ya en 2019 las mujeres cobran más de media que los hombres. En paralelo, llevará el suministro eléctrico a 14 millones de personas que actualmente carecen de él y, a través de su la actividad de su Fundación, beneficiará a 1,4 millones de personas de colectivos vulnerables con diferentes actuaciones.
En el tercer eje, el de gobernanza, el grupo acaba de dar un gran paso con la mencionada reformulación de su Sistema de gobernanza, que seguirá revisando de forma continua para implementar las mejores prácticas y tendencias internacionales.