Las principales vías de entrada y salida para el transporte de mercancías entre Francia y Reino Unido están cerradas en ambos sentidos desde el domingo por la noche por miedo a la nueva cepa de la Covid-19 que se ha detectado en el país británico.
Este colapso ha dejado a cientos de transportistas tirados en ambos países sin saber si podrán entregar sus mercancías y volver a casa. Ante esta situación, el presidente de la Asociación de Transporte Internacional por Carretera (Astic), Ramón Valdivia, recomienda a aquellos que tengan que hacer el viaje a Reino Unido “estar ya preparados con una ruta B de retorno al continente vía puertos españoles o vía puertos holandeses si es que quedasen plazas libres en los ferris que cubren esas rutas entre Gran Bretaña y dichos países”.
Ante todo, reclama la Astic, “lo primero es extremar las medidas de autoprotección que ya vienen practicándose si no hay más remedio que hacer el viaje (por ejemplo porque la mercancía sea perecedera, recordemos que estamos en plena campaña hortofrutícola de exportación)”.
De la misma manera, denuncia que “se supone que están tratando de encontrar posicionamientos conjuntos en la UE desde la mañana del lunes, pero cada país está actuando solo y, en nuestro caso, con escasa claridad de planteamientos”. “No sabemos bien a qué atenernos”, lamenta Ramón Valdivia a Invertia.
Hay que actuar ya
En cualquier caso, denuncia la Astic, “lo que debería primar ante todo, desde los poderes públicos, es tener en cuenta que los profesionales atrapados durante horas en la carretera son personas que están cumpliendo con su deber en bien de toda la sociedad”.
“Merecen una adecuada atención porque no es de recibo que se les aplauda cuando cumplen y no se les tenga en consideración a la hora de facilitarles comida, bebida o servicios por no hablar de protección policial ante las mafias de tráfico de la inmigración ilegal que operan del lado continental”, asegura la asociación.
La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) ha pedido al Gobierno que actúe con urgencia para conseguir que los transportistas españoles atrapados en Francia y Reino Unido vuelvan a casa.
En una carta remitida al titular de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, por el presidente de CETM, Ovidio de la Roza, pide el apoyo "incondicional" del Gobierno, que debe llevar a cabo "todas las acciones diplomáticas necesarias" con Francia y Reino Unido, además de buscar soluciones "urgentes, armonizadas y consensuadas" en el seno de la Unión Europea (UE).
El mensaje de Exteriores
El Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación está trabajando con el Reino Unido y con Francia para facilitar el retorno de los transportistas y los ciudadanos españoles afectados por el cierre temporal de la frontera con Francia lo antes posible, según ha anunciado la tarde de este martes.
Negocio millonario
Si esto continúa así, explica Ramón Valdivia, “corremos peligro de que (como ya ha anunciado alguna gran empresa europea de transporte por carretera) acabemos por no cubrir esas rutas a ningún precio”. En ese caso, calcula el presidente de Astic, “se estará poniendo en peligro una relación comercial de 100 millones diarios, entre exportaciones de España a Reino Unido e importaciones españolas desde ese país, que también vienen en camión; camión que es de una empresa de transporte española en más del 90% de las ocasiones”.
A las empresas miembro de esta organización, ha indicado Ramón Valdivia, “los atascos les están provocando pérdidas de unos 2,5 millones de euros diarios sólo en facturación, a lo que hay añadir los costes de oportunidad por tener bloqueada parte de la flota y de su fuerza laboral en esas esperas interminables para cruzar el Canal”.
Caos acelerado por el Brexit
La raíz de todo este problema que ha explotado en las últimas semanas radica en el fracaso de las negociaciones para la salida de Reino Unido de la Unión Europea. “Los exportadores siguen recibiendo los pedidos desde UK en niveles exagerados debido a las prisas por evitar la imposición de aranceles que ocurrirá el día 1 de enero”, señala Ramón Valdivia.
Cuanto más próxima la fecha de recepción al fin de año, más valiosa es la diferencia de precios entre antes y después de aranceles puesto que los costes derivados del sobrestocaje serán menores. Por tanto, explica el presidente de Astic, “lo ideal para un importador británico sería recibir toda la mercancía que vaya a necesitar durante los primeros meses de 2021 anticipadamente en 2020 lo más cerca posible del último minuto”.
Lo que está claro, expone el responsable de esta asociación, es que el brexit acarreará “un coste para nuestro sector en términos de menores volúmenes de comercio por el encarecimiento de los productos que lleguen a manos del consumidor británico”.
Aunque advierte que “todo esto puede quedar en casi anecdótico si se produjese, como algunos prevén, una caída aún mayor del cambio de divisas y pagar en libras esterlinas algo producido en los países del euro empezase a resultar prohibitivo para el consumidor británico medio”.
“Obviamente otros orígenes de mercancías provenientes de países más o menos lejanos cobrarían de ese modo mucha mayor relevancia en el consumo interno del Reino Unido con el consiguiente descenso en volumen que nuestros camiones estarían llevando desde España hacia allá”, concluye Ramón Valdivia.