Aunque la situación que hemos vivido este año por culpa de la pandemia ha generado unas circunstancias inéditas a todos los niveles, la paulatina llegada de vacunas contra la enfermedad permite mirar con algo más de optimismo el futuro y pensar en la recuperación económica. Es en este contexto que la sociedad puede aprovechar para impulsar modelos industriales más sostenibles y resilientes.
Es una manera de acelerar en la consecución de unos objetivos que ya venían defendiendo al más alto nivel instituciones como la Unión Europea, a través de su Pacto Verde, o Naciones Unidas que, en su Agenda 2030 y en sus Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que propugnan la necesidad global de establecer las condiciones para una reconstrucción que coloque al medio ambiente en el centro.
Alinearse con estos propósitos supone un ejercicio de responsabilidad para todos y, muy especialmente, para los actores que, por su actividad, tienen un mayor potencial para ponerlos en práctica. Es el caso de SUEZ, compañía especializada en la gestión del ciclo integral del agua y de la salud ambiental, que representa un sector estratégico para estos fines. Y no solo por las implicaciones directas para el planeta sino porque esta actividad contribuye al desarrollo de otros campos, genera confianza y estimula el empleo dentro de la denominada economía verde.
Aunque esta ambición se ha intensificado durante las últimas décadas, el grupo SUEZ posee una amplia experiencia a su espalda en la que estos objetivos han marcado decisivamente su forma de actuar. Es una empresa con una trayectoria en nuestro territorio de más de 150 años, que suministra agua a 12 millones de ciudadanos de más de un millar de municipios de toda la geografía española, y con este afán de respetar el medio ambiente anclado en su ADN.
Una política responsable para "no dejar a nadie atrás"
Esta posición de referencia le concede una visión global sobre el problema y la capacidad de pensar en soluciones integradoras para cada territorio con las que fomentar el desarrollo de la economía local y nacional. Son fines alineados con estos objetivos de la UE y la ONU pero, sobre todo, que se posicionan al lado de las necesidades de la ciudadanía.
SUEZ aboga por establecer, territorio a territorio, un pacto social, con el papel fundamental de la empresa, basado en tres ejes: la solidaridad, siguiendo el principio de "no dejar a nadie atrás" mediante el soporte directo a personas en situación de vulnerabilidad; la ocupación de calidad mediante el fomento de la actividad económica local; y, por último, la reconstrucción verde con el objetivo de acelerar la transición hacia un modelo económico más sostenible.
En este contexto, se habla mucho de empleo verde pero ¿qué es, realmente este concepto? No hay mucha sorpresa en lo más básico: en efecto, se trata de puestos de trabajo responsables desde el punto de vista medioambiental, que primen la sostenibilidad reduciendo al mínimo –o eliminándola directamente- la huella en la naturaleza. Esta concepción está muy próxima a lo que el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente considera como empleo verde aunque SUEZ, además, añade otros aspectos, como el que estos empleos colaboren a reducir el impacto ambiental de su empresa, por ejemplo.
Pero más allá de los matices, se trata de aportar también un valor añadido a cada puesto, de estimular el aspecto innovador, la economía circular, la visión a largo plazo y, en definitiva, de aproximar a la sociedad hacia un ecosistema que redunde en beneficio de todos.
Innovación y tecnología digital
Las dos facetas que articulan esta política del grupo SUEZ está representada en un modelo de producción propio que aplica a sus actividades. Se trata de un plan específico que responde mediante dos vías, la Green y la Smart, que engloban este compromiso ambiental, social y económico de la empresa, la primera; y el liderazgo en innovación y la tecnología digital, la segunda.
Ambas facetas persiguen la transición ecológica hacia un modelo sostenible. En este sentido, SUEZ ha estimulado las actividades formativas con el sector del agua como eje principal. Por ejemplo, la compañía es un referente obvio en la FP Dual a través de la Escuela del Agua, una iniciativa que mantiene desde hace ocho años en colaboración con institutos públicos y administraciones locales, y que es un ejemplo perfecto para señalar lo que pueden conseguir las colaboraciones público-privadas.
Asimismo, SUEZ España lanzará a través de la Escuela del Agua el Green Training Program, un programa de becas "para captar, seleccionar, formar e integrar el talento verde del futuro", como señala la compañía.
Estas iniciativas remarcan el importante papel de esta Escuela del Agua como impulsor del talento que busca e intenta promocionar SUEZ España, y que se acompañan de infinidad de cursos, y actividades de sensibilización y seminarios específicos, como el referente a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas o la digitalización de las ciudades, entre otros.
Empleo responsable y equitativo
Construir un modelo más responsable pasa por la ecología y por la educación, pero también por impulsar una mayor cualificación, más seguridad en los entornos laborales y, por supuesto, por la igualdad de oportunidades. En este sentido, esta cultura del trabajo que propugna SUEZ busca más accesibilidad y más inclusión, un arraigo más profundo de valores como la diversidad, el respeto y la diferencia.
Estos valores remiten a la pretendida equidad pero que, al mismo tiempo, ayudan a enriquecer la cultura empresarial propia de una gran empresa. En el caso de SUEZ, el 91% de la plantilla del grupo está cubierta con un plan de igualdad, un afán que ha hecho que hasta 37 empresas del grupo hayan recibido el sello Bequal Plus que señala a las 'socialmente responsables en materia de discapacidad'.
En el capítulo de seguridad y salud laboral, los retos se amplían precisamente en este año. En condiciones normales, SUEZ se guía por el objetivo de '0 accidentes', que redunda en una inversión constante en medidas de seguridad colectivas, inspecciones periódicas o formaciones específicas para los trabajadores. Son condiciones que se suman a las exigencias sanitarias que ha traído un 2020 que ha zarandeado la sociedad en muchos ámbitos pero que constituye una oportunidad para que todos salgamos más fuertes.