Castilla y León ve en los fondos una puerta a la esperanza marcada por la telemedicina y el teletrabajo

En el caso de la comunidad autónoma que preside, el interés mostrado por el conjunto de su tejido empresarial es importante. Una ambición que se concentra en los 439 proyectos que han presentado, con los que esperan captar más de 5.000 millones de euros, un 6% del total de las ayudas que se esperan para España.  

La punta de lanza de las iniciativas con mayor capacidad de transformación se circunscribe a un concepto por encima de todos: la digitalización. "Cuando hablamos de digitalización y transformación ecológica no es lo mismo Madrid que otros territorios. Las ciudades inteligentes, los puntos de recarga... En Castilla y León tenemos que hacer escuelas rurales conectadas a Internet. Del mismo modo, nuestros hoteles deben tener acceso a esa conectividad que necesitan para competir con el resto", explicó Mañueco. 

Para cumplir estos objetivos, tan importante será la calidad de esa conexión como la extensión de la red. "Tenemos que poner todo de nuestra parte para que internet llegue a todos los rincones y a todas las personas. Donde llega la conexión de alta calidad llegan las ofertas de trabajo. El teletrabajo es una oportunidad que debemos aprovechar". 

Una industria agraria más sostenible

Del mismo modo, la sostenibilidad va a ocupar un lugar determinante en la estrategia del presidente de Castilla y León para los fondos. "No son lo mismo edificios sostenibles en las grandes ciudades que afrontar el ciclo del agua o el aprovechamiento forestal en nuestra región. Son distintas concepciones que tienen que ser tenidas en cuenta porque España es muy diversa. No podemos olvidar que un tercio de la población de Castilla y León vive en el mundo rural".

En este sentido, Mañueco explicó el impacto que la digitalización puede tener en la industria agraria. "Si cualquier persona que esté subida a su tractor sembrando remolacha puede apoyarse en las nuevas tecnologías podrá optimizar su actividad de forma muy importante".

Pero en el mundo rural no todo se termina en la agricultura. Las necesidades de los ciudadanos también están pegadas a otras cuestiones de su día a día. "Nosotros apostamos por los servicios públicos pegados al territorio. En este punto la telemedicina es fundamental. Para ello necesitamos que los profesionales estén dotados de las capacidades que les permitan hacer pruebas como rayos X desplazándose a los domicilios de quienes lo necesitan. La teleasistencia de cara a los más vulnerables es algo prioritario". 

Un punto en el que los ciudadanos de edades más avanzadas toman un gran protagonismo para el presidente de Castilla y León. "Queremos aportar una dependencia 5.0 gratuita para todas las personas mayores en todo nuestro territorio. Que estén totalmente monitorizadas para detectar caídas o fugas de humos que puedan ocasionar problemas".

Un proyecto de país

Para Mañueco, la llegada de las ayudas europeas debe encararse con una visión optimista de lo que está por venir. "Los fondos europeos son una puerta abierta a la esperanza. Se deben enmarcar en un proyecto país del que formamos parte todas las entidades autonómicas y locales".

Para ello, el político salmantino defiende la necesidad de contar con entidades de control que velen por una distribución y un uso de los fondos correcto. "Hemos pedido la necesidad de que se ponga en marcha una agencia independiente. Que los fondos se repartan de forma clara y transparente". 

En opinión de Mañueco, del éxito de esta iniciativa depende mucho de lo que queramos ser durante las próximas décadas. "Tenemos que valorar qué modelo queremos para nuestro país. Centrarnos en las grandes urbes, en los polos empresariales o aprovechar para poner en marcha un reequilibrio territorial. Es el momento de apostar por la industria interior, donde necesitamos importantes transformaciones de cara a los próximos 20 o 30 años".

Así las cosas, Castilla y León afronta la llegada de los fondos europeos con una agenda llena de reformas. Unas ayudas que pueden servir como catalizador para relanzar proyectos industriales y agrícolas que permitan recortar la brecha territorial que ha marcado la agenda autonómica durante las últimas décadas. Por proyectos listos para aprovechar esta oportunidad, no será.