En pleno corazón de Sevilla se erige un espacio ideal para los amantes de la cerveza. El lugar donde en 1904 se elaboró la primera Cruzcampo sabe de nuevo a esta bebida que miles de personas disfrutan cada día. Y es que el pasado 1 de junio abrió sus puertas Factoría Cruzcampo. Con unas instalaciones completamente renovadas, la compañía cervecera ha decidido volver a sus orígenes con el objetivo de promover la cultura cervecera y el talento joven.
El centro de atención de los 1.300 metros cuadrados de la Factoría son los tanques de microcervecería urbana. En ella, los alumnos del programa Talento Cruzcampo elaboran nuevas recetas junto a los maestros cerveceros Juan Jiménez e Irene Pascual, que se han puesto manos a la obra para elaborar hasta 30 recetas artesanas diferentes al año. Un espacio de aprendizaje e innovación que el público puede visitar. De esta forma, los jóvenes becados por la Fundación Cruzcampo ponen en práctica lo aprendido en sus meses de formación, mientras los visitantes disfrutan de una experiencia única en la que ven en directo cómo se elaboran las cervezas.
Además, contribuyen a un fin social, ya que toda la recaudación de la Factoría se destinará a programas de formación que impulsa la Fundación Cruzcampo, que estima que habrá 15.000 visitas anuales. Por cada euro aportado por los visitantes en 2021, la Fundación Cruzcampo destinará 10 a dicho fin.
Por supuesto, después de una visita guiada para conocer el proceso y las curiosidades de la elaboración de la cerveza, es el turno de la degustación. Los participantes pueden optar por distintas actividades como la 'cata con mucho duende', que consiste en una cata a ciegas de 4 cervezas artesanas; o la 'cata aliñá con gastronomía de la buena', que es una cata de 4 cervezas armonizada con 4 tapas.
Cada una de estas cervezas es diferente, pero todas tienen 'mucho acento'. Está la Mijita, una rubia con notas aromáticas y que sorprende por su sabor pese a tener solo una 'mijita' de alcohol; la Coraje, de color rojizo y con un cuerpo y sabor más intenso; la Duende, una IPA con notas de piña y frutas de la pasión, y La Descará, una receta de edición limitada que fue creada especialmente para la apertura. "Una cerveza que tiene tanto acento que no se puede aguantar. Nace como una cerveza diferente y descarada con un tono anaranjado y sabor dulzón gracias a la miel de azahar de Lora del Río y toques cítricos y refrescantes que le aportan las naranjas", explica el maestro cordobés Juan Jiménez, que se encarga de dar un toque personal a todas sus elaboraciones.
Historias de talento
Además, los visitantes también pueden disfrutar de un 'menú armonizado' y el 'tapeíto cervecero'. Esta última actividad consiste en catas de cervezas artesanas y de los platos elaborados con cerveza con los que los participantes de Talento Cruzcampo aprenden a cocinar. De esta forma, los alumnos becados por Fundación Cruzcampo ponen en práctica sus conocimientos con público real. Esta experiencia les sirve para completar su formación y les abre las puertas para poder dedicarse a la hostelería. Como es el caso de Alba Marchena, de 28 años, que sueña con abrir su propio restaurante y "dedicarme a lo que mejor se me da: hacer disfrutar a los demás a través de la gastronomía, especialmente con la atención al comensal".
"Talento Cruzcampo apareció como la oportunidad que necesitaba para seguir dando pasos en mi vida. Hasta ahora siempre he ayudado en el bar que mis padres montaron al llegar de Perú, pero no es lo mismo dar un servicio, que servir profesionalmente. Aquí estoy adquiriendo herramientas digitales, conciencia medioambiental, destrezas de nuevas formas de gestionar el negocio... cosas que, de otra manera, no podría haber aprendido", comenta Bruno Jamanca, de 22 años y otro de los alumnos de la Factoría.
Un programa también muy estimulante para sus maestros. Irene Pascual destaca que, además de poder desarrollar todas sus habilidades en la creación de cervezas, le encanta el poder "escuchar a la gente, ver su respuesta directa cuando prueban una de nuestras elaboraciones". "Eso nos ayuda a evolucionar y seguir haciendo cosas mejores, distintas", añade.
Un diseño abierto y para todos
Situada en el barrio del Nervión, Lab matic Estudio se ha encargado de la renovación del espacio, respetuoso con el medioambiente y con la certificación Breeam a la sostenibilidad. Además, las instalaciones y son completamente accesibles para todos gracias a la colaboración de entidades como Autismo Sevilla, manteniendo toda la esencia y 'el acento' de Cruzcampo. Tal y como han declarado los responsables del diseño, Javier González Pontón y Javier Bootello, "la idea fue ir despellejando las paredes, eliminando muros y forjados que se habían realizado durante años para descubrir texturas e instalaciones que nos hablasen de su pasado industrial y nos sirviese como telón de fondo romántico, brutal y veraz".
Para todos aquellos que quieran conocer de primera mano la Factoría Cruzcampo y contribuir a su fin social pueden acudir de martes a viernes de 13:30 horas a 18:00 horas. Las actividades se realizan en grupos de un máximo de 12 personas y todas ellas tienen entre una hora y media y dos horas de duración, con un precio individual que ronda entre los 10 y los 35 euros. Una manera diferente de disfrutar, con todos los sentidos, de una cerveza que ya es parte de la cultura andaluza.