El Gobierno valenciano ha aprobado otra subvención de 2 millones de euros a Ford unas semanas después de que la compañía escogiera la planta de Almussafes frente a la de Saarlouis, en Alemania, para la producción de sus coches eléctricos.
El Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) publicó este miércoles la resolución de la Conselleria de Economía Sostenible por la que se regula y concede una ayuda pública directa a la Fundación para el Desarrollo y la Innovación de la Comunidad Valenciana, creada en 1998 por la Generalitat Valenciana en colaboración con Ford España, "para el desarrollo de la actuación en materia de apoyo a la industria".
El dinero se destinará a la promoción de la "decimoséptima fase de inversiones en modernización de infraestructuras e instalaciones industriales y dotación de servicios en el área industrial de Almussafes y zonas limítrofes".
Así, la subvención está destinada a modernizar las infraestructuras elevadas de transporte del Parque Industrial de Almussafes, así como sus elementos móviles, la mejora de seguridad y calidad para permitir un óptimo funcionamiento de la infraestructura.
La resolución recoge que la Fundación es propietaria de los tramos de las infraestructuras elevadas de transporte de piezas y materiales que se ubican en el Parque Industrial de Almussafes.
Los elementos están situados en terreno público y cuentan con una habilitación específica para el aprovechamiento especial. Dichas infraestructuras representan un sistema de comunicación y transporte interno del Parque Industrial de Almussafes que conecta a las empresas del área.
Con la subvención directa se pretende consolidar "la evolución de Parque Industrial hacía el concepto de Parque tecnológico, y hacia entornos de digitalización y colaboración virtual entre empresas y los distintos agentes y entidades implicados en el diseño y prestación de servicios de alto contenido tecnológico en el marco de la industria 4.0".
La ayuda directa, que se suma a los 140 millones que Ford ha recibido en los últimos 10 años, es una muestra más de la apuesta del Gobierno de Ximo Puig con la planta de Almussafes.
Estas nuevas ayudas públicas han coincidido con el debate abierto sobre el futuro de la planta. La resolución del conseller de Economía, Rafael Climent (Compromís), lleva fecha de 27 de junio, cinco días después de que la compañía anunciase que localidad valenciana ganaba la puja frente a Alemania.
El viernes 20 de mayo, un mes antes de conocerse la decisión de Ford y en plena negociación, el pleno del Consell aprobó otra ayuda de 2 millones de euros, en este caso, para fomentar la formación.
Según precisaron fuentes del Consell a Invertia, son dos subvenciones distintas, una de la Conselleria de Hacienda y otra de Economía, por lo que Ford ha obtenido 4 millones en ayudas en poco más de un mes.
Condiciones
El Consell establece una serie de condiciones a Ford para gestionar la ayuda y puntualiza que en ningún caso "el coste de adquisición de los gastos subvencionables podrá superar el valor de mercado".
Además, cuando el importe del gasto en inversión subvencionable iguale o supere la cuantía de 40.000 euros en coste por ejecución de obra, o de 15.000 euros en el supuesto de suministro de bienes de equipo o prestación de servicios por consultoría, "la Fundación deberá aportar justificación de haber solicitado al menos tres ofertas, con carácter previo a la contratación".
Ford ha decidido fabricar sus futuros coches eléctricos para Europa en la planta española de Almussafes. Y tras esta decisión, además del apoyo del sector público, hay un aspecto clave, según subrayó la propia compañía: las cesiones realizadas por la plantilla, en particular por el sindicato mayoritario, UGT, con el propósito de atraer dicha inversión a la Comunidad Valenciana.
A juicio de la empresa, el pacto con este sindicato ha resultado crucial por brindar a la compañía justo las condiciones que reclamaba para fabricar los futuros vehículos eléctricos. Se trataba de lograr una fábrica productiva, flexible y con unos costes previsibles durante los próximos ejercicios.
La productividad de la planta española estaba de sobra acreditada por su larga trayectoria, en la que ha aglutinado la producción simultánea de hasta cinco coches distintos -más que ninguna otra-. Pero Ford, ante la incertidumbre tanto del sector del automóvil como del conjunto de la economía global, requirió además un extra de flexibilidad productiva y de contención del gasto.
UGT Ford le brindó distintas herramientas para conseguirlo, que solo serán efectivas si se materializa la adjudicación anunciada este miércoles. El denominado "acuerdo de electrificación" alcanzado con la organización sindical prevé diferentes medidas de flexibilidad a partir de 2025, entre ellas una "contención salarial" durante cinco años.
La misma prevé "aumentos salariales todos los años", pero los desvincula del pujante Índice de Precios al Consumo (IPC). Los mismos, además, no serán consolidables en las tablas para toda la plantilla. En concreto, el acuerdo contempla incrementos de 1.000 euros para 2022 -cobrado ya-, de 1.500 euros para 2023, de 2.000 euros para 2024 y de 2.500 euros para 2025.