Por qué deberías leer y creer lo que te voy a decir
Mira.
Este es mi primer artículo en EL ESPAÑOL-Invertia, no tengo ni idea de si también será el último o si es solo el primero de muchos. No tengo la menor idea.
Pero pase lo que pase, quiero que te lleves algo que sea realmente bueno y útil para ti, si mañana quieres, por ejemplo, escribir un email o una carta con algún objetivo, si quieres hacer una presentación, un vídeo en una red social… lo que sea. Esta píldora es buena. Hazme caso.
Un error muy habitual, cuando tratamos de vender algo, es presentarse. Ahora te cuento más, pero, antes de nada, es importante entender que todos tratamos de vender algo constantemente, empezando por nosotros: vender y vivir es lo mismo.
Vendemos y negociamos desde que nacemos, desde que somos niños y buscamos la atención de nuestra mamá o la atención de algún compañero en el colegio. Cuando somos adolescentes y queremos que nos haga caso la persona que nos gusta pero a la que le gusta otro, a la hora de encontrar trabajo, de vender el coche… Es una constante, vendemos desde que nacemos y hasta el último día, así que saber vender, saber persuadir, saber negociar, no es negociable. A mejor seas, mejor será tu vida. No hay debate aquí.
Vendemos y negociamos desde que nacemos, desde que somos niños y buscamos la atención de nuestra mamá o la atención de algún compañero en el colegio.
Bien. Pues a lo que iba: al error de presentarse. Este error lo comete casi todo el mundo, casi todo el tiempo. O sea, alguien en un email o en un anuncio o en una presentación o donde sea, te empieza a hablar de su tema y enseguida dice algo tipo: "Déjame que me presente".
Esas cuatro palabras matan gran parte de las posibilidades de conseguir que la gente siga leyendo o siga mirando.
¿Me sigues?
"Déjame que me presente".
Esto lo he comprobado cientos de veces en cientos de correos electrónicos para cientos de personas diferentes, además de para videos de YouTube o anuncios de todo tipo. Cuando alguien dice "déjame que me presente", el interés de la audiencia cae radicalmente.
¿Sabes por qué? Es simple: porque a nadie le importa quién seas. Si no te conocen, no les importa. Y si te conocen, no necesitas presentarte.
Bien. Pues a lo que iba: al error de presentarse. Este error lo comete casi todo el mundo, casi todo el tiempo. O sea, alguien en un email o en un anuncio o en una presentación o donde sea, te empieza a hablar de su tema y enseguida dice algo tipo: "Déjame que me presente".
Además, estás pidiendo permiso para hacer tu propia presentación, lo cual rebaja mucho tu atractivo. Mucho.
Lógicamente, para que la gente crea lo que les vas a contar, necesitan saber un poco de ti, generar cierta autoridad. Pero esto, cuando no te conocen, hay que hacerlo con cabeza.
"Déjame que me presente" es una estrategia realmente mala. El lector, inconscientemente, se hará la siguiente pregunta: "¿A mí qué me importa quien seas tú". Quizá sea duro para tu ego, pero es lo que hay.
Entonces... ¿Qué hacemos? Sencillo. Tienes que empezar con un beneficio grande para el lector, algo que le pueda llamar la atención e interesar. Y una vez le has hablado del beneficio para fijar su atención, le sueltas: "¿Y por qué deberías creer lo que te estoy contando?".
Con esto la cosa cambia radicalmente, no tiene nada que ver. Te vas a presentar igual, pero la reacción del lector, del oyente, del que mira la pantalla, será muy diferente. Esto es así.
Vale, ¿y por qué deberías creer lo que te estoy contando? Porque llevo años dedicándome a esto y he visto por dentro y por fuera montones de campañas de publicidad, lanzamientos de productos, correos electrónicos de ventas, etc. Pero montones… montones. Y he visto muy claro, muchas veces, que esto es así.
Quizá ahora debería ponerte mi nombre y algunos de mis logros, pero nos lo vamos a ahorrar, no es necesario. A ti y a mí nos da igual. Haremos algo mucho mejor para ambos: te invito a que lo pruebes en tu próxima presentación, a que lo grabes en un vídeo, lo subas y veas cómo una forma de hacerlo tiene mucho mejor resultado que la otra.
"Déjame que me presente", NO. "¿Y por qué deberías creer lo que te estoy contando?", SÍ. Y ahí ya, una vez has pronunciado esa frase, les cuentas tus cosas para reforzar tu perfil y autoridad. La otra persona estará mucho más predispuesta a escucharte si lo haces de esta forma.
Por supuesto, encajar esta frase en tu propia página web para generar autoridad y aumentar la atención es realmente efectivo. Pruébalo.
Poco más por aquí. Me gustaría mucho contarte una forma realmente buena de lograr que la gente crea gran parte de tus argumentos, casi con toda seguridad, hablando de tus defectos y de las cosas que haces muy mal.
Es tan buena, que incluso podrías generar credibilidad para vender libros de medicina sin ser médico, o de mecánica sin saber distinguir el motor de un coche de un rinoceronte. Ojo, de forma totalmente ética. En serio, es muy buena y se lleva aplicando en la redacción publicitaria de alto nivel (copywriting) desde hace décadas. Lo dicho, me encantaría contarte esto que te iba a sorprender mucho, pero no tengo espacio hoy aquí. Para el próximo artículo, si lo hay.
Isra Bravo, copywriter y fundador de motivante.com