Fotografía de un hombre haciendo cuentas.

Fotografía de un hombre haciendo cuentas. Istock

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Si tienes que hacer la declaración de la renta, toma nota: este es el IRPF mínimo para que no salga a pagar

Mariana Goya
Publicada

La declaración de la renta se trata de un proceso en el que se informa a la Agencia Tributaria de los ingresos anuales, de forma que el Estado pueda evaluar si has pagado suficientes ingresos, es decir, si el resultado entre las arcas públicas y tú es de cero euros. Sin embargo, esta es una tarea complicada y, en muchas ocasiones, sale a pagar o, en caso de que haya suerte, a devolver. 

Aunque no todos están obligados a presentar esta declaración. Según las normativas vigentes, solo tienen que hacerlo quienes ganen más de 22.000 euros brutos al año provenientes de un único pagador. Por otro lado, quienes reciban rendimientos de más de un empleador y la suma del segundo o los restantes pagadores supere los 2.500 euros, también están obligados a presentarla

Por su parte, los autónomos, así como quienes obtengan rendimientos superiores a 1.000 euros de rentas inmobiliarias o beneficios por inversiones, también están obligados a cumplir con esta formalidad fiscal. 

Y es que el riesgo de no hacerlo, si se está obligado, puede ser grandioso. Las sanciones oscilan entre un 50% y un 150% de la deuda y, en los casos graves, las multas pueden alcanzar incluso los 6.000 euros. 

El IRPF mínimo para no pagar en la renta

Quienes tienen la obligación de realizar este trámite buscan un resultado negativo o, por lo menos, que sea cero; porque cualquier cosa es mejor a que salga a pagar a Hacienda. Aunque para lograrlo es necesario tener algunos aspectos en cuenta. 

El IRPF, siglas de Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, es un tributo progresivo que grava los impuestos en función de su cuantía. Para garantizar que este impuesto se recauda correctamente, a los trabajadores se les aplica una retención mensual en su nómina

En teoría, estas retenciones deberían ajustarse lo suficiente para evitar sustos llegado el momento de realizar la declaración, pero la práctica dice que esto no ocurre en todas las ocasiones. 

¿Cómo se calculan las retenciones del IRPF?

Se hacen teniendo en cuenta factores como el salario, la situación personal (estado civil, número de hijos, discapacidad, etc.), el tipo de contrato y su duración.

Sin embargo, existen escenarios donde esta situación se complica más de la cuenta, como ocurre con los contratos temporales, los trabajos simultáneos o cambios de empleo a mitad del año. 

Las tablas de IRPF establecen tramos porcentuales que van aumentando conforme sube el nivel de ingresos:

  • Hasta 12.450 euros: retención del 19%.
  • De 12.451 euros a 20.199 euros: retención del 24%. 
  • De 20.200 a 35.199 euros: retención del 30%. 
  • De 35.200 a 59.999 euros: retención del 37%. 
  • De 60.000 a 299.999 euros: retención del 45%. 
  • Más de 300.000 euros: retención del 47%. 

Aunque aquí es preciso tener una cosa en mente y es que estas cifras corresponden a la parte estatal del IRPF, que representa solo el 50% del impuesto total. Las comunidades autónomas tiene la potestad de modificar la otra mitad. 

Pero volvamos a lo que hoy nos trae aquí. El IRPF incluye un mínimo exento que permite a las personas con ingresos bajos tributar menos o incluso no tributar en absoluto. Esto se determina de acuerdo al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), actualmente establecido en 15.876 euros. 

Entonces, si el SMI subiera, como ocurrió el pasado año, un 5% alcanzando los 16.667 euros, este límite también podría ajustarse. ¿Qué significa esto? Quienes ganen menos de esta cantidad no tendrán apenas retenciones de IRPF en su nómina. Sin embargo, si están obligados a presentar la declaración, podrían acabar teniendo que pagar. 

Por ese motivo, son muchos los ciudadanos que optan por ajustar las retenciones a su nómina para evitar problemas. Una acción especialmente relevante en aquellos casos más complicados, como pueden ser los trabajos simultáneos, los cambios de empleo o los contratos temporales que comentábamos anteriormente. 

Cómo evitar sustos en la declaración de la renta

Ajustar las retenciones mensuales es la clave para que la declaración no nos coja por sorpresa. Esto puede hacerse utilizando el modelo 145 de la Agencia Tributaria, en el que se especifican las circunstancias personales y laborales que afectan al cálculo del IRPF. 

Otra herramienta clave es el simulador de la renta que Hacienda pone a disposición de los ciudadanos. Este software permite prever el resultado de la declaración antes de que llegue el momento oficial, ayudando a identificar posibles desajustes. 

Así, en caso de identificar algún desajuste, es posible solicitar a la empresa un aumento voluntario en el porcentaje retenido cada mes para cubrir la diferencia.