Imagen de archivo de una cartera con dinero.
Qué es el gasto invisible que afecta a tus ahorros: así es cómo puedes frenar el derroche económico
Te contamos cómo afecta el gasto invisible a tus ahorros y cuáles son las formas de evitarlo.
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A menudo cobramos nuestra nómina y con el paso de los días, nos damos cuenta de que en nuestra cuenta bancaria la cifra ha cambiado, ahora hay menos dinero. No hay grandes desembolsos ni tu cuenta ha sido hackeada, sino que has sido víctima del gasto invisible. A continuación, te enseñaremos a cómo librarte de él.
Los gastos invisibles son los gastos que pasan desapercibidos porque se trata de cantidades pequeñas. No obstante, de forma global suponen una cantidad importante cada mes que acaba provocando un problema en tu economía.
Aunque puedan parecer insignificantes a primera vista, lo cierto es que según los expertos, los gastos invisibles pueden llegar a suponer entre un 5% y un 10% de tu presupuesto anual.
Hay varios tipos de gastos invisibles: hormiga, fantasma o vampiro. Y todos ellos acaban afectando negativamente a tu economía sin que te des cuenta.
A continuación te explicamos detenidamente en qué consiste cada uno y cómo puedes evitarlos.
¿Qué son los gastos hormiga?
Para empezar, están los gastos hormiga, es decir, aquellos que no están planificados. Se trata de pequeños pagos del día a día como comprar un café en el bar a diario, tomar un taxi para evitar el transporte público o costumbres como fumar todas las tardes.
En ocasiones excepcionales, estos gastos no suponen un problema, pero el problema llega cuando se vuelven parte de nuestra rutina sin darnos cuenta y se convierten en un desembolso que suma y suma hasta vaciar tu cuenta.
Por ello, para evitar estos gastos superfluos, es importante identificarlos y sumar al final de cada mes su importe total para saber cuánto puedes destinar a estos gastos.
Es aconsejable destinar una cantidad fija y respetarla para así mantener un presupuesto equilibrado.
¿Y los gastos fantasma?
Otro tipo de gastos son los gastos fantasma. Aquí se engloban aquellos relacionados con el área del entretenimiento. Mes a mes pagamos suscripciones de plataformas de streaming que no usamos, membresías de gimnasios al que apenas vamos o paquetes de telefonía con más servicios de los necesarios.
Puedes ver en tu cuenta que quizás son solo 10 euros al mes para poder disfrutar de películas o series en la comodidad de tu casa. No obstante, si sumas el gasto a nivel anual, este puede llegar a alcanzar los 120 euros. Una cantidad innecesaria si apenas usas la plataforma de streaming.
Por esa razón, es aconsejable replantearse si realmente estos gastos son necesarios y esenciales; y, si no lo son, cancelarlos.
Solo así se podrá monitorizar el gasto y hacer los cambios necesarios para optimizar el presupuesto.
¿Y los gastos vampiro?
Por último, el tercer tipo de gastos invisibles son los gastos vampiro. Aunque este tipo de gastos son fijos, no se detectan con facilidad ya que no siempre está considerado en el presupuesto. Aquí irían los gastos como un alto consumo de gas, problemas con las instalaciones de luz o fugas de agua. De hecho, a diferencia de los otros gastos, estos tienen un mayor impacto.
Para cortar el grifo de estos gastos, es conveniente trabajar un presupuesto que permita cambiar los hábitos de consumo. Es decir, destinar un fondo específico para cualquier problema energético o de instalación que pueda haber en casa.
Otro truco para ahorrar
Además de los métodos anteriormente mencionados para ahorrar ante estos tres tipos de gastos, también hay otras formas de evitar estos desembolsos innecesarios que afectan a nuestra economía sin darnos cuenta.
Uno de ellos es el método del sobre. Este consiste en retirar en efectivo una determinada cantidad de dinero y usarlo exclusivamente para ciertos gastos. Así, se podrá ver físicamente cómo se reducen los billetes teniendo un efecto psicológico que frenará el consumo impulsivo.
Por ejemplo, aplicándolo a los gastos por comprar cafés a diario, con el método del sobre será evidente cómo, poco a poco, el dinero se va en un gasto que podría reducirse fácilmente preparando el café en casa por un precio mucho menor.
