Jorge Peñalva (Madrid, 1988) fue el primero de su promoción en la Politécnica de Madrid. De ahí, dio el salto a Chicago, donde hizo su máster y dio los primeros pasos en el mundo empresarial. Ya en Estados Unidos, en 2018 fundó Lang.ai, una plataforma SaaS (software as a service) para democratizar el acceso de las empresas a modelos de procesamiento de lenguaje natural.
Peñalva explica que el éxito se centra en su capacidad para ayudar a las compañías a escalar de manera eficiente: “Además de dar recomendaciones de acciones basadas en las conversaciones con el cliente, hacemos que no sea necesario contar con un equipo de soporte gigante, sino bien definido y eficiente”.
La ronda de financiación que acaba de cerrar, una serie A de 10,5 millones de dólares (más de 10 millones de euros) ha sido liderada por Nava Ventures. Se suman Ocean Ventures, Forum, el fondo de Flexport, uno de los disruptores de logística global, así como algunas personalidades relevantes como Mike Murchinson, CEO de Ada, Joaquim Lecha, CEO de Typeform, y Javier Mata, CEO de Yalo.
Tecnología 'made in spain'
Peñalva cree que la pandemia ha sido uno de los aceleradores de su producto: “Ha hecho que el nivel de soporte y atención al consumir crezca. A la vez, con tanta gente dejando sus empleos, permite atraer y retener talento si se consiguen entender las necesidades a tiempo”.
Entre los clientes de esta startup con sabor español se encuentran empresas bien conocidas en Estados Unidos, como Stitch Fix, Good Eggs, Novo, Petal o la aseguradora Hippo. Uno de los aspectos más valorados por estos clientes es su integración con las soluciones de gestión de atención al cliente ya implantadas, sobre todo Zendesk e Intercom. La integración, sostiene el fundador, se lleva a cabo en pocas horas y la implementación total en menos de una semana.
Tanto Peñalva, como el máximo responsable técnico, el CTO, Enrique Fueyo, también español, viven en California. El primero en San Francisco, el segundo en Santa Bárbara. El resto del equipo está en España, donde consideran que el nivel de programación está acorde con lo habitual fuera de nuestras fronteras.
“La misión de Lang es poner al alcance cualquiera los beneficios y virtudes de la inteligencia artificial, adaptado al negocio, de manera visual. En lugar de tener que usar grandes cantidades de datos, directamente reciben recomendaciones para tomar decisiones”, explica Peñalva.
La visión de Peñalva a largo plazo es ambiciosa: “Queremos que todo el mundo tenga acceso a los beneficios de la inteligencia artificial. Por ahora, permitimos desbloquear decisiones y flujos de trabajo, pero lo que más nos importa es la facilidad de su uso”,