Meru ha conseguido la confianza de los inversores. Tras la incertidumbre inicial por la pandemia, la startup de comercio electrónico comenzó a crecer a un ritmo más rápido que antes de la emergencia sanitaria.
Manuel Rodríguez Dao, su fundador, conversaba con D+I a través de videollamada pocos días antes de hacerse pública la inversión de 15 millones de dólares. En la misma relataba cómo ha sido el proceso, la evolución de la compañía y, sobre todo, cuáles son los siguientes pasos para una de las firmas más prometedoras de la región.
El pasado mes de mayo, con la ronda semilla todavía activa, daba buenas perspectivas. Tras el cierre de la serie A, pasa a ampliar el horizonte. Con la inversión de Valor Capital y EMLEs Ventures, quieren que más pymes usen sus servicios. Sobre todo en México, donde tienen su sede principal.
En palabras de su fundador se definen como “el aliado de las pymes y fábricas del mundo, que facilita el acceso al abastecimiento con un proceso simple y sin asimetrías de precios. Queremos que los emprendedores de la región cuenten con información y recursos globales, para hacer más sencillo el comercio para sus negocios.
Meru.com nació en 2020 de la mano de Manuel Rodríguez Dao, nacido en Venezuela y afincado en México, y Federico Moscato, desde China, cuando pensaron en cómo resolver los problemas de abastecimiento de mercancías. Se sentían especialmente decepcionados con la informalidad de los precios. Eduardo Mata, Virgile Fiszman y Daniel Ferreyra se unieron para crear una plataforma fiable y ambiciosa.
“Los comercios en Latinoamérica operan de la misma forma que hace 70 años. Las pymes pierden hasta dos días a la semana en el proceso de abastecimiento. Cada compra involucra entre cuatro y cinco intermediarios de media y el 80% de las transacciones sufren de fraude", explica Dao.
"Con Meru sólo toma minutos seleccionar, comprar y recibir los productos que necesitan para su negocio de forma fácil, rápida, segura, desde su domicilio a los mejores precios del mercado”, subraya el CEO.
Antoine Colaço, socio de Valor Capital que ha liderado la inversión, lo interpreta como el comienzo del despertar tecnológico de América Latina: “Meru está construyendo un mercado B2B integrado que permite a las pymes latinoamericanas adquirir mucho más eficientemente desde Asia, todo a través de un único punto de contacto".
"Al proporcionar acceso a miles de productos, encargándose de toda la logística, la facturación y los procesos de seguimiento, e incorporando soluciones financieras, Meru ayudará a fortalecer los vínculos entre las cadenas de suministro globales de Latam y Asia”, añade.
Abastecimiento y talento de primer nivel
Durante la conversación, el abastecimiento, o mejor dicho, el poder prever las necesidades, se convierte en una constante. “Estamos sumando marcas y productos, escuchando las necesidades, para tener mejores precios directos para minoristas en América Latina. No lo negamos, claro, China es fundamental, pero también lo son los productores locales y la digitalización”, subraya. Meru ya cuenta con una plantilla de más de 200 empleados.
“Todo está por hacer en Latam, la oportunidad es gigante. Y solo estamos tocando la superficie, la verdad, porque muchas de las empresas no crecen más por no tener acceso a financiación”, remarca.
La inversión servirá también para atraer talento a la compañía. Especialmente, perfiles con experiencia para sumarse y acelerar. Como ejemplo de primer fichaje, Rodríguez Dao se deshace en elogios con Allen Wang, que se une al equipo después de ser director de categoría en Alibaba. Pasa a ser el director general de Meru en China.
Con la obsesión de ofrecer una plataforma que dé servicios 24 horas al día los siete días de la semana, el refuerzo técnico es también necesario. En este afán por captar talento, subraya que los desarrolladores de software son los perfiles más demandados. “Somos una empresa tech, y es lógico que tengamos esa necesidad. De todos modos, queremos solucionar los problemas de uno en uno. No somos de presumir, sino de estar creando el mejor producto. Tener más capital ayuda, pero no te hace ganar. Ganas si eres capaz de usarlo para crear un producto excelente”, explica con un tono solemne y responsable, casi inesperado si se tiene en cuenta que nació en 1999.
“Primero, sigamos avanzando en México, después en el resto de Latam”, insiste el CEO. Durante los últimos meses se han sucedido las rondas de financiación de startups con valoración casi al mismo nivel que en Estados Unidos.
Rodríguez observa un cambio de tendencia. La planificación será cada vez más relevante. Ir un paso por delante y tomar decisiones con tiempo, definirá el destino de las empresas que usan su servicio. “Ya no vale con pensar a dos meses vista como era costumbre. Ahora tienen que ser al menos seis. Y, sí, claro, se puede ir corrigiendo, pero hay que tener todo previsto”, explica.
El fundador se pone una meta, ir más allá de Latam: “Queremos revolucionar los mercados emergentes desintermediando la cadena de suministro global. El pequeño comercio puede y deber competir mejor”.