Asturias y la conectividad rural: dos proyectos piloto en menos de un año para llevar internet a pueblos sin fibra

La sensación es como la de ese equipo de fútbol que ataca por un flanco y por otro para tener más alternativas de cara a conseguir el gol. Esa es la metáfora que podría servir para ilustrar la política que está llevando a cabo el gobierno del Principado de Asturias en relación a uno de sus grandes objetivos estratégicos: la conectividad de las zonas rurales.

Ese sería el gol: conseguir que municipios con grave riesgo de despoblación lograran generar nuevas oportunidades económicas gracias a una mejor digitalización. Y, para ello, las buenas conexiones de internet son vitales.

El problema es que, lógicamente, no todos los equipos tienen al mejor delantero, que sería como decir que no todos los territorios pueden confiar esa conectividad a la fibra óptica. Es ahí donde hay que apelar a la estrategia, a esa búsqueda de opciones, por una banda y por otra, para intentar llegar al área y al objetivo con la mayor rapidez y eficacia.

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A Asturias no se le podrá acusar de no estar intentándolo. En menos de un año, ya ha presentado dos grandes proyectos piloto para intentar encontrar soluciones.

En la recta final del pasado año, ya se ha anunció una de estas iniciativas, consistente en desplegar una red de comunicación inalámbrica mediante las torres de TDT (Televisión Digital Terrestre) que permitirá la conexión e intercambio de datos entre dispositivos electrónicos y dará soporte a tecnologías vinculadas al Internet de las cosas.

Asturias se incorpora de esta forma a la tecnología denominada LoRa, que facilita una conexión inalámbrica que puede llegar a los 20 kilómetros, robusta frente a las interferencias y de bajo consumo de energía. Estas características hacen que sea una conectividad ideal para el Internet de las cosas (IoT).

El funcionamiento es sencillo. Esta red necesita una antena que facilite la señal y una serie de emisores inalámbricos interconectados que recibirán y procesarán datos de sensores. Se trata, en definitiva, de conectar dispositivos o máquinas y permitir que intercambien pequeñas cantidades de datos a baja velocidad.

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La idea del plan piloto es elegir una serie de puntos estratégicos para probar el funcionamiento. El siguiente paso será dotar de este tipo de conexiones a las cerca de 170 instalaciones de TDT en el territorio.

Este fue el primer ataque para dotar de conectividad a los territorios rurales. El segundo ha llegado este verano. Y es, si cabe, más ambicioso.

El gobierno de Asturias quiere poner en marcha otro plan piloto, que en realidad, son ocho. Se trata de la puesta en marcha de ocho planes de conectividad vía satélite en la zona rural para llevar internet de banda ancha mediante esta tecnología a lugares donde no llega la fibra óptica y probar su efectividad.

Para el desarrollo del programa experimental se han elegido instalaciones en municipios como Yernes y Tameza, Illas, Aller, Ponga, Somiedo, Ibias y Muniellos (Cangas del Narcea), además del nuevo edificio de innovación del Principado, el As5Hub, en el Parque Tecnológico de Gijón.

El consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, Borja Sánchez, y el director general de Innovación, Investigación y Transformación Digital, Iván Aitor Lucas, han presentado las líneas básicas del programa, que además de la conexión a internet de 100 Megabytes, plantea la posibilidad de impulsar otro tipo de aplicaciones ligadas, por ejemplo, al IoT.

Todas las instalaciones serán públicas o estarán en suelo público con una concesión de explotación, como el caso de las ganaderías, y se ubican en zonas de difícil acceso para la fibra óptica. La única excepción será el edificio de Gijón, que funcionará como laboratorio de pruebas de esta conexión por satélite con distintos usos.

¿Para qué se utilizará?

En el caso de los Centros de Dinamización Tecnológica Local (CDTL) de Yernes y Tameza e Illas, el plan piloto persigue dotar de internet a una zona donde la conectividad es compleja. Para ello, se instalará un router que genere un punto wifi compartido del que pueda beneficiarse la localidad donde se encuentra el CDTL.

En los centros educativos, como la escuela de San Juan de Beleño (Ponga), perteneciente al Colegio Rural Agrupado (CRA) Picos de Europa, o el colegio de Educación Básica de Ibias, que imparte distintos niveles de enseñanza, el objetivo es mejorar la conectividad y dotarlos de mayor capacidad de conexión.

En estos planes piloto destaca también la posibilidad de analizar otro tipo de usos de la conectividad, como la ganadería inteligente. En las explotaciones ganaderas de Aller y Somiedo se instalarán sistemas de monitorización remota del ganado.

Como prueba se dotará de dispositivos de seguimiento para 20 animales (diez por explotación), que sean capaces de proporcionar, al menos, su ubicación en tiempo real.

Por lo que respecta al centro de visitantes de Muniellos, en Cangas del Narcea, en principio se plantea dotar de conectividad al establecimiento con un punto wifi compartido que dé servicio a las personas que inicien su visita al paraje natural.

Para la puesta en marcha de estos planes piloto se firmará un contrato menor, con un presupuesto de 14.520 euros, para la dotación de equipos técnicos con el objetivo de que entren en funcionamiento en el plazo más breve posible.

La compañía adjudicataria que facilite la conectividad vía satélite deberá dar el servicio durante un mínimo de seis meses para evaluar el funcionamiento y utilidad.

Sánchez ha destacado que estos planes piloto obedecen al compromiso del Principado de buscar alternativas de mejora de la conectividad para aquellos lugares donde no pueda llegar la fibra óptica. El objetivo final es tratar de llevar la banda ancha a toda la población y explorar también otros usos de internet que den servicio al territorio.

Actualmente, en Asturias están en marcha los Planes de Extensión de la Banda Ancha (PEBA) desde 2019 a 2021 y está pendiente de inicio de ejecución el último plan Unico, que realiza un barrido fino de áreas catastrales que tienen escasa conectividad.