Con la conclusión de este mes de marzo se cerrará también la veda del Xyrichtys novacula en aguas de las Islas Baleares. Quizá no mucha gente esté familiarizado con este pescado, pero en la región insular es todo un manjar: se le llama raor.
Conocido también con nombres como el pez peine, pez navaja, barbero, galán, pejepeine o lorito, se trata de una especie sujeta a un control de población que se materializa con una veda que esta temporada comenzó el pasado 1 de septiembre de 2021.
Basta con echar un vistazo a diversos artículos relacionados con este producto para conocer que su precio de mercado ha llegado incluso a los 100 euros el kilo. Lo dicho, todo un manjar que todo chef balear que se precie te recomendará que disfrutes frito, sin adornos ni aderezos.
El caso es que durante la época de veda existen ciertas limitaciones. Este año la cantidad de pesca permitida por licencia y día es de 50 unidades, con un máximo de 300 por embarcación.
Pero lo que es muy difícil de controlar es la presión a la que las embarcaciones pesqueras someten a las zonas donde se puede encontrar esta especie.
Una de ellas es la Bahía de Palma. Este espacio inconfundible de la geografía insular española forma parte de la Red Natura 2000. Curiosamente, esta bahía es uno de los hábitats preferidos del raor y, por tanto, espacio de trabajo para cientos de embarcaciones pesqueras.
A nadie se le escapa que, de igual forma, esta zona también es uno de los hábitats preferidos de cientos de amantes de la navegación recreativa.
Combinación letal
Esta combinación podría resultar letal tanto para la especie piscícola como para el entorno, de ahí que la protección del entorno y del pez sea casi una obligación.
Hasta tal punto se está trabajando por un perfeccionamiento de la protección que ha entrado en juego la tecnología para que el control de todos los aspectos mencionados sea lo más eficiente posible.
Así, la próxima temporada de veda del raor será la primera gestionada mediante inteligencia artificial gracias a un proyecto del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA), institución formada por el CSIC y la Universitat de les Illes Balears.
AutoNatura2000tres -así se llama el plan- es un proyecto que ha desarrollado herramientas específicas de inteligencia artificial para el seguimiento de la presión de pesca y estado de conservación de las poblaciones de peces en la zona protegida de la Bahía de Palma.
Según explican sus impulsores, "la Red Natura 2000 marina es una red de espacios protegidos que tiene por objetivo asegurar la supervivencia a largo plazo de la biodiversidad marina, haciendo compatible este objetivo con el desarrollo de la actividad humana en la zona costera. Para ello es necesario el seguimiento y monitoreo, tanto de la biodiversidad como de las actividades humanas que se realizan en estas áreas, para determinar el estado de su conservación".
El control manual ya parece ser cosa del pasado, de ahí que ya entren en juego expresiones como algoritmos, big data, sistemas predictivos… en definitiva, inteligencia artificial.
La inteligencia artificial y el desarrollo de algoritmos de aprendizaje profundo (deep learning) son capaces de hacer que los ordenadores puedan aprender y realizar acciones y, en este sentido, AutoNtaura2000tres ha desarrollado un sistema basado en un ordenador y una cámara que por sí solo es capaz de contar y localizar las embarcaciones de pesca y el número y tipo de especie que vive bajo el mar.
La monitorización automática de la actividad humana y de la distribución de recursos marinos es una herramienta fundamental para la gestión de las reservas marinas. Gracias a este ordenador y la implementación de algoritmos de inteligencia artificial, "somos capaces de obtener, de manera autónoma y no supervisada, información de la distribución del esfuerzo pesquero y del estado de la fauna".
Así es el proyecto
El proyecto se ha desarrollado en dos grandes bloques. Por un lado, se ha realizado un estudio de las embarcaciones de pesca. El proyecto ha desarrollado un sistema de monitoreo automático de las embarcaciones gracias a un sistema de adquisición de imágenes de alta definición y a algoritmos que permiten al ordenador reconocer el tipo de embarcación (pesca, velero) y su localización.
Este sistema basado en inteligencia artificial ha permitido un monitoreo continuo del tráfico de barcos en la zona protegida, y realizar una zonificación de las actividades recreativas que se realizan en la Bahía de Palma.
Entre otros, el sistema ha monitorizado en alta resolución el pico de presión pesquera que supone la abertura de la veda del raor que mejorará el entendimiento del estado de su explotación.
Por otro lado, ha desarrollado herramientas que faciliten la adquisición de información del estado de conservación de las poblaciones de peces vulnerables a la pesca y algas invasoras. Para ello se han fondeado una serie de cámaras subacuáticas en la reserva marina de la Bahía de Palma.
Las imágenes son clasificadas automáticamente por un sistema previamente entrenado con imágenes de peces de distintas especies, lo que permite cuantificar de manera automática la abundancia de peces. El sistema ha sido capaz de cuantificar el estado de las poblaciones de peces que habitan los fondos arenosos de la reserva marina.
Fruto de este monitoreo se ha detectado un descenso en la población de raor, que podría estar causado por una disminución en la presencia de un alga invasora de origen tropical que colonizó buena parte del área protegida.
Durante los próximos años el sistema de seguimiento automático permitirá estudiar si esta tendencia se confirma, pero los pescadores ya detectaron un descenso notable en sus capturas en la temporada de pesca de 2021.
El proyecto AutoNatura2000tres se ha desarrollado en colaboración con la Direcció General de Pesca i Medi Marí (DGPMM) del Govern de les Illes Balears, y ha contado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica a través del Programa Pleamar del Fondo Europeo Marítimo y de Pesca (FEMP).
El Programa Pleamar pretende reforzar la sostenibilidad del sector pesquero y acuícola, impulsando la colaboración entre distintas organizaciones dedicadas tanto a la preservación de los ecosistemas marinos como a garantizar la sostenibilidad de las diferentes actividades que se llevan a cabo en ellos.