La pandemia, desatada a principios de 2020, ha traído consigo un verdadero tsunami económico y social. La pérdida de vidas humanas y también la profunda crisis generada en muchos sectores ha obligado a repensar muchas situaciones que dábamos por sentadas. Ha obligado a tomar algunas notas a pie de página que a partir de ahora hay que empezar a aplicar.
Intentar que una región no sea excesivamente dependiente de un único sector es algo que cíclicamente han ido aprendiendo algunos territorios, véase por ejemplo el caso de la Comunidad Valenciana con el estallido de la burbuja inmobiliaria hace más de una década.
Uno de los sectores económicos que parecía intocable era el turístico y muchas comunidades autónomas quizá nunca creyeron que hubiera algo capaz de destrozarlo. Pero sí lo hizo la Covid 19.
Baleares contabilizó el pasado año 1,7 millones de turistas extranjeros. En 2019 recontó 13,6 millones. Un desplome de dimensiones bíblicas.
De ahí que durante los últimos meses y principalmente desde la administración autonómica se haya intensificado la promoción de otro tipo de iniciativas desarrolladas en la línea de diversificar la economía de la región más allá del turismo. En casi todas ellas, la innovación y la tecnología son primordiales.
El cénit de este tipo de iniciativas se conoció hace unos días y cuenta con un padrino de lujo, el ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque. Más allá del turismo, el horizonte se sitúa ahora sobre la innovación y el desarrollo tecnológico de las llamadas ciencias del mar.
La presidenta del gobierno de Baleares, Francina Armengol, acompañada de Duque, presentó este jueves el proyecto del nuevo edificio del Sistema de Observación y Predicción Costero de las Illes Balears (SOCIB), eje central del futuro Polo Marino de investigación que se ubicará en el Moll Vell de Palma.
Al acto de presentación también acudieron la presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Rosa Maria Menéndez, y el director del SOCIB, Joaquín Tintoré.
El Polo Marino surge de la alianza entre el Estado, el CSIC, la Autoridad Portuaria de las Illes Balears y el gobierno autonómico y centra su estrategia en la construcción de las nuevas sedes del SOCIB y del Centro Oceanográfico de Balears (COB), creando una área de interés estratégico para la región en un ámbito también estratégico como son las ciencias del mar y la gestión adecuada del medio marino y del litoral.
La presidenta Armengol ha agradecido la alianza institucional que hace posible este proyecto, que supondrá una "oportunidad para hacer mejoras necesarias en nuestro modelo económico, apostando por la innovación y la ciencia".
Para ella, estas cuestiones son "claves en el modelo que Baleares aspira a tener tanto en el corto, como en el medio y largo plazo".
Con la nueva sede del SOCIB se podrán crear puestos de trabajo "altamente cualificados, generar y transferir conocimiento y proyectar Baleares a escala internacional, convirtiéndolas en un referente de las ciencias y tecnologías marinas".
En resumen, según explicó Armengol, "queremos ser conocidos en el mundo por ser los mejores investigando el mundo marino".
El ministro Duque suscribió estas palabras y se refirió a este tipo de proyectos como "una nueva oportunidad de hacer ciencia de calidad, con una mayor integración del sistema de investigación y desarrollo y potenciando y alineando las capacidades de los territorios".
En este sentido, la presidenta balear incidió en que Baleares "vive en un entorno único y también frágil" y que, por eso, "es importante que lo protejamos".
Normas medioambientales
Por este motivo, ha valorado las iniciativas que se llevan y se han llevado a cabo desde la comunidad autónoma para proteger el entorno, como el Decreto de la posidonia, la Proposición de Ley contra las prospecciones, la Ley de residuos o la Ley de cambio climático.
Al mismo tiempo, ha remarcado que el papel del SOCIB es "fundamental" por su trabajo de análisis, conocimiento y protección del mar, de manera que "era importante que, desde las administraciones, se impulsara el nuevo Polo Marino y la construcción de su nueva sede".
El Polo Marino será la base de infraestructuras científico-técnicas para el uso de la comunidad científica y tecnológica nacional e internacional, a la vez que supondrá una palanca para la diversificación del modelo económico y una apuesta clara por la economía azul y el conocimiento.
Armengol ha recordado también que el Polo Marino encaja en la idea de otros proyectos estratégicos, como es la alianza con la Comunidad Valenciana de impulso a la economía azul y de mejora de los ecosistemas costeros y marítimos para conservar la biodiversidad y para generar ocupación y cohesión social.
También se ha referido al futuro Distrito de Innovación del Nou Llevant, muy próximo al nuevo Polo Marino y que también pretende transformar Palma por medio de la diversificación de la economía basada en el conocimiento, la investigación, las economías verdes y el potencial de las industrias culturales. De este modo, el Polo Marino queda también integrado por su impulso a la economía azul.
Hay que recordar que fue el mayo del año pasado cuando se autorizó la firma del convenio con el CSIC para la construcción de este edificio en el Moll Vell, puesto que está cofinanciado al 50% entre el gobierno balear y el CSIC.
Supondrá cerca 8,2 millones de euros y la aportación autonómica proviene del fondo europeo FEDER. La inversión está declarada de interés autonómico y la Autoridad Portuaria cede el espacio necesario para la construcción.
El edificio tendrá 3.840 m², con capacidad para acoger entre 100 y 120 personas. La construcción no solo supone ser una nueva sede de acuerdo con las necesidades del SOCIB, con unas instalaciones amplias y modernas, sino que también se convertirá, a través de un programa científico, técnico y divulgativo, en un punto de encuentro y colaboración entre instituciones y agentes sociales y económicos.
Por último, los responsables del proyecto estimaron que el edificio pueda entrar en funcionamiento a principios del 2023.
Así pues, y dando por hecho que Baleares seguirá siendo un referente turístico en ese horizonte temporal, la intención del gobierno balear es intentar que también lo sea en otros campos relacionados con la ciencia, la investigación, la innovación y la tecnología aplicada al medio ambiente.