La imagen de un mercado ambulante dista de mucho de ser identificada como un ejemplo de modernidad. Si cada lector piensa en los mercadillos de su ciudad o de su barrio, vienen a su mente gritos, puestos desordenados o carteles hechos a mano como única forma de marketing.
Eso sí, tienen su público y ahí están, sobreviviendo al paso del tiempo, mientras el comercio en su conjunto se digitaliza y se adapta a una nueva manera de comprar por parte del consumidor.
Ahora bien, eso no significa que no haya entidades que estén dando una vuelta a cómo modernizar los mercados ambulantes. El gobierno de Baleares, sin ir más lejos, tiene un plan.
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Un plan que fue presentado en Madrid hace unos días por parte del director general de Comercio, Miquel Piñol. Es el I Plan de Modernización de Mercados Ambulantes al Aire Libre de las Illes Balears y el marco en el que se presentó fue una jornada sobre comercio ambulante que se celebró esta semana en Rivas Vaciamadrid.
Esta iniciativa, que pretende estimular e incentivar proyectos, individuales y colectivos, de transformación y modernización de los mercados ambulantes al aire libre, tendrá una dotación de hasta 100.000 euros y se incluirá en las convocatorias 2022 y 2023 del Fondo Tecnológico, en el marco de la "transformación digital del comercio ambulante y los canales cortos de comercialización".
La gran tendencia del comercio actual en lo que se refiere a transformación digital tiene que ver con los canales on line, algo que, como es lógico, no tendría mucho sentido en un emplazamiento tan acotado -en tiempo y en espacio- como un mercadillo ambulante.
Ahora bien, una de las ideas que ha tenido el gobierno balear ha sido la de intentar unir ambos conceptos y hacer que los puestos de un mercado ambulante puedan convertirse también en puntos de entrega.
De esta manera, se diversificaría el negocio de los comerciantes y se facilitaría la recogida de productos procedentes del comercio on line por parte de los consumidores.
Explica el gobierno balear que el objetivo de la vicepresidencia y Conselleria de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática es atender, a través de la Dirección General de Comercio, algunos factores clave relativos a la venta ambulante en muchos de nuestros municipios que nos reveló la crisis de la Covid-19.
"Los mercados al aire libre dan servicio a muchos municipios sin suficiente oferta comercial; son el canal de venta preferente de la producción local y de kilómetro cero, y también de sectores especializados como la artesanía; evitan los desiertos alimentarios, especialmente de frescos, y evitan traslados de personas con movilidad reducida", valor Piñol.
Pero añade: "Es un colectivo que hasta ahora había estado desatendido y estamos hablando de casi 2.000 trabajadores". Evidentemente, ofrece cifras relativas al archipiélago balear, pero se trata de un problema que existe en todo el sector a nivel nacional.
Idear este plan de modernización del comercio ambulante va en la línea, precisamente, de intentar revertir la situación y ofrecer mayores posibilidades de negocio para los empresarios así como facilidades para los consumidores.
"Será la primera vez que la administración de las Illes Balears toma en consideración el sector y los profesionales de la venta ambulante en las políticas activas de comercio", ha declarado Piñol.
La de innovar en cuanto a la ampliación de funciones de los puestos para que se conviertan también en punto de recogida, no obstante, no es la única medida que contempla el plan.
Así, el proyecto prevé incluir actuaciones como la formación en gestión y tecnología para los empresarios que disponen de comercio ambulante y también la puesta a disposición de herramientas para conocer y gestionar el control de stocks de manera digital.
Trazabilidad de productos
Una de las características más comunes de los puestos de un mercado ambulante también se intentaría mejorar, como es la posibilidad del pago electrónico. Es habitual comprobar cómo no se puede pagar con tarjeta de crédito de algunos puestos.
El Plan de Modernización incluirá también la identificación de productos y su trazabilidad gracias a la implantación de códigos QR.
No son pocas las voces críticas de los mercados ambulantes que ponen en tela de juicio la procedencia de los productos que ofrecen. Pues bien, con esta medida se intentaría garantizar que lo que se vende procede de donde se dice que procede. Mayor credibilidad para el empresario y mayor fiabilidad para el cliente.
Una de las medidas más ambiciosas del plan sería la de la creación de áreas wifi y entornos 5G en los lugares donde se celebran estos mercados ambulantes, con el objetivo de centralizar toda la conectividad de la zona y que se puedan utilizar con solvencia conexiones inalámbricas -para el pago con tarjeta, por ejemplo-.
La última de las innovaciones que el gobierno de Baleares querría aplicar en el contexto de este plan de modernización sería la unificación estética de estos mercados.
La idea sería, según el departamento de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria Democrática, la de crear una imagen corporativa de centros comerciales a cielo abierto.
Mientras otros territorios -tenemos el ejemplo de Barcelona- diseña planes para modernizar sus mercados tradicionales, los de barrio, mucho más accesibles a este tipo de actuaciones al tratarse de espacios cerrados, el gobierno Balear se muestra ambicioso a intentar transformar tecnológicamente mercados ambulantes, mucho más arraigados en la tradición y cuyo margen de mejora en digitalización es aún bastante importante.