La primera fue la Comunidad Valenciana. Y luego llegaron Cataluña, Canarias, Galicia, Murcia, Aragón, Madrid, La Rioja, Cantabria, Baleares y Castilla y León. Hablamos del conjunto de territorios que ya disponen del sistema tecnológico de geolocalización AML, capaz de reducir al máximo el radio geográfico que permite identificar desde dónde se está realizando una llamada de emergencia al 112.

A este club se ha sumado ahora Castilla-La Mancha, un territorio que, como alguno de los anteriores, está realizando verdaderos esfuerzos para solucionar sus problemas de conectividad.

La región castellanomanchega es una de las más extensas del país y, por tanto, una de las más difíciles de conectar si hablamos de telecomunicaciones. La creciente implantación de fibra óptica en pedanías o en polígonos industriales que todavía no tenían esas facilidades de conexión está resultando clave.

Pero, a la hora de gestionar determinadas situaciones de emergencia, esa falta de conectividad aún era un problema, como también lo es, evidentemente, en el resto del país, sobre todo, si hablamos de zonas montañosas.

Para ponernos en situación cabe mencionar que, antes de la aparición de la tecnología AML (siglas que, por cierto, provienen de la expresión inglesa Advanced Mobile Location, Localización Móvil Avanzada), la actuación de los servicios de emergencia no era todo lo eficiente que cabría esperar en términos de geolocalización.

Si alguien se perdía por un bosque de montaña y realizaba una llamada al 112 y no sabía situar su ubicación exacta, tenía un problema. Los servicios de emergencia disponían de un sistema de geolocalización, pero el radio de localización que manejaban era de entre 40 y 50 kilómetros al contar con la señal de las antenas de telefonía.

La tecnología AML reduce ese radio de geolocalización a los 15 ó 20 metros. Una mejora que, en algunos casos, puede resultar vital.

Ahora bien, todavía existen lagunas, tanto para Castilla-La Mancha, la última en sumarse a este sistema, como para el resto de regiones que ya lo utilizan desde el año pasado. La principal: el sistema sólo geolocaliza con esa precisión las llamadas entrantes desde un sistema operativo Android.

A los amantes de la manzana mordida, es decir, a los que utilizan el ecosistema Apple (sistema operativo iOS) todavía no se les puede localizar con tanta precisión.

Desarrollo del software

En cualquier caso, el problema, en teoría, debería resolverse antes de verano, según explican desde la Dirección General de Protección Civil y Emergencias.

Este departamento dependiente del Ministerio de Interior, en colaboración con la Secretaría General de Digitalización e Inteligencia Artificial y con la de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, es el que ha desplegado este sistema durante el último año.

Castilla-La Mancha ha sido la última en implantarlo. La Comunidad Valenciana fue el banco de pruebas y de desarrollo.

Además de diseñar el software, la Comunidad Valenciana ha sido la encargada de ejecutar la primera fase de desarrollo del sistema y de formar a todo el personal técnico en el manejo de la tecnología.

Los centros 112 adscritos de momento a este proyecto han desarrollado el software de recepción y distribución de los mensajes que, desde su activación por Google, generan los teléfonos móviles cuando se produce una llamada de emergencia.

Los organismos estatales, por su parte, han facilitado las infraestructuras y el soporte necesarios para el funcionamiento de ese software.

Además, la Dirección General de Protección Civil y Emergencias ha coordinado con Google el Acuerdo para la activación del servicio de geolocalización en España en los dispositivos con sistema Android.

Con la puesta en marcha del Sistema AML, que está ya operativo en más de 25 países de todo el mundo, entre los que se encuentran la mayoría de los países de Europa, los servicios de emergencia españoles dan cumplimiento a lo establecido en el Código Europeo de Comunicaciones Electrónicas (Directiva UE 1972/2018).

Este nuevo sistema de geolocalización es especialmente importante en aquellos incidentes de personas perdidas en zonas montañosas, casos en los que una geolocalización de tanta precisión será de gran ayuda para los grupos de rescate y de actuación en emergencias.