37.000 metros cuadrados, 200 millones de euros de inversión total, más de 3.000 servidores físicos e información, mucha información. Esta será el nuevo hogar de todos los datos críticos que maneja el Instituto Nacional de la Seguridad Social.
Este hogar se ubicará en Soria, en virtud de un traslado de las operaciones informáticas de esta entidad que busca reducir costes energéticos, aunque para ello deba invertir una notable cantidad de dinero.
El Ayuntamiento soriano acaba de aprobar la concesión de la licencia a este proyecto, cuya construcción se adjudicó el pasado mes de mayo a la UTE Cobra-Intercon por un presupuesto base de 88,4 millones. Si se cumplen los plazos previstos, este centro de datos sería una realidad en el año 2026.
En su día, el ministro José Luis Escrivá explicó que la inversión, financiada con cargo a los fondos de la Unión Europea asociados al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, podría alcanzar los 200 millones de euros sumando todo el equipamiento.
Por cierto, el consistorio soriano presume de que este proyecto supondrá la creación de 60 empleos.
El proyecto, gestionado por la Gerencia Informática de la Seguridad Social, tiene un valor referencial, puesto que se trata del centro en el que se procesa toda la información y los datos de todos los afiliados a la seguridad social. Así pues, está considerada una infraestructura crítica y, por tanto, necesariamente debe contar con todos los parámetros de seguridad.
Para entender el porqué de la elección de Soria como nueva sede de este centro de procesamiento de datos -actualmente está ubicado en Madrid-, hay que analizar la situación desde dos puntos de vista.
El primero de ellos tiene que ver con el potencial de ahorro energético que tiene un centro de datos de estas características según su ubicación. Uno de los grandes problemas de estas infraestructuras es su consumo, debido a la necesidad de enfriamiento de los sistemas existentes en su interior.
Uno de los grandes retos del sector es, pues, hacer más sostenibles los centros de datos y eso, en ocasiones pasa por ubicarlos en zonas con temperaturas más bajas que, por tanto, necesitan menos energía para el enfriamiento.
Ahorro energético y despoblación
Soria es una de las provincias con las temperaturas medias más bajas del país y, por tanto, su elección para acoger el centro de procesamiento de datos de la Seguridad Social no es baladí. Incluso existe un estudio, avalado por el Centro de Desarrollo de Energías Renovables CEDER-Ciemat que explica que este centro conseguirá ahorrar un 51% de energía sobre el actual, ubicado en Madrid. La potencia térmica, según el mismo informe se reducirá un 59%.
Cabe mencionar que el nuevo centro de procesamiento de datos de Soria tendrá su propia subestación eléctrica.
El segundo punto de vista que hay que tener en cuenta para entender por qué Soria ha sido la elegida tiene que ver con la manida estrategia de descentralizar servicios estatales en pos de la lucha contra la despoblación.
Igual que esta provincia es una de las más frías del país también es una de las más despobladas y el Gobierno está convencido de que llevar allí ese servicio promueve que crezca un ecosistema alrededor que redunde en la creación de empresas, atracción de talento y, por tanto, fijación de población.