A 300 kilómetros por hora cualquier roce, aunque sea de pequeñas gotas de lluvia, genera daños que pueden ser letales. ¿Cómo proteger las palas de los aerogeneradores que están ambientalmente expuestos y en continúo movimiento? Aerox es una spin off española que ha patentado un sistema con el que se recubre la pala para garantizar la durabilidad de estas estructuras.
En 2014 se constituye esta spin off de QMC, una firma que lleva más de 25 años haciendo adhesivos y revestimientos para diferentes sectores industriales. En 2008, la división de energía de esta compañía inició el desarrollo de una gama de productos para el sector eólico al identificar una oportunidad de negocio con el auge de las energías renovables. “Nos damos cuenta del potencial, de que es posible hacer crecer mucho esta vía de negocio, pero necesitaríamos más pulmón financiero y know how del sector, por lo que para acelerarlo apostamos por crear la spin off”, recuerda Raúl Cortés, CEO de Aerox. En definitiva, “abrir una firma con un espíritu completamente diferente”.
La gama original de QMC se centraba en el recubrimiento de las palas de los aerogeneradores para mejorar la durabilidad de la pala. Aerox parte de esta base para introducir nuevos desarrollos en la fabricación de estas palas que, sobre todo, se centra en reforzar la parte que se llama ‘borde de ataque’, es decir en proteger esos extremos de la erosión que sufre en su constante funcionamiento. Hay que tener en cuenta que, aunque parezca que las palas van despacio, pueden llegar a alcanzar los 300 kilómetros por hora en su punta.
“Solo el pequeño impacto de unas gotas de lluvia genera una gran erosión” en una parte de la estructura que no se puede sustituir con facilidad, explica Cortés, por lo que se generan costes ante la pérdida de potencia que va padeciendo la turbina, sin contar con el periodo de inactividad que puede llegar a producirse al sumar un elevado tiempo de impacto.
Con el objetivo de reducir los daños en la estructura, Aerox desarrolla un polímero híbrido que recubre la pala y actúa como amortiguador del impacto de las gotas de lluvia para mitigar la erosión en la estructura de la turbina. “Por impacto, impacto, impacto en frecuencia la lluvia acaba erosionando la estructura de la pala, pero con este recubrimiento, una especie de goma que se coloca sobre el ‘borde de ataque’, se amortigua el golpe de manera que no acaban de alcanzar al sustrato de la pala”.
Gracias a esta tecnología, en fase de industrialización, se aplica en la fabricación de las palas para retrasar la aparición de daños con respecto a los actuales estándares en la industria. “Todos los ensayos han dado tres veces más tiempo de durabilidad frente a la erosión que los otros productos del mercado”, subraya Cortés.
Esta apuesta por su laboratorio de I+D para desarrollar estos materiales y esta tecnología que optimice las turbinas eólicas es una de las bazas de Aerox para posicionarse como partner estratégico entre las grandes firmas del sector. “Estamos en trato con varios de los grandes, sobre todo con los occidentales de este top ten, compuesto por cuatro firmas chinas, una india y cinco occidentales, pero ahora ya estamos preparando la búsqueda de contacto directo con fabricantes chinos”, país en el que ya han abierto una oficina para iniciar su expansión en el país asiático.
Esta startup valenciana ya cuenta con grandes clientes dentro del sector eólico y se ha “hecho hueco como proveedor estratégico”. Su tecnología ya está presente en plantas de España, Reino Unido, Dinamarca, Turquía o EEUU… y ahora están dando el salto a China. “Nuestra internacionalización viene de la mano de nuestros clientes y no tanto por un esfuerzo propio de venta”.