Uno de los síntomas que presentan los enfermos por Covid-19 es la dificultad para respirar, "pero el cerebro a menudo no avisa hasta que la saturación es demasiado baja y entonces puede ser demasiado tarde", apunta Raúl Ferrer, CEO de Smart Dyspnea, la startup que ha desarrollado una aplicación capaz de detectar las dificultades en la respiración relacionadas con la disnea.
Pero esta solución se puede aplicar a otras patologías más allá de la Covid, como el asma o el EPOC, que requieren de una evaluación continua para la detección de complicaciones respiratorias que necesitan de una rápida intervención.
El sistema creado por la startup da respuesta a todo ello y es capaz de detectar a través del test de Roth, apoyado en algoritmos de inteligencia artificial y procesamiento del lenguaje natural, si la saturación de oxígeno en sangre es la adecuada, ofreciendo un diagnóstico fiable y la evaluación continuada de la disnea o dificultad respiratoria.
Las enfermedades respiratorias, como el asma o el EPOC las sufren más de 400 millones de personas en el mundo y en ellas, la disnea es un factor predictor crítico. A esta cifra hay que sumar más de 105 millones de personas afectadas por coronavirus a nivel global.
La saturación de oxígeno se controla habitualmente a través de un pulsioxímetro, pero los resultados que ofrece requieren de un conocimiento específico para interpretarse. Esto limita el acceso universal al dispositivo en uso actualmente y también dificulta que el paciente pueda autoevaluarse en su domicilio y que detecte de forma precoz las evoluciones menos favorables de su cuadro respiratorio.
Tecnología sanitaria
Smart Dyspnea, creada en Madrid por un equipo de investigadores clínicos, informáticos, matemáticos, físicos, y del ámbito empresarial y legal, con más de 15 años de experiencia en el campo de la salud, la inteligencia artificial y el big data, ha identificado la importancia de detectar a tiempo la desaturación de oxígeno en la persona.
Su aplicación, que funciona desde cualquier dispositivo que disponga de un micrófono y sea capaz de gravar un mensaje, indica si el estado de saturación de oxígeno en sangre es el correcto, si existen dificultades respiratorias o si es urgente acudir a un centro sanitario. La startup está trabajando ahora en la predicción, para informar al usuario con una antelación previa de cinco días si, según su evolución, requerirá atención médica.
Las personas afectadas por disnea o falta de oxígeno no siempre lo detectan a tiempo, como ha pasado en tres de cada cinco enfermos ingresados en España por Covid-19. "Los pacientes que llegan al hospital con un porcentaje de saturación de oxígeno por debajo del 93% tienen un 28% más de probabilidades de fallecer, hecho que hace imprescindible tener un sistema de control que evite estas situaciones", afirma Ferrer.
La aplicación desarrollada por la startup evalúa el grado de disnea a través de la saturación de oxígeno por medio de un mensaje de audio de menos de 20 segundos, registrado a través de un teléfono móvil, un ordenador o cualquier otro dispositivo que disponga de un micrófono.
"Se trata de grabar un mensaje contando de uno a 30 de un tirón, sin inhalar aire más que al principio del recuento. El sistema ofrece una fiabilidad del 91% en el diagnóstico, la más alta de todas las soluciones que actualmente se encuentran en el mercado", explica Ferrer.
Financiación para el desarrollo
La startup ha abierto una ronda de financiación en la plataforma Capital Cell, con sede en Barcelona, para obtener 300.000 euros con los que consolidar el desarrollo de soluciones e iniciar los trámites de catalogación como Digital Medical Device. El equipo de Smart Dyspnea confía en cerrar la ronda con éxito en las próximas cinco semanas y situar la aplicación en el mercado el próximo mes de abril.
Smart Dyspnea ha recibido diversas distinciones, como el reconocimiento de Telefónica, OdiseIA y Compromiso Empresarial a una de las 10 mejores iniciativas de IA con impacto social y ético.
También ha sido reconocida como coganadora del Challenge Covid-19, organizado por BIGBAN, Capital Cell y BioHub VLC, además de haber recibido el apoyo de la Fundación Madrid-d, al ser uno de los ganadores del hackaton @VencealVirus.