Los algoritmos de Aitister no sólo permiten crear las imágenes de manera aleatoria, sino que por combinación de varios de ellos, es posible generar varias imágenes similares manteniendo el color o crear varios colores diferentes para un mismo diseño.

Los algoritmos de Aitister no sólo permiten crear las imágenes de manera aleatoria, sino que por combinación de varios de ellos, es posible generar varias imágenes similares manteniendo el color o crear varios colores diferentes para un mismo diseño.

Startups

Con esta tecnología gestada en la cerámica crean imágenes infinitas arquitectos, 'gamers' e, incluso, el metaverso

Los algoritmos de Aitister generan un número infinito de imágenes únicas donde el usuario tiene la licencia de uso en exclusiva para sus proyectos.

14 febrero, 2022 02:36

Noticias relacionadas

La industria cerámica española, cuyo clúster se ubica en la provincia de Castellón, se ha caracterizado tradicionalmente por ser una industria con un alto componente de innovación y tecnología que ha situado a la producción azulejera nacional a la altura del made in Italy, el gran competidor de los fabricantes españoles en cuanto a calidad y diseño.

Fue precisamente en el seno de esta industria cerámica, donde la historia de Aitister comenzó a gestarse hace ya una década.

Para conocer la génesis de esta startup que crea imágenes infinitas para múltiples sectores desde arquitectos al metaverso -y que cobraría vida a partir de una empresa anterior, Digit-S-, hay que seguir la trayectoria de su CEO, Alejandro Martín.

Licenciado en química, el emprendedor había centrado su carrera profesional en la cerámica como jefe de planta, director de producción y director técnico, entre otros puestos.

En 2011 su camino se cruzó con el de Joaquin Luque, que contaba con más de 30 años de experiencia en el desarrollo de producto cerámico en algunas de las empresas más relevantes del mundo.

De izquierda a derecha: Joaquin Luque (CTO), Alejandro Martín (CEO) y Pablo Luque (CPO).

De izquierda a derecha: Joaquin Luque (CTO), Alejandro Martín (CEO) y Pablo Luque (CPO).

Juntos padecieron los problemas de la irrupción de la impresión digital en los procesos industriales que empezaba a implantarse en el sector en aquel entonces y que revolucionaron el concepto actual de la cerámica.

Sin embargo, en aquel entonces, parte de las soluciones que los proveedores proponían no funcionaban, ya que venían heredaras de otros sectores como la impresión de papel o el textil, y las características propias del proceso de fabricación cerámico no permitía adoptar estas herramientas.

En 2012 se lanzaron a la aventura y desarrollaron el primer software de gestión de color específicamente pensado para el sector cerámico. Había nacido Digit-S. Ocho años después, la compañía cuenta con más de 200 clientes en ocho países y se ha convertido en líder mundial en el desarrollo de software y hardware para la mejora del producto cerámico.

Todo este bagaje permitió al equipo de Digit-S tener un amplio conocimiento de las necesidades que existían en el desarrollo de producto. Uno de los puntos clave era encontrar imágenes de tamaño, calidad y resolución necesarios para generar diseños únicos que cubrieran los requisitos de los diseñadores.

En búsqueda de la imagen perfecta

Hasta ese momento, la solución pasaba por la digitalización de materiales naturales mediante la fotografía o escaneado de estos, "un proceso que, además, de tremendamente lento, era muy caro, puesto que antes de la propia digitalización había que buscarlo y encontrarlo, y esto no siempre resultaba sencillo", explican.

Justo antes de que la pandemia irrumpiera en el escenario internacional, Digit-S ya sopesaba la idea que la tecnología empezaba a permitir -mediante el uso de algoritmos de deep learning- la creación de imágenes de alta calidad y tamaño necesario para impresión industrial.

Como tantos otros proyectos disruptivos en los últimos dos años, en la fase más dura del confinamiento el equipo de Digit-S comenzó a trabajar desde casa en el desarrollo de una red neuronal.

Viendo el recorrido potencial que tenía el proyecto, y que éste no solo aplicaba al sector de la impresión industrial como el cerámico, el papel o el vinilo, sino que también se era demandado por arquitectos e interioristas para la renderización 3D, y el sector de gaming y el últimamente recurrente metaverso, se decidió separarlo de Digit-S. Acababa de ver la luz Aitister.

El usuario puede obtener en exclusiva la imagen que necesita para sus proyectos y, además, ser el propietario de la imagen no solo transfiriéndole una licencia de uso, sino teniendo también la propiedad intelectual de ésta.

El usuario puede obtener en exclusiva la imagen que necesita para sus proyectos y, además, ser el propietario de la imagen no solo transfiriéndole una licencia de uso, sino teniendo también la propiedad intelectual de ésta.

"Nuestra visión como compañía es que el usuario puede obtener en exclusiva para él la imagen que necesita para sus proyectos, y que además, éste sea el propietario de la imagen no solo transfiriéndole una licencia de uso, sino también la propiedad intelectual de ésta", relatan a D+I los fundadores.

El core del negocio está en los algoritmos de IA propios que ha desarrollado Aitister desde el inicio del proyecto para ser capaces de crear un número infinito de imágenes únicas. Para ello, ha sido necesario una inversión de más de 350.000 euros destinados a investigación y entrenamientos de las redes neuronales que crean las imágenes.

Un servicio ágil que acorta plazos y costes

Estas redes permiten no sólo crear las imágenes de manera aleatoria, sino que por combinación de varios algoritmos, es posible crear varias imágenes similares manteniendo el color o crear varios colores diferentes para un mismo diseño.

El resultado es poder ofrecer "un servicio mucho más ágil a nuestros clientes, ya que los tiempos desde la concepción de la idea hasta que el diseñador tiene las imágenes para trabajar se acortan enormemente, con el consiguiente ahorro de costes que ello conlleva", insisten.

Una vez la red neuronal está a pleno rendimiento, es capaz de crear alrededor de un millón de imágenes al mes, todas ellas diferentes, por lo que la variedad de opciones es casi infinita para el usuario. "Esto, unido a que las imágenes son únicas, permite crear colecciones personalizadas y con un mayor valor añadido", aseveran.

Llegados a este punto, el objetivo durante 2022 es crecer de manera sostenida entre el 10% y 15% mensual, lo que nos permitirá multiplicar por tres nuestro crecimiento este año. Para ello vamos a seguir centrados en el ecommerce como punto de acceso a la tecnología."

Las imágenes infinitas de Aitister no solo están enfocadas a la cerámica, el papel o el vinilo, sino que también se aplican por arquitectos e interioristas para la renderización 3D, y el sector de 'gaming' y el metaverso.

Las imágenes infinitas de Aitister no solo están enfocadas a la cerámica, el papel o el vinilo, sino que también se aplican por arquitectos e interioristas para la renderización 3D, y el sector de 'gaming' y el metaverso.

 

"Paralelamente estamos trabajando en un modelo Enterprise, que va a permitir la instalación de nuestra tecnología en partners seleccionados para que estos puedan usar las imágenes para ofrecérselas a sus clientes", anuncian.

Para lograrlo, Aitister cuenta con un nutrido bagaje cosechado, entre otros hitos, en su paso por programas de aceleración como Órbita, gestionado por CEEI de Castellón;  la aceleradora Seedrocket, o su reciente entrada en Lanzadera, la aceleradora de Juan Roig, en la fase traction, "donde esperamos crecer tanto en ventas como en equipo".

Ese equipo que aspiran a ampliar en breve está compuesto por seis personas; Alejandro Martín como CEO; Pablo Luque en las tareas de CPO, y Nuria Carrión como CMO, al frente de las tareas de marketing con personal externo.

Además, cuenta con dos ingenieros informáticos, uno de ellos experto en inteligencia artificial y otro que gestiona todo el backend de la tecnología para asegurar su correcto funcionamiento. Por su parte, Joaquin Luque apoya el proyecto con el rol de CTO.