Un proyecto disruptor comienza a coger velocidad en la ciudad de Valencia para ayudar al pequeño comercio -ese que da vida a los barrios y propicia la riqueza de proximidad- a subirse a la ola de la digitalización.
A nadie escapa que son las pymes y los autónomos la parte más débil de la cadena en la profunda transformación digital que pisó el acelerador con la pandemia y que se ha colado de forma transversal en nuestras vidas.
Sin embargo, no todas las empresas, sobre todo aquellas de menor tamaño, muy vinculadas a la tradición familiar y vinculadas a una geografía y un territorio concreto, tienen las herramientas para abrazar el potencial de la digitalización.
¿Por qué los pequeños no pueden beneficiarse de las prestaciones que ofrecen los grandes? Es lo que se preguntaron los seis socios que conforman GutXain, el Amazon del comercio de barrio -o El Corte Inglés local, como les gusta autodefinirse a ellos-, una propuesta que está revolucionando la forma en que los valencianos ya pueden comprar sin salir de su entorno más cercano y, lo más importante, contribuyendo a que los barrios no mueran.
Como muchos de las empresas disruptoras que han visto la luz en España en los últimos años, la covid supuso un punto de inflexión para el nacimiento del proyecto.
Equipo de la startup GutXain.
"Somos seis socios, cinco de nosotros nos conocimos en ESIC estudiando diferentes másteres. El CEO, Mariano Murcia, ha trabajado en multinacionales siempre y controla mucho las herramientas de gestión de los grandes a los que los pequeños nunca tienen acceso. En plena pandemia empezó a macerar la idea de poner en marcha una herramienta para fomentar el comercio local", explica a D+I Lorena García, cofundadora y CMO de GutXain.
La empresa se creó en mayo de 2021, la aplicación salió al mercado en julio de 2022 y en solo medio año de vida ya cuenta con más de 1.300 usuarios y 120 comercios adheridos a su plataforma. Además, en este tiempo, más de 21.000 euros vendidos en comercios locales "no han ido a parar a los grandes, sino a los pequeños, a los que hacen barrio".
Acompañamiento y política de 'cashback'
"Las métricas nos avalan, por eso hemos entrado en Lanzadera. Queremos redefinir la forma de comprar en el ámbito local", añade García.
¿Cuál es la diferenciación de este proyecto respecto a otros que ya antes intentaron -con resultado dispar- dinamizar y digitalizar el comercio local? Por una parte, el acompañamiento y asesoramiento de los comercios en todo momento.
Se puede comprar 'online', 'offline', devolver y gastar tu dinero en más de 120 comercios de 13 sectores; es despedir la tarjeta y pagar ya solo con GutXain
"Muchas de estas tiendas, comercios, están regentados por personas mayores, son empresas que pasan de padres a hijos, que, si tienen página web, no han sabido cuidarla, actualizarla... Nosotros les facilitamos no solo darse de alta en la plataforma, sino que los acompañamos en todo momento, les impartimos clases para aprovechar todo el potencial, nunca están solos", relata la CMO de GutXain.
Por otra parte, su modelo de negocio donde todos los actores protagonistas de este modelo de economía circular ganan gracias a su política de premios y que incentivan la calidad en el servicio y los productos que se ofertan.
Una usuaria utiliza la aplicación de GutXain desde su teléfono móvil.
"Nuestra herramienta no existe como tal. Se puede comprar online, comprar offline, devolver y gastar tu dinero en más de 120 comercios de 13 sectores diferentes, hacer regalos, bizums... y todo ello, tiene incorporado un sistema de cashback de por vida", argumenta.
El proyecto está definido para que los clientes del barrio usen la aplicación en su rutina diaria, es decir, que vayan al gimnasio, a la peluquería, de cena… y que se olviden la tarjeta para pagar siempre con GutXain.
Esta herramienta no es para un uso puntual, como las campañas de bonos de los ayuntamientos. Es una forma de reinventar el comercio local de la mano de la digitalización
"¿Por qué? Porque si compras en tus vecinos de barrio, te llevas el cashback que puedes gastarlo cuándo, cómo y dónde quieras, y ese dinero es de por vida. El cashback es por bonificación al consumo o por prescripción. Con lo que puedes tener un sueldo, como Nescafé, de por vida".
Lorena García está convencida de que la apuesta única de Gutxain ha llegado para quedarse y que Valencia será la primera, pero no la única ciudad, que lo implementará. De hecho, en solo seis meses desde su llegada al mercado, la compañía ya baraja otras ubicaciones en la Comunidad Valenciana, e incluso, dar el salto al exterior a países como Alemania.
Una propuesta también sostenible
"La necesidad de mercado es clara: el 99,9% del tejido empresarial español son pymes y autónomos. La llegada de la compra online, la globalización y los nuevos hábitos de consumo hacen que franquicias y grandes superficies copen todas las compras de los usuarios y que nuestros barrios desaparezcan".
"Esta herramienta no es para un uso puntual, como son las campañas del bono comercio de los ayuntamientos, sino para cambiar la mentalidad de la compra local. Si tú puedes pagar con una sola app allá a donde vayas y te da beneficio económico mientras ayudas a tus vecinos, ¿por qué no hacerlo?", insiste.
Miembros de la startup en las calles de Valencia.
GutXain defiende que su plataforma brinda al consumidor "las mismas facilidades que los grandes, y cuando digo las mismas, lo digo conscientemente, pero ahora comprando en los pequeños. Y si la compra es online, la entrega es con bici-mensajeros. El mercado nacional es increíble, pero es un sistema que tiene implementación a nivel mundial".
De hecho, la CMO se muestra especialmente orgullosa cuando hablan de sus casos de éxito. "Negocios que nunca habían vendido online y que ahora, de repente, venden en Alemania, Cáceres o Elche. Como dato curioso, el 90% de las personas que están detrás de los comercios locales son mujeres".
La nueva era del comercio local arranca con fuerza en Valencia y empieza a ramificarse por el territorio nacional y el extranjero. ¿Sus límites? Aún están por explorarse. El camino acaba de comenzar.